El 31 de octubre de
1963 el ex ministro de Economía, ing. Alsogaray, dirigió una carta al
presidente de la Nación, doctor Illia, a propósito de los contratos petroleros.
Se transcriben los fragmentos principales.
Acabo de regresar de un breve viaje a Europa y los EE.UU. He
recogido allí en los círculos mas responsables ciertas impresiones que
considero mi obligación poner en su conocimiento y también en conocimiento del país.
[.„] Si los contratos de petróleo y los acuerdos de garantía
que el país ha estipulado libremente se transforman en un tema político, ya sea
con un propósito deliberado o simplemente por un erróneo manejo, la Argentina pasaría
lisa y llanamente a un segundo plano en la consideración de los organismos
internacionales responsables y de los inversores auténticos y vera acentuarse a
corto plazo la desocupación, la recesión económica y la inflación. Continuara
sin duda recibiendo algunos créditos modestos de origen oficial, que le serán
otorgados por razones políticas para cubrir las formas. [...]
Recibirá asimismo ofertas de capital aventurero y créditos a
corto plazo de proveedores interesados en vender con márgenes especulativos
siempre posibles cuando se retira la competencia seria. Pero el ahorro
nacional, y con mucha mayor razón el ahorro extranjero de ninguna manera se invertirá
en el país. Ello significa que no habrá nuevas fabricas, que las actualmente
existentes trataran de financiarse con el crédito bancario retirando sus
capitales, que los planes de vivienda quedaran nuevamente postergados y que la recesión
económica se traducirá, como ya he dicho, en mayores quiebras, mas desocupación
y finalmente también inflación. Somos muy dueños de proceder como querramos.
[...] Pero lo que si esta en juego, repito, es que nadie, ni
argentinos ni extranjeros invertirán sus capitales en la Argentina. Por el
contrario, trataran de retirarlos. [...]
Me tocó en 1956 reeditar ante la opinión pública, en sus verdaderos
términos, el problema del petróleo. Ello quebró uno de los peores "tabúes"
que frenaban el desarrollo del país. Contribuyo mas tarde a que el doctor
Frondizi abjurara de su libro "Política y Petróleo", y a que se
resolviera en cuatro años el problema del autoabastecimiento que no se había
resuelto en cincuenta años. Critique en su hora la forma en que se tramitaron
algunos de los contratos actuales y sobre todo las actividades en los EE.UU. de
gestores oficiosos del doctor Frondizi y del señor Frigerio acerca de ellos.
Como ministro de Economía no interviene en dichos contratos sino que, por el
contrario, anule la tramitación de uno que estaba en curso y que era
inconveniente para el país. Solo tolere con verdadero disgusto y para evitar polémicas
nacionalistas, otros contratos de los denominados de "obras y
servicios" que son precisamente los que se ponderan y se defienden: [...]
Pero no se trata de los contratos en si mismos. Además no se puede hablar de
ellos genéricamente [...] Al lado de algunos contratos caros y de tramitación
dudosa, hay otros que son muy buenos, altamente convenientes para el país e incluso
formalizados con compañías argentinas.
[...] Sindicatos argentinos han obtenido fondos de
sindicatos extranjeros para construir viviendas en el país. [...] los empleados
y obreros de esos sindicatos se quedaran sin viviendas si triunfa el prurito
nacionalista de no ratificar los acuerdos de garantía. [...]
Podemos encerrar al país dentro de una cortina de hierro o
de lanzas tacuara y vivir dentro de ese cerco en condiciones cada vez mas primitivas
o bien recibiendo el apoyo político de los comunistas como ocurre en Cuba. Pero
no veo la ventaja de proceder así.
[...] Nuestros ideólogos social- comunizantes que, como en
el caso del ingeniero Sabato en la subsecretaria de Energía y Combustibles, se
han apresurado a tomar posiciones dentro y alrededor del gobierno de V.E.,
seguramente le han hecho llegar una imagen falsa de la realidad. Esta es bastante
distinta de la que tales consejeros presentan. Todo el país desea el éxito de
V.E. Solo sus enemigos actúan procurando que se aferre a expresiones literales
que no interesan al hombre común y si en cambio a los extremistas que trabajan
a largo plazo para provocar un nuevo retroceso.
Fuente: Carta del ex Ministro de Economía Ingeniero Álvaro
Alsogaray al Presidente de la Nación Dr. Arturo Illia referido a la anulación
de los Contratos Petroleros publicada en La Prensa, 6 de noviembre de 1963.
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