Un dirigente actual de la UCR mendocina, nos presentó el
siguiente relato:
“Mi padre era el
tabernero del Club de Armas cuando lo mataron a C. W. Lencinas. Yo era pibe, y
lo vi. La muerte de Lencinas estuvo preparado por Balbín. Balbín no era
radical, pero se hacia pasar por radical. Mientras él estuvo, yo me abrí del
partido”
(Testimonio de José
Repetto, entrevista personal)
Las ideas del imaginario popular se proyectaron sobre la lucha
política durante largos años, especialmente en la persona de Balbín.
Esto quedó de manifiesto en repetidas oportunidades:
a) Cuando
Balbín fue candidato a presidente en 1951, sus adversarios pintarían carteles
con la leyenda:
“No vote a los asesinos de Lencinas”
b) Entre
1956 y 1957 las divisiones internas en el seno de la UCR se profundizaron hasta
cristalizar en el cisma. Como consecuencia, la UCR se dividió entre UCR
Intransigente, liderada por Frondizi y la UCR del Pueblo liderada por Balbín. En
las elecciones de convencionales constituyentes de 1957, las listas que respondían
a la conducción de Balbín (UCRP) triunfaron en el orden nacional, al obtener el
30% de los sufragios, contra 21% de la UCRI frondizista. Los balbinistas
obtuvieron sendos triunfos en las provincias llamadas “grandes”, como Buenos
Aires, Santa Fe y Córdoba. Pero en Mendoza se produjo el resultado inverso: el
porcentaje de votos balbinistas cayó al 21%, mientras que sus adversarios
superaron el 22%. La capital cuyana se convirtió en cabeza de los estados que
respaldaron al rival de Balbín (Zalduendo, 1958). Este triunfo en Mendoza se convertiría
en una carta decisiva para Frondizi, pues lo sitúo en una situación de mayor
fuerza a la hora de “vender su paquete”. En estas condiciones, los operadores políticos
de Frondizi viajaron a negociar con Perón en (enero de 1958) y lograron los
votos del proscripto partido peronista para la UCRI, que consagraron un mes mas
tarde a Frondizi en la presidencia de la Nación.
c) La
UCRP debía definir su formula presidencial para las elecciones generales de
febrero de 1958. Para ello se convocó a elecciones internas para el 15 de
diciembre de 1957. Se enfrentaron las formulas Ricardo Balbín – Santiago del
Castillo y Miguel Ángel Zavala Ortiz – Ernesto Sammartino. Los primeros
alcanzaron un amplio triunfo, por 187.762 votos contra 132.310 de sus
adversarios. Estos solo se impusieron en tres provincias, entre ellas Mendoza,
que de esta manera volvió a darle la espalda a Balbín.
d) En
las campañas previas a las elecciones presidenciales de 1951 y 1958, Balbín
procuraba recorrer las principales ciudades del país como candidato radical; no
obstante, en Mendoza el Comité Provincia se mostraba esquivo ante las demandas
del Comité de Campaña del orden nacional. Los dirigentes mendocinos entendían
que era poco conveniente que Balbín visitara Mendoza.
Fuente: Pablo Lacoste "La Unión Cívica Radical en Mendoza y en la Argentina" (1890-1946), Ediciones Culturales de Mendoza, 1994.
No hay comentarios:
Publicar un comentario