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martes, 19 de diciembre de 2017

Nicolás Gallo: "Es la crónica de un golpe anunciado" (18 de diciembre de 2011)

Nicolás Gallo, el ex secretario general de la Presidencia y uno de los hombres que despidió a De la Rúa en el helipuerto de la Casa Rosada una década atrás, recordó en exclusiva para La Prensa los pormenores de aquellos trágicos días.

"El presidente estaba atacado por todos lados, estaba agotado. No teníamos aliados, estábamos solos. Si se ve para atrás es como le decía a (el juez federal Norberto) Oyarbide, es la crónica de un golpe anunciado: si a un gobierno le vas sacando ladrillo por ladrillo un día se va a derrumbar y así pasó con el gobierno de Fernando de la Rúa", recuerda Nicolás Gallo, ex secretario general de la Presidencia y uno de los hombres que despidió al presidente en el helipuerto de la Casa Rosada una década atrás.

Gallo fue la última cara que mostró la televisión ese 20 de diciembre; fue el último recuerdo de un gobierno: "Dejen que la historia lo juzgue", resumió ese día. Hoy, 10 años después, está convencido de que al Gobierno de la Alianza lo derrocaron aliados y opositores.

Todos conocemos el final de esta historia que se presentó de la peor manera un 19 y 20 de diciembre con saqueos, estado de sitio, cacerolazos, muertos, heridos, renuncias y un presidente que por orden de la Casa Militar abandonó la Casa Rosada en helicóptero. Pero el principio del fin lo conocen pocos. Nicolás Gallo, en una entrevista con La Prensa, reveló una historia plagada de nombres, traiciones, deslealtad y autocríticas:

CHACHO ALVAREZ

-Pasaron 10 años del 19 y 20 de diciembre, pero previo a esos dos días la Alianza ya estaba resquebrajada. ¿Cuando comenzó el principio del fin para el Gobierno de De la Rúa?

-La quebró en primer lugar Chacho Alvarez cuando renunció... que el periodismo la fundamentó en el tema de los supuestos sobornos en el Senado y no fue tan así en realidad.

-¿Cómo fue?

- El se sintió molesto por la tapa de la Revista XXIII, que él suponía que tenía algo que ver con el financiamiento de la SIDE, donde en la tapa figuraba él con dos mujeres, su mujer y otra. Chacho nunca quiso ser vicepresidente de alguien, quería ser el primero de algo, no el segundo de alguien. Hay historias acá dentro que desconocen un principio fundamental en la política, la lealtad. Chacho tenía en mente desde el principio que él podía ser el reemplazante de De la Rúa en algún momento.

- La Alianza era inexistente...

-La Alianza no era una Alianza, fue un desacierto juntar cabezas que no piensan igual, que no tienen los mismos objetivos.

-Pero ahí tenía que estar la voluntad y fortaleza del Presidente en tomar una decisión. El era la persona a cargo.

-Sí, pero era muy difícil, el pensó incluso en llamar una elección para elegir un nuevo vicepresidente...

MOREAU, DUHALDE Y RUCKAUF

-Parece que no cometieron ningún error y que fueron víctimas de todo. Pero en ese primer año, política y económicamente, se cometieron errores.

-Sí hubieron errores, el impuestazo de Machinea fue un error porque castigó el consumo en un momento que por expectativa estaba cambiando la curva. Machinea no era el hombre indicado para ese momento, sin imaginación, muy burócrata.

-Pero la responsabilidad en la elección de sus ministros es sólo del Ejecutivo.

-Machinea vino de la mano de Raúl Alfonsín, el hombre indicado para muchos era Ricardo López Murphy pero López Murphy cometió el error de decir en campaña que había que bajar los sueldos del Estado en un 20 por ciento. Alfonsín insiste en Machinea... hubiese sido mejor Lavagna.

-¿Entonces fue Alfonsín quien designó a Machinea?

-Es que eso pasó porque el liderazgo político del partido lo tenía Raúl Alfonsín. Con una palabra de él se podían dar vueltas muchas cosas, a favor o en contra. Nunca Alfonsín pensó que esto iba a suceder, yo sé que a él lo pasaron por arriba.

-¿Pero quiénes operaban a Alfonsín?

-(Leopoldo) Moreau fue un gran operador, junto con Ruckauf y (Eduardo) Duhalde. Moreau y Ruckauf son un sólo corazón. Moreau es capaz de mucho daño.

GOLPE LEGISLATIVO

-Para las elecciones legislativas del 14 de octubre de 2001, por primera vez en la historia del país, el presidente de la Nación no tenía lista propia en las elecciones...

-Claro, estaba la UCR con Terragno como candidato a senador, peleando con el peronismo para ver quién era más opositor al Gobierno, quién decía las cosas más duras contra De la Rúa. Y ahí ya se empezaba a ver el principio del final, el peronismo ganó las elecciones por lejos, porque la gente tampoco vota al traidor y la UCR actuó con traición a su gobierno y a su presidente. Y vota legítimamente al opositor político y el PJ designó como presidente provisional del Senado a un hombre de su partido, el misionero Ramón Puerta, con lo cual le estaba diciendo a De la Rúa: "Cuando te echemos el poder es nuestro". Yo me acuerdo que lo llamé a Eduardo Fellner y a Eduardo Menem pidiendo que no lo hagan porque esto era, evidentemente, el preanuncio de un golpe.

-¿Y qué le respondieron?

-¡Estás loco, cómo vas a decir una cosa así! Pero era evidente, estaban poniendo en la línea de sucesión a un hombre de un cuadro político distinto al del presidente, es algo que nunca se hizo, siempre fue del partido gobernante.

-Y al presidente ¿qué le pasaba por la cabeza? Por que hasta acá sólo se ve que hay mucha crítica ajena al gobierno...

-El presidente estaba atacado por todos lados, estaba agotado. Mucho ataque, mucha deslealtad, veía que el Fondo avanzaba cada vez: el FMI bloquea un compromiso... no recuerdo si era de 3 mil o 4 mil millones de dólares, que nos hubiese permitido seguir manejando las cuentas públicas y las del Banco Central. El FMI bloqueó una decisión que ya había tomado, los frentes de batalla venían de todos lados. La agencia Bloomberg con su invento del Riesgo País, que martillaba todos los días... era un invento de ellos con la decisión de golpear a un gobierno.

EL CORRALITO

-El 2 de diciembre, Cavallo anuncia el corralito y se desata el pánico financiero en la clase media.

-Estaba la posibilidad de la caída de Lehman Brothers, de que caiga un banco y si caía un banco caían sus clientes y eso se consideró muy peligroso porque si cae un banco caen otros. Los únicos que se salvaban era el Banco Nación y nadie más, ni el Banco Provincia se salvaba. Lo que fue duro fue el corralón de Duhalde que confiscaba los fondos, el corralito fue sacarle 250 pesos por semana. La idea inicial de Cavallo era de 1000 pesos en vez de 250, pero tan mal estaban los bancos provinciales que De la Sota le rogó de rodillas a Cavallo que se haga por 250 pesos porque sino se le caía en 24 horas el Banco de Córdoba. Y esto es algo que contó Cavallo a los pocos días.

19 DE DICIEMBRE

-El 19 de diciembre fue una jornada violenta, comenzaron a profundizarse los saqueos en la provincia, la gente salió con las cacerolas y fue el día que se decretó el estado de sitio.

-Cavallo creía que, en el discurso, De la Rúa iba a anunciar que le había aceptado la renuncia, creía que iba a hacer un anuncio sobre el cambio en la política económica. El estado de sitio viene por los saqueos, no por los cacerolazos. Se veía a las claras que la policía de la provincia de Buenos Aires, comandada por Juanjo Alvarez, había sido instruida de dejar zonas liberadas, liberaron la custodia de la Quinta de Olivos, que si hubieran saltado el cerco tendría que haber actuado el cuerpo de Granaderos que protege al presidente. Juanjo Alvarez retiró la custodia presidencial de la Quinta de Olivos, a esos niveles de irresponsabilidad absoluta llegaron.

-También se denunció que en varias localidades del conurbano los mismos intendentes promovían los saqueos.

-Es que no solamente liberaban la zona de la policía sino que incentivaban a los intendentes a que la gente tomara lo que necesitaba. Eso fue clarísimo, saqueos incentivados por los varones del conurbano, la policía, el grupo Ruckauf...

-¿Y Duhalde?

-Duhalde y Ruckauf hacen una buena dupla de irresponsables...

-En la Plaza de Mayo ya había muertos, los destrozos y la violencia iba en aumento ¿Quién dio la instrucción de desalojar la Plaza de Mayo?

-El ministro del Interior era Mestre (Ramón) pero la que dio la instrucción de que despejen la Plaza de Mayo fue la jueza María Romilda Servini de Cubría, esto está documentado en el proceso judicial, pero eso no lo sacan. La orden fue de la jueza y fue una orden razonable porque era una situación peligrosísima.

-Esa noche, en medio del estado de sitio, los incidentes y los saqueos, renuncia Cavallo.

-Renuncia desde su casa. A las 11 de la noche me llama Carlos Bastos, el ministro de Infraestructura, para decirme que Cavallo había presentado su renuncia pero que no encontraban al presidente. Cavallo renuncia dos horas después del estado de sitio y después de recibir un violento cacerolón en la puerta de su casa.

-¿Y el Presidente dónde estaba?

-Estaba en Olivos, los edecanes no se lo pasaron o vaya a saber qué pasó o no lo habrá querido atender. Yo llamé el edecán y le conté lo que pasaba. Al mismo tiempo, Colombo estaba reunido con un grupo de gobernadores en el Hotel Elevage, cuando reciben la noticia de Cavallo, ellos estaban tratando de encontrar una fórmula transitoria...

20 DE DICIEMBRE

- Al presidente no le quedaba mucho margen ante la presión legislativa...

- Ante esa situación y ante la posibilidad de un juicio político, los desmanes en la calle, la imposibilidad de llevar adelante ningún acuerdo, porque incluso los gobernadores peronistas que estaban reunidos en Merlo no tenían poder real... el Congreso tenía ése poder y respondía a Duhalde y a Ruckauf, el poder estaba ahí. Duhalde era senador ya y era el operador del Congreso. Con todo esto, al Presidente no le cabía otra opción que la renuncia.

- Pero él antes de renunciar, dio un discurso al pueblo y le pidió al peronismo que lo ayude a conformar un gobierno de transición.

-En una entrevista yo dije que si pensaban que De la Rúa era el responsable y que con eso ellos estaban contentos, no había ningún problema pero la realidad es que no se le puede echar la culpa a una sola persona cuando los males de la República se vienen arrastrando por años. Vean lo que cada uno hizo, qué ganaron, qué querían, por qué voltearon a un gobierno.

DE PUÑO Y LETRA

-La renuncia la escribió de su puño y letra. ¿Cómo se vivió ése momento en la intimidad de la Casa Rosada?

-Eran las 5 de la tarde cuando escribió la renuncia. Estábamos Rodríguez Giavarini, Lombardo, Colombo y Loiácono. Fue un momento interesante, porque Colombo seguía con la idea de que era negociable, de que todo es negociable, no sé qué tenía en mente, y De la Rúa decía que ya se había acabado. Entonces Colombo trata de pedirle el papel de la renuncia para que él sea quien lo lleve al Congreso y De la Rúa le dice: "Vos no, lo va a llevar el Doctor Loiácono". Y se lo dio a él porque Loiácono iba a cumplir a rajatabla y no a esperar o demorar un poco. De la Rúa ya tenía en claro que las cartas estaban echadas y no había nada más para hacer.

-¿Lo charló con ustedes, lo consultó con su gabinete?

-No, se fue a un saloncito sólo, estuvo pensando media hora, volvió y escribió su renuncia. Cada uno tiene su personalidad pero es muy difícil gobernar con todos los factores de poder en contra. Estaba sólo al renunciar. Antonio no estaba. Aún más, el famoso discurso del 19 de diciembre no lo escribió Antonio como dicen, la última versión la escribió De la Rúa. Antonio había redactado una versión, que De la Rúa desestimó diciendo: "Este chico no entiende nada". En ese momento después de escribir, De la Rúa se queda medio sólo.

-¿De quién fue la decisión de que De la Rúa se marchara en helicóptero tras la renuncia?

- Todos los días De la Rúa se iba en helicóptero como hace la Presidenta, como lo hizo Néstor y como hizo Duhalde. La salida no se hace por tierra. La diferencia es que quien le aconsejó ir a tomar el helicóptero al helipuerto de la Casa Rosada fue el encargado de la Casa Militar porque no podía garantizar la seguridad del Presidente ante los disturbios que había en la calle. El tenía las facultades para hacerlo y se opuso a que lo haga por tierra. La gente estuvo a punto de entrar a la Casa Rosada, el jefe de la Casa Militar actúo muy bien.

-¿Cómo fue la sensación de acompañar al presidente en ése último trayecto?

-Fue un momento anunciado, estábamos Giavarini, Lombardi, el edecán de la casa militar, Ostuni...

-Ya sé que era anunciado pero ¿cómo estaban, sentían tristeza, bronca, resignación, cansancio?

-El presidente estaba fundido, un final, si bien anunciado, cuando se produce es durísimo, es una ilusión, un sueño que se apaga al instante. Habíamos hecho cosas buenas para el país y para la Ciudad.








Fuente: Crisis de 2001: Crónica de una caída anunciada, entrevista a Nicolás Gallo, ex secretario general de la Presidencia en el Diario La Prensa, 18 de diciembre de 2011.

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