La Unión Cívica Radical y el Catolicismo
Declaración de la Mesa Directiva del Comité Nacional
La Unión Cívica Radical, a raíz de versiones circulantes
puestas al servicio de la confusión, cree llegado el momento de dirigirse a los
católicos argentinos y explicar, con toda claridad, su posición con respecto al
catolicismo, para así evitar equívocos que desvirtúan su histórica trayectoria política.
La Unión Cívica Radical se cuidó, con saludable tolerancia,
para que los deberes de su disciplina interna no afectasen, en momento alguno,
las preferencias confesionales de sus afiliados. Es por eso, que pudo acoger en
sus filas y conciliar alrededor de su esperanza, a personas que tienen
opiniones no coincidentes en materia religiosa.
Es notorio que en la Nación predomina una inmensa mayoría
cristiana y católica. El Radicalismo, en que se refleja la misma, nunca tuvo,
en la oposición o en el gobierno, dificultades frente a la Iglesia sostenida
por el Estado.
Es público, así mismo, que su programa partidario no incluyó,
entonces ni ahora disposición alguna dirigida a provocar la separación de la
Iglesia y el Estado o a instituir la disolución del matrimonio por la vía del
divorcio. Y en cuanto el problema de la religión en la escuela, el radicalismo
se jacta de haber proclamado la libertad de enseñanza con todas sus
posibilidades útiles, de acuerdo con su histórica premisa de respeto por el
hombre.
La Unión Cívica Radical comprende que la Iglesia tiene que
estar al margen y por encima de toda tendencia partidista que niegue los
valores humanos, pero no entiende que la religión pueda profesarse con
plenitud, prescindiendo del patriotismo. Por eso advierte que los gobiernos de
tipo totalitario, al negar las esencias del hombre, malogran los sentimientos
cristianos y afirma que los católicos deben arrodillarse ante Dios, pero jamás
ante los tiranos.
La Unión Cívica Radical ha creído oportuno dirigir estas
palabras de información a todos los católicos que simpatizan con su causa, que
es la del pueblo y la de todo ciudadano que quiera vivir en libertad y dignidad.
Recíbanlas sus destinatarios, como un cordial mensaje de solidaridad en la
obscura noche porque atraviesa la Republica.
Buenos Aires, 24 de agosto de 1951.
Santiago del
Castillo, Presidente; Luis Rafael Mac Kay y Ernesto Dalla Lasta, Secretarios;
Alfredo Grassi, Domingo Cialzeta y Ángel M. Lagomarsino.
BALBIN – FRONDIZI
El Radicalismo
salvará a la Republica
Fuente: “La Unión Cívica Radical y el Catolicismo” Declaración
de la Mesa Directiva de la Unión Cívica Radical, 24 de agosto de 1951.
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