Compatriotas:
Desde el jueves vivimos días de tensión, vivimos días de
tristeza, pareciera que en el tiempo histórico ha habido un segundo en que el
pasado nos ha alcanzado.
Pero yo le pido a la juventud argentina… le pido… a la
juventud argentina… que mas allá, que mas allá de este fenómeno comprenda
imparsiva en toda su magnitud, lo que significa como lección para los tiempos
que han de venir. Esta extraordinaria solidaridad con la democracia argentina
puesta de manifiesto por la totalidad de nuestro pueblo.
Les digo por encima de la tristeza, advierta hasta que punto
hombres de distintas militancias políticas, distintos sectores sociales, los
trabajadores de la Argentina, los empresarios, el mundo de la cultura, todo en
fin nos ponemos de pie para defender las instituciones de la Republica.
Y le pido a los pueblos del mundo que por encima de estos
lamentables episodios comprendan perfectamente bien hasta que punto esta
galvanizada en el corazón y el sentimiento de los argentinos un estilo de vida
democrático.
Estamos demostrando los argentinos con esta presencia y con
la presencia en todas las plazas de la República cosas importantes y que lo
sepan en el mundo, en primer lugar estamos demostrando acabadamente la
definitiva decisión de vivir en democracia.
En segundo lugar,… en segundo lugar, estamos demostrando la
fuerza de la movilización pacífica de la ciudadanía, que es más fuerte que la
violencia.
Y, en tercer lugar,… en tercer lugar, cuando el pueblo se
nucleaba a los costados del camino, por donde avanzaban las tropas de las
fuerzas armadas, leales, con aplausos y con abrazos, también demostramos que no
estamos contra los militares, cuando los militares quieren cumplir con su
deber.
Ustedes y yo,… ustedes y yo, todos en la Argentina, saben lo
que estamos arriesgando. Es mucho más que un absurdo golpe de estado, estamos
arriesgando un futuro nuestro y un futuro de nuestros hijos, estamos arriesgando
sangre derramada entre hermanos. Es por eso que antes de proceder, he resuelto,
he tomado una decisión. Dentro de unos minutos saldré personalmente a Campo de
Mayo a intimar la rendición de los sediciosos.
Yo les pido a todos,… les pido a todos que me esperen acá.
Les pido que me esperen acá, y si Dios quiere y nos acompaña a todos los
argentinos, dentro de un rato vendré con las soluciones. Dentro de un rato vendré
con la noticia de que cada uno de nosotros podemos volver a nuestros hogares
para darles un beso a nuestros hijos y en ese beso decirles que le estamos
asegurando la libertad para los tiempos.
-Un par de horas más tarde-
¡Raúl querido, el Pueblo esta contigo!
¡Raúl querido, el Pueblo esta contigo!
¡Raúl querido, el Pueblo esta contigo!
Compatriotas… compatriotas… compatriotas… compatriotas.
¡Felices Pascuas!... Los hombres amotinados han depuesto su actitud. Como
corresponde serán detenidos y sometidos a la justicia…
Se trata de un conjunto de hombres, un conjunto de hombres,
algunos de ellos héroes de la guerra de las Malvinas, que tomaron esta posición
equivocada y que han reiterado que su intención no era de provocar un golpe de
Estado. Pero de todas formas, han llevado al país a esta conmoción, a esta
tensión, y han provocado estas circunstancias que todos hemos vivido de la que
ha sido protagonista fundamental el pueblo argentino en su conjunto.
Para evitar cerramientos de sangre, dí instrucciones a los
mandos del ejército para que no se procediera a la represión y hoy podemos
todos dar gracias a Dios: La casa está en orden y no hay sangre en la
Argentina.
Le pido al pueblo que ha ingresado a Campo de Mayo que se
retire, es necesario que así se lo haga. Y le pido a todos ustedes, vuelta a
sus casas, a besar a sus hijos, a celebrar las Pascuas en paz de la Argentina.
RAÚL RICARDO ALFONSÍN
Fuente: Palabras del señor Presidente de la Nación Dr. Raúl Alfonsín en los balcones de la Casa Rosada al obtener la rendición de los Carapintadas, 19 de abril de 1987.
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