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domingo, 18 de octubre de 2015

Nélida Baigorria: "Incorporación a la UCRP" (18 de marzo de 1963)

El cisma radical de 1956, interpretado por muchos como ideológico, se explica a 7 años de distancia por una causal de carácter eminentemente utilitario; el ascenso del poder mismo. Los rótulos que individualizan la polarización, UCRI y UCRP, envuelven, sin embargo, el mismo esquema doctrinario; por eso en grandes sectores la toma de posición por uno u otro se fundamenta solo en imponderables, pero de naturaleza tan determinante como pueden serlo la fe o la desconfianza que inspiran sus lideres. De ese punto de partida originario se tienden las dos líneas que expresan en la magnitud de un ángulo llano los caminos opuestos que a partir de 1958 emprenden ambas fuerzas políticas.

En efecto, la UCRI llega al poder y dese él muestra descarnadamente su ausencia de vocación revolucionaria, su fácil conformismo a las disposiciones del viejo régimen colonial, su capacidad de asimilación a cánones reñidos con sus esencias vitales, su falta de fe y su desden por las nobles banderas de permanente vigencia, las cuales arría, sin emoción y sin tristeza, en la convención de Chascomus, luego de haberlas destrozados desde el poder con claudicaciones incalificables. Entre la UCRP, tratada al principio en su dinámica por la incoherencia ideológica de grupos militantes en la practica de una doctrina evidentemente antirradical, va poco a poco, definiendo perfiles a través de sus dirigentes sintónicos con el proceso revolucionario de la hora e interpretes de la voluntad de las bases. La convención de Avellaneda levanta los principios transformadores en una plataforma de profundo sentido emancipador. Así mientras los primeros se desdibujan, los últimos iluminan su contorno. Dentro de la Nación queda, pues, una sola expresión de radicalismo: la Unión Cívica Radical del Pueblo.

Renuncié a la UCRI en 1958 oponiéndome al remate de DINIE, al pacto con la CADE, a los convenios petroleros y al articulo 28 que quebranto mi fe, y muy cierto que el camino emprendido nos llevaba a la enajenación integral de la republica y a la perdida, en consecuencia de su dignidad. El factor ultimo y desencadenante fue la ley de estado de sitio por tiempo indeterminado. Me aleje cuando la UCRI era poderosa y cuando el oficialismo soñaba con paraísos próximos y prometía ya abundancia y riqueza a corto plazo.

Me quedé sola, pero con una banca que era mi tribuna para defender el mandato del pueblo que me había ungido.

Me incorporo a la UCR del Pueblo sin esperar en absoluto posiciones personales y esperando que el partido tenga valor para enfrentar a las fuerzas regresivas, con claridad en las definiciones y apasionada firmeza para llevar adelante sin concesión alguna la plataforma de Avellaneda.

El frente nacional se trata de un conglomerado más antinacional y más antipopular del que se tenga memoria.








Fuente: Reportaje a la ex diputada nacional, disidente de la UCRI Srta. Nélida Baigorria del 18 de marzo de 1963. 

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