Buenos Aires, 10 de
noviembre de 1959
PROYECTO DE
DECLARACIÓN
LA HONORABLE
CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION
DECLARA:
Que verla con agrado
que el Poder Ejecutivo resolviera gestionar el establecimiento de relaciones diplomáticas
permanentes con la Republica Popular China.
LUIS AGUSTÍN LEÓN
Señor Presidente:
La Republica Argentina tuvo tradicionalmente una generosa y
amplia política internacional. Ella estuvo basada permanentemente en nuestra
solidaridad con todos los pueblos del mundo y el respeto a sus propias
autodeterminaciones. Esa doctrina y aquella tradición mueven la presentación de
este proyecto de declaración.
A través de un proceso revolucionario interno el pueblo de China
continental se ha dado gobierno y concreta los elementos propios de soberanía
como para merecer su reconocimiento.
No puede Argentina desconocer aquella realidad. No hay
estrategia que nos imponga la humillación de violentar nuestras propias
convicciones nacionales.
La Republica Popular China es en población la cuarta parte del
mundo. En estos instantes a través de observaciones propias está promoviendo
una cierta recuperación en sus procesos de producción y elevando el
"standard" de vida de ese pueblo largamente explotado por el
caudillismo, las guerras y el imperialismo.
Las relaciones diplomáticas significarían posibilidades de intercambio
comercial y cultural. Especialmente en instancias como las actuales donde la
necesidad de ubicar nuestra producción clásica nos impone la búsqueda de nuevos
mercados. Los setecientos millones de habitantes de China son toda una
posibilidad de mejoramiento argentina. Lanas, tanino y numerosos otros artículos
podrían ser intercambiados con la floreciente industria de China.
Largo serla fundamentar esta declaración a través de informes
comerciales, estadísticas y cifras que alienten su ejecutoria en el campo
comercial.
No creo merezca consideración de inhibición seria la
desigual estructura ideológica de la Republica Popular China.
Es tiempo ya de que recupere el país su valentia internacional
que nunca se asentó sobre cañones y sí sobre la moral que debe regir la vida de
los estados en el ámbito universal.
No puede nadie presionar nuestras conducciones ni torcer los
rumbos de nuestra vocación. Si la realidad de un Estado comunista en China
frena su reconocimiento, ¿Por qué entonces nuestras relaciones con los demás
socialistas? ¿Cual es la tesitura para la discriminación?
Valga afirmar que el Reino Unido comerció el año pasado con China
par valor de treinta y tres millones de libras y que Italia, de gobierno católico,
ha resuelto el mes anterior nombrar delegación comercial en China.
¿Por qué entonces, nosotros que proclamamos orgullosos
nuestra solidaridad con los pueblos, permanecemos en silencio ante una realidad
de China indescifrable?
Nada lo impide en el terreno del derecho internacional, ni
en lo doctrinario y todo lo apoya en el campo limpio de las decentes objetividades.
No abundaré en conceptos que son conocidos por los señores diputados
y que afirman mi presentación. En la oportunidad de su tratamiento ampliaré la
argumentación favorable a la aprobación de este proyecto que tiene la esperanza
de superar un déficit de nuestros negocios extranjeros, reconociendo a uno de
los pueblos más jerarquizados de la historia del mundo en su calidad de Republica
independiente.
Fuente: León, Luis Agustín - Adopción de medidas necesarias
a los efectos de gestionar el establecimiento de relaciones diplomáticas
permanentes con la República Popular China.
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