a) La requisitoria
del fiscal (fs. 28 y sgs. del 8vo. Cuerpo).
El fiscal Mario Casariego considero cada uno de los hechos
imputados, en forma separada, en los autos en que se proceso a Balbín por
desacatos reiterados al señor Presidente de la Nación, entonces general de división
Juan Domingo Perón; y también al ex Ministro de Educación de la Nación, doctor
Oscar Ivanissevich, al Ministro de Trabajo y Previsión de la Nación, José María
Freire, y al de Asuntos Políticos de la Nación, doctor Ramón Subiza. Detallo
los hechos y las expresiones, según los discursos pronunciados en diversos
lugares, las fechas y el numero respectivo de las causas, especificando en cada
caso las pruebas de que se tratara, testimonios, versión taquigráfica, etc.
Antes de mencionar esas expresiones, que motivaron los
procesos, es conveniente recordar, como lo hizo Mercader, que no había una intención
perversa. Fue consecuencia de las circunstancias, caracterizadas por una gran
distancia social y una fuerte tensión por obra de la arbitrariedad del poder,
de las persecuciones, los encarcelamientos, las restricciones a la libertad, la
opresión y la represión. El despido o la cesantía de los trabajadores no
peronistas, las torturas, el sectarismo y la parcialidad manifestada en todos
los ámbitos. La politización de ámbitos gremiales y de la educación, que debían
desenvolverse bajo el signo del peronismo, la peronización de la justicia y la administración
publica, fueron creando un clima insoportable que llevaba a una respuesta digna
y de valor y coraje cívicos. Esto esta basado en las vivencias y en los hechos
documentados, no en la bibliografía en la que se narran episodios de difícil comprobación,
cuando no propios de las usinas del rumor político y de la invención con el fin
de menoscabo. Probablemente las expresiones de Balbín, como también las de
muchos dirigentes y jóvenes que emprendieron esa tónica, fueron dictadas por la
pasión, pero habría que computar, por otro lado, los motivos de los
comportamientos desarrollados desde los ámbitos del poder político estatal.
Hecha esta digresión, pasare ahora a especificar los conceptos en que se basa
el fiscal para solicitar la aplicación de una pena frecuente- mente superior a
la que se solicita para ciertos homicidas.
Eduardo Giorlandini
Eduardo Giorlandini
Primero: Adrogue,
10 de noviembre de 1949. Llamó a Perón "dictador",
"payaso, patrón de la GESTAPO y mentiroso".
Segundo: San Nicolás,
4 de febrero de 1950. Aludiendo a Subiza:
"Hay en este
pueblo una persona que ha cometido dos delitos; el primero, haber traicionado
al Partido Radical, y el segundo, servir de 'valet' a la señora del
Presidente."
Tercero:
Pergamino, 5 de febrero de 1950. “...quisiera
olvidarme de Perón, Evita y Mercante, porque acordarme de esto es acordarme de
la antipatria".
Cuarto: Ramallo,
4 de febrero de 1950. Refiriéndose a Perón:
"...esta hecho
una porquería".
Quinto: Rojas, 7
de febrero de 1950. Que el Presidente de la Nación había "mantenido siempre una política baja y traicionera..."
Sexto: Azul, 22
de enero de 1950. "Los actuales
gobernantes desconocen la libertad, moral y honor". "Perón es un
dictador". "...que se pretende terminar con todo lo que es una garantía
y una decencia dentro del país", "...que se utilizaba al General San Martín
para los mas bajos menesteres dentro del país en America y dentro del
mundo" y "que la esposa del señor Presidente era signo de la
decrepitud y de la decadencia en que estamos cayendo". "...que el
gobierno invocaba al General San Martín para los mas bajos menesteres dentro y
fuera del país y que marca con su historia regalando sables a todos los
dictadores del mundo y que también había creado una medalla del Libertador para
regalarla a todos los mistificadores de la decencia y la libertad."
Séptimo: Tapalqué,
12 de enero de 1950. " ...el país sufre y padece al señor
Presidente, perdiendo su dignidad, moral y decoro".
Octavo: Rosario,
30 de agosto de 1949. Aquí el fiscal se remite a la acusación del Procurador
Fiscal de Rosario.
Noveno: Rafaela,
4 de mayo de 1949. “...el general Perón
es el dictador N° 1 de America" y "en
su gobierno están la trampa, la defraudación y el crimen". Habría
afirmado, también, siempre según el agente fiscal, que Perón en vez de ser
calificado como el primer trabajador debería serlo como "el primer ladrón del país y que en su gobierno están la
indecencia, la trampa, la defraudación y el crimen". Que "era un oprobio para la Republica y
un peligro para el continente". Según otras versiones: "Perón es una defraudación dentro del país
y un peligro dentro del continente". Que no era el primer trabajador
sino "el primer ladrón y que se
levantaba a las seis y media de la mañana y robaba hasta las 12 de la
noche".
Décimo: Santa Fe,
20 de octubre de 1949. Según informe de la Policía Federal, que Balbín en su
discurso pronunciado en el interior del City Bar llamo "imbécil" al general Perón.
Decimoprimero: Bahía
Blanca, 4 de marzo de 1950.
" ...que el Presidente de la Republica de
espaldas a la ciudadanía" y que el Ministro de Trabajo "cuando habla por su cuenta dice
burradas".
Decimosegundo: Gonzáles
Cháves, 15 de enero de 1950. Según el telegrama del subcomisario de policía Balbín
en su discurso trato de "infeliz"
al ex Ministro de Educación de la Nación, doctor Oscar Ivanissevich.
Decimotercero:
Tres Arroyos, 6 de marzo de 1950. Afs. 38 Se encuentra agregado (séptimo
cuerpo) el informe policial en el que consta que Balbín dijo en su discurso:
"que el
radicalismo se encontraba en permanente lucha por la patria, perdido en la
inmoralidad de un gobierno de indecencia; que el presidente era un
desvergonzado y decía estupideces; que antes, por intermedio del IAPI,
demostraba habilidad de asaltantes, pero ahora roba poniendo la pistola en el
pecho. Que la patria no es la que quiere ser desde que un montón de
delincuentes se ha apoderado de ella; este gobierno es una vergüenza nacional,
al servicio de la dictadura e inmoralidad",
Decimocuarto: de
acuerdo a una versión taquigráfica habría expresado también que "usa la habilidad de carterista; que el
país ha caído en la indecencia, en el aprovechamiento de un montón de
delincuentes apañados por el poder".
El fiscal termino solicitando por estos presuntos delitos la
pena de doce años de prisión.
Fuente: Ricardo Balbin "El Radicalismo y la Republica" de Eduardo Giorlandini con una presentación del ex Presidente de la Cámara de Diputados de la Nacion Rafael Pascual, H. Cámara de Diputados de la Nación, 2001.
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