Sr. Amaya. —
Señor presidente: la significación del hecho que nos ocupa supera, y con mucho,
la de un hecho que es tremendo en cuanto a la magnitud, en cuanto a lo
vandálico, en cuanto al ataque que busca segar una vida, ya que pretende
perpetuar y fundamentar toda una política regresiva de neto corte fascista.
Es necesario hacer oír la voz de repudio y ratificar, una
vez más, que los hechos intimidatorios no habrán de hacer dejar de lado en ninguno
de nosotros la vocación de militancia en la lucha por la liberación nacional y
social de nuestra patria. Es necesario, ante la repetición de un hecho de esta
naturaleza, ratificar esa conducta y esa militancia.
Venimos, pues, a repudiar este atentado, en cuanto es un
acto vandálico; pero venimos también a ratificar el compromiso contraído con nuestro
pueblo y con el futuro de nuestra patria de que habremos de trabajar
decididamente para la transformación de esta sociedad y para romper los lazos
de la dependencia.
No es esto dictado por un vínculo o por una relación
personal. Es, sí, un decidido compromiso de quienes compartimos una posición de
lucha, de quienes ocupamos un puesto en el futuro argentino. Ratificamos,
entonces, que nuestra actitud no habrá de ser comprometida por estos hechos,
cualquiera sea la violencia que ellos tengan.
Agradecemos a la Cámara su pronunciamiento, porqué sabemos
que en definitiva se va a ratificar una posición auténticamente nacional y de
liberación, y al reiterar nuestro repudio, manifestamos el sentido que tiene
nuestro compromiso. (Aplausos prolongados.)
La flecha señala el coche del doctor Hipolito Solari Yrigoyen, afectado por el fuerte estallido. El legislador resultó herido en ambas piernas y con diversas quemaduras. |
Fuente: “Atentado contra el senador Solari Yrigoyen” por el
Sr. Diputado Nacional Mario Abel Amaya en H. Cámara de Diputados de la Nacion
Argentina, 21 de noviembre de 1973.
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