En septiembre de 1990, fundabamos, con un grupo de amigos, una nueva linea politica en el radicalismo marplatense: el PAR (Pensamiento y Acción Radical).
El texto siguiente fue distribuido entre adherentes al radicalismo, a modo de informacion sobre lo que aspiraba a ser la nueva linea politica.
Forma parte de la historia del radicalismo argentino, y creo que toda agrupacion politica que tenga cierta permanencia en el tiempo, la inequivoca existencia de lineas internas.
Esta palpable realidad, seguramente constataba a poco que se rastree el devenir historico de la UCR, deja algunas reflexiones insoslayables.
No hay historia partidaria sin ese proceso dialectico en el que diversas posturas ideológicas dentro del mismo partido se van sucesivamente superando y, como resultado de tal lucha constante, vivificando el partido que, no obstante los cambios que sobrevienen de tal enfrentamiento, va permaneciendo a lo largo del tiempo y del espacio en que esta insertado socialmente.
No habría radicalismo que hoy tenemos sin las sucesivas pujas que desde Alem hasta Alfonsín han ido gestando permanentes posturas internas (llamadas líneas), dado que resultaría inintelegible para la razón comprender lo que hoy somos como partido si no fuera a la luz de tal presencia de pensamientos diversificados que a lo largo de un siglo han ido incorporando elementos doctrinarios sobre los que hoy el radicalismo se asienta.
De los puntos anteriores se desprende que la lucha interna, ademas de necesaria, es deseable, pues hace al ritmo vital del partido.
Lo malo, lo verdaderamente dañino es la perversion de tal interna convertida en “internismo”. Este “internismo” sobreviene cuando la lucha tiene como objeto el poder por el poder mismo, y como medio intereses personales o sectoriales, huecos de toda propuesta doctrinaria que le dé sentido a la aspiracion de poder.
Podrá apreciarse, por lo dicho, que resulta saludable para la vida partidaria -segun la historia lo confirma- la aparicion de nuevas líneas internas.
El P.A.R. (Pensamiento y Accion Radical) aspira a ser una linea interna. ¿Para que?
ALGUNAS RESPUESTAS
Para recuperar viejos principios de estricto orden moral que los arduos años de poder fueron desdibujando como elemento de consideracion entre los ciudadanos.
Para que -aprendida la leccion- nunca más sometamos al partido a una lamentable unificacion con el gobierno, de suerte tal que ambos, frutos de esa maliciosa fusion dejen de ser lo que realmente debieran ser.
Para abrir los cauces participativos bajo la clara idea de que la politica no es una pura gimnasia para llegar al poder, sino una militancia civica que reclama vocacion de servicio, consolidacion doctrinaria y capacitacion permanente.
Para darle nuevos contenidos a un partido inserto en una sociedad que cambia y que, en tal cambio, reclama una adecuacion constante de parte de los partidos, si es que no desean ser superados por la historia.
Para que estos contenidos nuevos no sean el resultado de dirigentes que a modo de oráculos -bajen linea- se termina dando de baja a la linea.
Para federalizar el partido, recuperando los protagonismos ciertos de los distritos, y evitando las ingerencias patriarcales de la provincia o de la nacion que operan como -referentes- a los que ha de supeditarse toda iniciativa politica.
Para que los futuros hombres de gobierno -y no los tecnocrátas- sean egresados de su propio partido politico, que fue capaz de crear las condiciones para convertir al comité en una deseable escuela de capacitacion civica y tecnica.
Para crear las condiciones internas que dentro de un tiempo permitan que otra linea interna venga, como nosotros hoy lo hacemos, a reclamarnos sin traumas de ninguna especie, la obligacion de actualizarnos.
En suma, el PAR no es otra cosa que la vocacion por llevar hasta sus ultimas consecuencias esta propuesta partidaria que, más allá de los elementos doctrinarios ya detallados, esté revestida de una profunda carga efectiva.
No hay tarea importante realizable si no se la asume desde una generosa disposicion afectiva. Creemos que tambien la politica, tan manoseada, tan bastardeada, puede – y debe- ser territorio para los que quieren y para los que sueñan.
Fuente: "El P.A.R algunas respuestas" en "A la altura de la gente 1975-2000" de Blas Aureio Aprile ex intendente de la ciudad de Mar del Plata, septiembre de 2000, Ediciones System Graphic.
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