Quebro un silencio de ocho meses para que no ser
interpretado como una capitulación. Yo no debería dar una vuelta a la manzana
para colocarme en una línea popular que nunca abandoné. Pero hoy todavía hay
ciertos civiles y militares que abrigan el propósito de hacer con los que
fueron o son peronistas una Argelia en la Argentina.
Frondizi es el primer presidente argentino que se tira del
trapecio sin pensar si está o no la lona abajo. Cuenta con la mayoría de las
fuerzas armadas, que saben que expansión significa defensa de la frontera
interior. Yo estoy seguro de que el Arturo Frondizi de 1958 se encontrará con
el de 1964.
Aquella no es una fecha, es un ciclo. Ganaremos la batalla
de todos los argentinos identificados con la línea popular.
Esta realización integradora de la nacionalidad, tan
trascendente como el voto secreto, se habrá conseguido sin paredones de
fusilamiento. Hace pocos días el Dr. Alende pronuncio un discurso sobre la gran
línea nacional y popular del partido y yo señale, después de ese mensaje, que
solo hechos ciertos e inequívocos nos podrían hacer creer que estábamos en
presencia, no de una pieza retórica, sino de una vivencia política.
Hace medio siglo, un discurso desencadenaba una revolución.
Pero han pasado más de setenta años de madurez política, y el sistema nervioso
de los argentinos se ha transferido a los partidos de futbol. Quiere a cada
rato saber si esta en presencia de una cara o de una mascara. Pero viejos
luchadores contra la opresión han recibido un tratamiento hostil de ciertos
gansos a quienes solo el poder pudo haber hecho cisnes. Si la estrategia
consiste en ganar el barrio antes que la provincia, tal como lo decía Yrigoyen,
ganaremos la provincia. La Provincia de Buenos Aires no quiere juegos de
palabras, sino hechos.
Fuente: Analisis de la situación politica de la provincia de
Buenos Aires por el Diputado Nacional Dr. Olegario Becerra, 20 de marzo de
1961.
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