Sr. Presidente (García,
A. A.). — Señor senador: le ruego dirigirse a la Presidencia.
Sr. Perette. — Señor
presidente: le ruego me excuse, pero se afirman cosas que tienen que quedar
documentadas.
Fíjense, señores senadores, que a mi me correspondió
representar al país en los Estados Unidos de America, como vicepresidente de la
Republica, cuando la muerte de John Kennedy, en un doloroso episodio de la vida
universal.
Así es que se constato que justo al llegar Kennedy a Dallas,
donde fue asesinado, se exhibían carteles, profusamente distribuidos, en los
cuales el mismo día 22 de noviembre de 1963 se lo acusaba de seguir prestando
ayuda económica a la Argentina después de la nulidad de los contratos de petróleo.
Estas no son palabras mías. Figuran en la pagina 294 del
informe oficial de la Comisión Warren, que investigo el asesinato de John
Kennedy.
Se desato también una gran campaña, interna y externa,
contra la Republica por esta nulidad de los contratos de petróleo. Y voy a
contar aquí un episodio que no lo he narrado nunca.
En esa oportunidad, cuando fui a los Estados Unidos de
America, como dije, con motivo de la muerte de John Kennedy, después del
sepelio, a los tres días, fui invitado al Departamento de Estado de los Estados
Unidos. Estaban presentes Dean Rusk, Averell Harriman y todos los asesores de
America latina. Después de los saludos protocolares, Dean Rusk me planteo
concretamente que los Estados Unidos necesitaba que quedara sin efecto la
nulidad de los contratos de petróleo.
Le rebatí, en aquella oportunidad, punto por punto los
argumentos energéticos, económicos, de tipo financiero y jurídico que
demostraban la justicia de nuestra actitud. Como insistía, le demostré como las
empresas norteamericanas sostenían en los Estados Unidos que habían pagado
impuestos en la Argentina mientras que en nuestro país se dictaba un decreto
por el cual se las exoneraba de esa obligación; es decir, defraudaban a los
argentinos y también a los norteamericanos.
Luego de una serie de argumentos, termine diciéndole:
“Yo he venido en
nombre del gobierno argentino para ser solidario con este país y expresar
nuestra fraternal solidaridad frente a la angustia que provoca la muerte de
John Kennedy, pero no a confundir el féretro de Kennedy con los pozos de petróleo”
Sostuve que hemos ejercido un acto de plena potencia y soberanía
económica, jurídica y energéticamente que hace a la justicia de nuestra patria.
Es decir, señor presidente, que esta nulidad de los contratos
de petróleo dio lugar a una serie de hechos y episodios reveladores de la
manera como se manejaban los grandes intereses y pudimos demostrar que nuestra
nulidad no podía determinar una evasión de capitales, por cuanto en ultima
instancia sometíamos el proceso al Poder Judicial, cuya Corte Suprema estaba
integrada por hombres de vinculación ideológica distinta a la de los hombres de
nuestro gobierno.
Además demostramos como se habían elaborado los contratos al
margen del Congreso, como se pagaba lo que no se debía por el petróleo extraído.
Todo esto revela de qué forma nos hemos conducido en esta materia.
Fuente: Fragmento del "Debate de radicación de capitales
extranjeros" en el Diario de sesiones de la Honorable Cámara de Senadores
del 31 de agosto de 1973.
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