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sábado, 2 de enero de 2016

Cámara de Diputados de Chile: "Golpe a Arturo Illia" (28 de junio de 1966)

ACTUALIDAD INTERNACIONAL.- DERROCAMIENTO DEL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE ARGENTINA, SEÑOR ARTURO ILLIA.-NOTAS

Sr. BALLESTEROS (Presidente): Los Comités de los diversos partidos han solicitado a la Mesa que se les conceda un tiempo de cinco minutos a cada uno de ellos, al comienzo de la presente sesión, a fin de referirse a los hechos ocurridos en la República Argentina y que han quebrantado la vida democrática de dicho país.

Si le parece a la Cámara, así se acordará.

Acordado.

Ofrezco la palabra.

Sr. MORALES (don Carlos). - Pido la palabra.
Sr. BALLESTEROS (Presidente).-Tiene la palabra Su Señoría.

Sr. MORALES (don Carlos). Señor Presidente, creemos que la Honorable
Cámara ha hecho muy bien al autorizar a los diversos Comités parlamentarios para que, por un lapso de cinco minuto, nos refiramos a los graves sucesos ocurridos recientemente en la república hermana de Argentina.

Por las informaciones del cable, habíamos tenido conocimiento de la crisis existente en el pueblo hermano, como consecuencia de las fuertes presiones que se estaban ejerciendo sobre el Jefe del Estado y sobre el funcionamiento de los Poderes Legislativo y Judicial.

Ya en ocasiones anteriores, parlamentarios de diversos sectores políticos de esta
Corporación habían mirado con mucho temor lo que, desde hace tiempo, se auguraba que podría ocurrir en la República Argentina.

Hoy en día, hemos tenido la triste noticia de que el Presidente Constitucional, señor Illia, ha sido depuesto, se ha disuelto el Parlamento y ya no funciona el Poder Judicial y se han disuelto los partidos políticos. O sea, los Poderes legítimamente constituidos han sido baldonados por la acción de los militares argentinos.

En la tierra de Sarmiento, con lo cual hemos mantenido tantos vínculos, con la que estamos ligados, a través de la historia, por tantos hechos comunes, se ha roto la normalidad constitucional.

Como miembros de una entidad política afincada en la democracia, en el racionalismo, en la libertad, los Diputados radicales deploramos, como los que más, la verdadera tragedia que les ocurre, en estos instantes, a los argentinos, que ven que los militares se han enseñoreado en la Casa Presidencial y también han tomado el control de las otras actividades que se desarrollan dentro de un régimen de carácter constitucional.

Indudablemente, habrá que estudiar, con mayor acopio de antecedentes, los hechos que allá han sucedido; pero, por las informaciones que tenemos, no nos queda otra cosa que lamentar, en forma muy sincera, la tragedia que aflige al pueblo argentino. Porque es una tragedia que la opinión sagrada del pueblo, que se expresa en comicios libres, en que se eligen los gobernantes, y especialmente el Poder Ejecutivo y el Legislativo, haya sido deteriorada, en forma tan expresiva, por la acción de los militares argentinos.

Este es un mal ejemplo para los pueblos latinoamericanos; éste es un durísimo golpe para los pueblos de este continente.

Como un sarcasmo de la vida política del país vecino, en pocos días más, el 8 de julio, debía iniciarse allí un importante torneo de carácter político. Iba a desarrollarse en Buenos Aires la segunda sesión plenaria del Parlamento Latinoamericano, creado en el mes de junio de 1965, en la ciudad de Lima, y presidido, en la actualidad, por el señor León, que hasta ahora era Diputado, elegido por el pueblo, pero que ha perdido su poder, como consecuencia de la intervención de los militares.

Suena a sarcasmo que en esa tierra,· en que íbamos a trabajar los parlamentarios de Latinoamérica, en la segunda asamblea de nuestro Parlamento, justamente allí, se haya herido, en forma tan profunda, la entraña de la democracia.

En mi condición de jefe de los Diputados del Partido Radical y como miembro de este partido, que siempre vela por la libertad y la democracia, deploro lo que ha ocurrido, y deseo, sinceramente, que se restablezca pronto la normalidad en el glorioso y querido pueblo argentino, para lo cual había que aprobar algún acuerdo por esta Honorable Corporación.

Sr. BALLESTEROS (Presidente).--Tiene la palabra el Honorable señor
Montes.

Sr .MONTES.-Señor Presidente, en nombre de los Diputados comunistas expreso la opinión de nuestra colectividad, en esta hora en que parece estar resuelta, en un sentido adverso a las fuerzas democráticas y populares argentinas, la crisis en que se ha desarrollado en ese país. Esta situación crítica de los últimos días existe desde cuando el Estado Mayor argentino y el Estado Mayor brasileño acordaron, el año pasado, realizar acciones conjuntas, paralelas, tendientes a imponer como doctrina, en nuestro continente, la teoría de que no son más importantes las fronteras geográficas que las ideológicas.

El Ejército argentino, dominado por una casta castrense denominada "gorila" en nuestro continente, en la República hermana ha tenido como finalidad evitar el desarrollo de un proceso democrático, y aplastar, a sangre y fuego, la lucha popular.

La verdad es que las medidas adoptadas por el Gobierno de facto, en las últimas horas, significan una abierta dictadura en la República Argentina.

Como aquí se ha dicho, el Presidente de la República hermana de Argentina ha sido depuesto; el Parlamento, clausurado; los Intendentes y Gobernadores, relevados de sus cargos; y la Corte Suprema, reemplazada. De esta manera se ha consumado un golpe de Estado que centraliza el poder de la República en una Junta Militar.

En éste instante, cuando las radioemisoras anuncian que en algunos suburbios y calles de Buenos Aires se ha empezado a desarrollar la lucha del pueblo en contra del golpe militar, ya aparentemente consumado, recordamos las palabras del Presidente del Partido Comunista argentino, quien días atrás expresara que el golpe militar traería consigo la lucha del pueblo por mantener la constitucionalidad y la oposición a una más acentuada represión en contra del movimiento popular y democrático de ese país. Por eso, estimamos que la situación no está del todo clara, ni lo hechos absolutamente consumados.

Los Diputados comunistas, al protestar esta tarde por el golpe de la jerarquía militar "gorila" de Argentina en contra del Gobierno constitucional del Presidente Illia, elevamos también nuestra voz solidaria para con el pueblo hermano, porque sabemos que en este momento, por lo menos en algún grado, las fuerzas populares, la clase obrera de ese país, están luchando por evitar que siga consumándose una de las peores dictaduras que, seguramente, puede sufrir la hermana República.

Al expresar nuestra opinión de protesta y, al mismo tiempo, de solidaridad para con el pueblo argentino, creemos que la Cámara de Diputados de Chile, al otorgar esta oportunidad a los diferentes partidos para hacer uso de la palabra, está cumpliendo con un alto deber solidario y democrático. Al mismo tiempo, consideramos posible adoptar un acuerdo de repudio al golpe militar de la República Argentina y de solidaridad con el movimiento democrático y popular del país hermano.
He dicho.

Sr. BALLESTEROS (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Fierro.

Sr. FIERRO.-Señor Presidente, se ha quebrado la normalidad constitucional en la República hermana de Argentina. Un golpe militar, del cual la opinión pública de nuestro país tiene pleno conocimiento, ha derrocado al Primer Mandatario argentino señor Arturo Illia, elegido democráticamente en las urnas hace novecientos y tantos días. A nosotros no nos toma de sorpresa esta acción de los militares de la República hermana, porque recordamos 10 ocurrido en otras naciones del continente, que han sido víctimas de la "bota" militar. En tales ocasiones este Parlamento ha solidarizado con los 'sectores democráticos de aquellos países. En esta sesión se nos brinda la grata oportunidad de decir, con la brevedad que exige el tiempo, algunas palabras de condenación para este nuevo golpe que dan los militares de la República Argentina.

Este golpe no significa un ataque a la oligarquía de ese país ni tampoco un medio para ir a la nacionalización de los recursos naturales que se encuentran en manos del capitalismo extranjero, del imperialismo, sino, fundamentalmente, la persecución de los partidos populares, de los sindicatos obreros, de todos los gremios que están luchando por obtener mejores condiciones de vida y de trabajo.

Esta toma del Poder por los militares servirá también, seguramente, para abolir los derechos democráticos de miles de ciudadanos, como ha ocurrido en otras
Repúblicas del continente.

No es sorpresa para los parlamentarios y para el Partido Socialista chileno que estos hechos estén sucediendo en América, porque desde hace mucho tiempo venimos observando los movimientos de la Junta Interamericana de Defensa, que dirige el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Creemos que ahora en Argentina se están aplicando planes que se estudiaron en una reunión de altos jefes militares americanos celebrada en Perú. En esa oportunidad, esta Cámara, por unanimidad de sus miembros, acordó solicitar de Su Excelencia el Presidente de la República, don Eduardo Frei, que evitara la participación del Comandante en Jefe del Ejército chileno en la reunión que se efectuaría en Lima. Y los temores que los sectores democráticos del Parlamento chileno expresaron en aquella ocasión, ahora se han visto confirmados. Por eso, los parlamentarios socialistas manifestamos nuestra protesta y nuestra condenación por estos hechos antidemocráticos que, lejos de solucionar los problemas económicos y sociales que afectan a la República vecina, traerán el caos y la' miseria, a la vez que agravarán profundamente la inestable situación de los trabajadores y partidos populares de Argentina.

No deben tomarse nuestras palabras como una intromisión en los asuntos internos de la República hermana, sino solamente como un gesto de verdadera solidaridad humana con todos los sectores democráticos de Argentina.

Por eso, reiteramos nuestra protesta y solicitamos que la Honorable Cámara adopte un acuerdo unánime de repudio a este golpe militar y, al mismo tiempo, de solidaridad con los sectores democráticos del país hermano.

Nada más.

Sr. SILVA (don Julio).-Pido la palabra, señor Presidente.
Sr. BALLESTEROS (Presidente).-Tiene la palabra Su Señoría.

Sr. SILVA (don Julio).-Señor Presidente, los Diputados democratacristianos queremos también manifestar nuestra protesta ante los hechos ocurridos en la República hermana de Argentina, que representan, sin lugar a dudas, un grave retroceso desde el punto de vista del afianzamiento de las instituciones democráticas de nuestro continente, y un suceso que de ninguna manera puede considerarse ajeno a la suerte y al interés de los países vecinos de la República Argentina.

Nuestra protesta arranca también de las convicciones democráticas que hemos defendido a lo largo de toda nuestra existencia partidaria.

Creemos necesario decir las cosas claramente.

Cuando las fuerzas militares se salen de su órbita de acción y de las funciones que la democracia y el pueblo les encomiendan, y cuando utilizan las armas en la forma en que algunos sectores de las Fuerzas Armadas latinoamericanas lo hacen, como acaba de ocurrir en Argentina, esas fuerzas están usurpando ilegítimamente el Poder; y el gobierno que constituyen por la fuerza brutal de las armas que el pueblo les ha confiado con otros fines, es un gobierno ilegítimo, contra el cual el pueblo tiene todo el derecho de luchar con los medios a su alcance, a fin de poner término a esa situación arbitraria e ilegítima que se ha producido.

Nosotros aplaudimos la dignidad del Presidente constitucional de Argentina, el señor Illia, quien no se prestó para ningún arreglo que permitiera a las fuerzas asaltantes del Poder pretender mostrar que ésta no era una situación como la que realmente existía: una usurpación y un asalto a los poderes constitucionales. La actitud del Presidente Illia ha permitido poner en claro, revelar y demostrar ante la faz del continente y del mundo, los propósitos y la actuación ilícita de las Fuerzas Armadas de ese país.

Expresamos nuestra adhesión al Presidente constitucional de Argentina, a las instituciones de ese país y al pueblo argentino, el que, sin duda, enfrentará esta nueva situación de una manera que, en definitiva, impedirá a las fuerzas castrenses, apartadas ahora de su rol y de sus funciones, imponerse sobre sus derechos, sobre la soberanía popular y sobre la democracia argentina.

Creemos que este pueblo, al cual expresamos toda nuestra solidaridad, logrará restablecer las instituciones cívicas y democráticas de su país. En ese sentido, formulamos nuestros más fervorosos votos para que eso ocurra lo más pronto posible.

La acción de las fuerzas militares no logrará tampoco amedrentar a los pueblos del continente americano que se han trazado su propio camino de reformas profundas en las estructuras sociales. Estos pueblos no serán amedrentados por las amenazas ni por los ataques que, directa o indirectamente, se les haga, y seguirán adelante en el camino que se han propuesto.

Confiamos en que el pueblo argentino logrará restablecer, seguramente, más pronto de lo que pensamos, los derechos que, transitoriamente, han sido conculcados.

Sr. BALLESTEROS (Presidente).-Si le parece a la Sala, se acordará facultar a la Mesa para redactar el acuerdo de esta Corporación, en orden a condenar el golpe militar en la República Argentina y el derrocamiento de su Presidente constitucional, doctor Arturo Illia, y trasmitirlo a los Parlamentos de América.

Acordado.






Fuente: Sesión 12, en martes 28 de junio de 1966, Cámara de Diputados de la Republica de Chile.


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