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martes, 11 de febrero de 2020

Arturo I. Flier: “Recuerdos de un hombre que combatió por sus ideales” (17 de enero de 2005)

Quienes hemos tenido el placer de haber conocido y compartido vivencias con Melchor Posse coincidimos en que encarnó la viva estampa del político de raza, aquel que compromete sus bienes y tiempo familiar y personal por la actividad que lo conduce con aciertos y errores a realizar una palabra hoy muy desprestigiada: la utopía, los sueños de un país mejor.

Sonreía cuando lo identificaban como "el más peronista de los radicales" al escucharlo, con verbo inflamado, indicar caminos hacia el desarrollo con justicia social recorriendo las barriadas más humildes, como al inaugurar, hace largos años ya, sus ateneos "Perón-Yrigoyen".

Melchor dejó huella entre aquellos políticos que han vivido para y no de la política, quienes daban todo de sí en gestas que no significaban otra cosa que la lucha por una Patria grande.

Las cinco ciudades que conforman el partido de San Isidro, cuyo pueblo lo eligió cuantas veces se postuló como intendente, se conforman por un grueso de sectores con importante acervo cultural e informativo, una síntesis social del país por albergar una notable diversidad.

¿Que llevó a esa ciudadanía a confiar en este dirigente desde que tuvo nada menos que 25 jóvenes años, en este luchador incansable que supo portar como un blasón el ser castigado por sectores del poder político o económico por rebelarse a sus mandatos calificándolo de caudillo o adjudicándole cuanta calificación ideológica cupiera?

Ciertamente, "El Cholo" Posse era inclasificable para aquellos con estructuras rígidas de pensamiento o intereses lejanos a los de las mayorías, médico pediatra que atendía gratuitamente a los niños de su Beccar natal y que sabía brindar al mismo tiempo alta calidad de servicios públicos a los sectores más exigentes.

Fue parte de aquellos para quienes el progresismo no era útil en los discursos, sino en los hechos a partir de sus gestiones con criterios claros de desarrollo y políticas tributarias de equidad social.

Un dirigente que desdeñó la mera obtención de cargos si no le significaban una trinchera para el combate por sus ideales.

De hecho, no le importó abandonar la Anses, en un cargo que para muchos significa apenas "una caja para hacer política", luego de aplicar eficiencia y honestidad a su gestión desde su larga experiencia como administrador de bienes públicos, creyó que lo correcto era aplicar ese sobrante a sus auténticos propietarios: los jubilados, aun contrariando al Presidente y al propio Fondo Monetario Internacional.

Con Melchor Posse se bate en retirada una raza de políticos de estirpe, aquellos que subordinan sus ambiciones o alineamientos personales en pro de sus sueños, nuestros sueños.





Fuente: “Recuerdos de un hombre que combatió por sus ideales” por Arturo I. Flier para La Nación del 17 de enero de 2005.

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lunes, 31 de octubre de 2016

Melchor Posse: "Moriré siendo radical" (23 de octubre de 2002)

Melchor Posse estaba exultante. La expulsión partidaria pareció afectar poco al diputado. “Moriré siendo radical, por más que algunos que se han adueñado del comité provincial y que hace muchos años vienen manteniendo una relación de dependencia, son asalariados de (Eduardo) Duhalde, ahora me expulsan”, espetó ayer, algunos minutos después de que se anunciara oficialmente que sería el compañero de fórmula de Adolfo Rodríguez Saá.

“No me afecta la expulsión”, dijo el dirigente durante una charla que mantuvo con LA NACION. También ahondó en sus ataques contra los dirigentes de la UCR bonaerense. “Entregaron la posibilidad de construir un proyecto nacional y popular por el enfrentamiento masivo que le hicieron a (Fernando) De la Rúa, que ya tenía demasiados errores. Tejieron una relación muy estrecha con Duhalde. Trabajaron para voltear a De la Rúa y rápidamente se pusieron a las órdenes de Duhalde presidente”, dijo.

-¿Incluye a Alfonsín?

-Por Alfonsín tengo respeto. No creo que él haya tratado de voltear a De la Rúa. Fueron sus hijos políticos: Federico Storani, Leopoldo Moreau y Juan Manuel Casella.

Dice que “no sería la primera vez que un extrapartidario ocupa un lugar en la fórmula del peronismo, como cuando Perón llevó a Quijano”.

-¿Ya habla como ex radical?

-En el momento que acepté esto pasé a ser independiente.

-¿Qué hará con su banca?

-La seguiré ocupando. Formaré un bloque aparte, ya lo analizaré.

-¿Cree que el PJ tendrá internas?

-No creo. Hay muchas peleas y trampas entre Menem y Duhalde. Terminarán juntos porque los une el espanto a que gane la línea nacional y popular. La fórmula nuestra es del Movimiento Nacional y Popular y será inscripta en las elecciones internas del PJ y en los comicios generales, si la interna es tramposa.

-¿Evitarán la interna con una ley de lemas?

-Es tanta la trampa que no entiendo cómo harán.




Fuente: "Moriré siendo radical" Entrevista al Dr. Melchor Posse candidato a Vicepresidente por el Frente Nacional y Popular en Diario La Nación por la periodista Maria O' Donnell, 23 de octubre de 2002.
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jueves, 12 de noviembre de 2015

Arturo Frondizi: "Los Desarraigados" Prólogo (1964)

"La oligarquia reaccionaria no le perdonará nunca al Dr. Posse este libro"

Toda empresa de transformación nacional supone un enfrentamiento con las estructuras mentales, económicas y sociales en vigencia. Este enfrentamiento sera tanto mas duro cuanto sea mayor la decisión de aplicar la política que la haga posible.

En 1958 se inicio en la Argentina una política cuyos objetivos fueron claramente expuestos. No eran objetivos que pertenecieran a un partido singular o un sector aislado: sintetizaban un anhelo nacional de desarrollo, pacificación y legalidad. Se trataba de colocar a un país rezagado, al ritmo vivo y dinámico de una época cuyas exigencias son crecientes. Los hombres que fueron llevados al gobierno por la decisión popular de febrero de 1958 estaban investidos de un mandato concreto: cambiar las pautas anacrónicas que ahogaban la capacidad creadora de veinte millones de habitantes, para facilitar una pacifica realización del país.

La responsabilidad emanada del veredicto popular debía ser cumplida en varios niveles institucionales: en el orden nacional, por de pronto, y en el de las diversas provincias y municipios. Naturalmente, el éxito del impulso transformador dependía de determinadas condiciones específicas, que iban desde el diverso grado de resistencia que encontraría hasta los factores personajes de sus animadores. Debo decir, con orgullo, que los hombres que me acompañaron en la aventura transformadora de Argentina cumplieron con su deber y respondieron cabalmente al mandato popular.

Una de las figuras que sirven para medir como los ciudadanos que integraban los equipos comprometidos en una política de transformación fueron consecuentes con ese mandato, consiste en establecer el grado de resistencia que provoco su acción de gobierno. Es sabido que desde la prisión hasta la agresión física, desde la acción psicológica sistemática hasta la calumnia orquestada, todos los recursos fueron utilizados por los sectores del estancamiento para eliminar física o moralmente a los protagonistas más audaces de la empresa de transformación emprendida en mayo de 1958. Y cuanto mas duro fue el castigo que sufrieron estos hombres, mas decidida fue —puede afirmarse con certeza— su acción de gobierno y mas hondas las transformaciones que promovieron.

Este es el caso del doctor Melchor Ángel Posse, que en el ámbito donde volcó su vocación de servicio publico -la populosa Municipalidad de San Isidro— llevo a cabo una intensa y perdurable labor, cuyas peripecias detalla en las paginas que siguen. Fue la suya una lucha dura q azarosa, acompañada permanentemente por el auspicio popular.

Tuvo que pagar, como tantos otros soldados del desarrollo, un áspero precio de persecución. Un precio que en un espíritu menos fuerte hubiera dejado un amargo saldo de resentimiento y cansancio.

Pero el doctor Posse mantuvo su alma fresca; e intacta su vocación de servir a la comunidad.

El libro que va a leerse es un interesantísimo testimonio de la lucha que debió librar un hombre joven llevado a altas responsabilidades, cuando supo asumir hasta el final el mandato  que su pueblo le había otorgado. Y además de testimonio, este libro es también una prevención a aquellos que han abrazado la causa nacional, para que sepan cuanto cuesta ser fiel a ella.   

Y a todos los que intentan impedir el triunfo popular, atrincherados en las estructuras del estancamiento, este libro servirá para probar el espíritu que anima a los hombres del Desarrollo y lo difícil que es luchar con éxito contra una conciencia que ya ha asumido todo un país.

Arturo Frondizi


Melchor Posse durante su primera intendencia de San Isidro (1958-1962) en una visita a la localidad de Villa Adelina. Fuente: Familia Iriarte.






Fuente: Prólogo del Dr. Arturo Frondizi al libro "Los desarraigados" del ex Intendente de la  Ciudad de San Isidro Dr. Melchor Angel Posse, Editorial Desarrolo 1964.
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