ACTA ENTRE EL MINISTRO VITOLO Y LOS SECRETARIOS MILITARES
En Buenos Aires, a los 29 días del mes de enero de 1962, la invitación
del señor Ministro de Defensa Nacional, en S.D. y con su asistencia, se
reunieron los señores secretario de Guerra, general de División Dn. ROSENDO
MARIA FRAGA; de Marina, contraalmirante (R.A.) Dn. GASTÓN CARLOS CLEMENT y de Aeronáutica,
brigadier (R) Dn. JORGE ROJAS SILVEYRA, respectivamente y el ministro del Interior, doctor Dn. ALFREDO ROQUE VITOLO.
El objeto de la reunión fue considerar la situación creada a
raíz de las candidaturas a diputado nacional, por la Capital Federal y vicegobernador
de la Provincia de Buenos Aires de Juan Domingo Perón.
EI ministro del Interior informo acerca de las candidaturas
de Juan Domingo Perón, señalando que había doble motivo que hada imposible toda
candidatura del ex presidente depuesto par la Revolución Libertadora. Una
primera causa jurídica, en razón de que pesa sobre el mismo inhabilitaciones
para el ejercicio de los derechos electorales. La ley establece que los
rebeldes en causa penal serán eliminados del padrón respectivo. Con respecto a Perón
fue declarado rebelde en distintas causas penales y por su condición de prófugo
ha sido eliminado del Registro de Electores de la Capital Federal. En
consecuencia no puede ser elegido quien no puede elegir.
La segunda razón es de carácter político e histórico. La Revolución
Libertadora puso fin a un régimen negatorio de las libertades fundamentales y
por un decreto ley vigente esta proscripto el partido peronista y cualquier
otro que se le identifique y, naturalmente, la persona responsable directa del régimen
abatido por la Revolución. El gobierno, tal como lo expresara el excmo. Señor
presidente de la Nación y el ministro que habla, esta firmemente dispuesto a
impedir cualquier forma de retorno al sistema derrocado el 16 de septiembre de
1955. El régimen de legalidad que vive el país es consecuencia del hecho revolucionario
Y el gobierno va a defender esa legalidad en todas circunstancias y sin
hesitar. Ello sin perjuicio de que quienes fueron partidarios del ex dictador
puedan organizarse en la legalidad, sumándose a la convivencia nacional con objetivos pacíficos y
democráticos. Lo que esta inhabilitado es Perón y su régimen.
Los señores secretarios militares coincidieron en señalar
que las Fuerzas Armadas no intervienen en el campo político ni esta en su misión
interferir la acción política del gobierno. Pero ello no significa en manera
alguna que estén dispuestas a permitir la restauración del régimen de oprobio
derrocado por la Revolución Libertadora ni el retorno de Juan Domingo Perón ni
de los responsables, conjuntamente con el, de agravios inferidos ala Nación, a
la libertad y a la humanidad, delincuentes que no pueden ocupar cargos
electivos ni de otra naturaleza sin desmedro de la dignidad nacional. En ese
sentido, los señores secretarios militares señalaron que están
inquebrantablemente decididos a impedir con todos los medios a su alcance el
retorno al poder o a la vida política del prófugo depuesto o a la restauración
del régimen oprobioso por el creado y que padeció el país. Expresaron asimismo,
que las Fuerzas Armadas ampararan y defenderán el proceso argentino de reconstrucción
democrática que ha costado tantas victimas y tantos sacrificios. Dejaron
aclarado que en ningún caso su actitud estaba referida a la masa engañada y
desviada sino al régimen totalitario instaurado por el ex-dictador y aquellos
que con él son los responsables directos del agravio inferido a la Nación, a la
libertad, a la religión y a los derechos humanos.
Los señores secretarios militares, por ultimo, manifestaron
que esta decisión debía quedar expresada en acta y ser rubricada por todos los presentes,
como asimismo, ser puesta en conocimiento del Excmo. Señor presidente de la Nación
y comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Fuente: “Acta entre el ministro Vitolo y los secretarios militares”, 29 de enero de 1962 en Crisis sin Salvataje: La crisis politico-militar de 1962-63 de Eugenio Kvaternik, Ediciones del Ides, Buenos Aires, 1987.
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