Al promediar el año 1955 el país vivía un clima de suma tensión,
lleno de dificultades, agravado por la falta de explicaciones lógicas y claras,
por parte del gobierno, sobre los sucesos del 16 de junio.
Como consecuencia de esos hechos, el presidente de la
Republica, Juan D. Perón, formulo un llamamiento a la concordia y a la pacificación.
Para concretar esa propuesta solicito la opinión de los partidos políticos, a
los que ofreció espacios radiales. Cabe destacar que era la primera vez en diez
años en que la oposición podía hacer uso de la radiotelefonía.
En el seno de la UCR se plantearon algunas opiniones
contradictorias, pero prevaleció la decisión de aceptar el ofrecimiento del
jefe de Estado, aprovechando la ocasión para dirigirse al pueblo y exponer la
conducta del radicalismo en esa hora tan difícil para la Nación.
Pese a que el doctor Alberto Candioti había realizado los
tramites correspondientes, cumpliendo con los requisitos y los impuestos por
las autoridades, no se obtuvo respuesta del gobierno para concretar la audición.
Recién el 27 de julio, a las once de la mañana, confirmaron el horario de emisión
para las veinte de ese día.
Faltaban escasos minutos para comenzar el mensaje cuando se
hizo presente un coronel del SIDE, con la misión de fiscalizar el texto y
evitar alguna modificación que pudiera provocar la inmediata suspensión de la transmisión,
ya que la voz se grababa y salía al aire con unos diez segundos de demora.
Superados, por fin, los inconvenientes, en mi caracter de
presidente del Comité Nacional pude expresar el pensamiento de la UCR sobre el
futuro argentino.
En mi exposición formule «un solemne llamamiento al
sentimiento de responsabilidad nacional para que, con la visión de Patria, se
restablezcan las condiciones de convivencia y de unión entre los argentinos,
que se basan en el retorno leal a la Constitución y en la vigencia efectiva de
las garantías que configuran el clima de la dignidad humana-.
Cuando, con mis amigos y correligionarios, abandone la
emisora, nos emocionamos ante las manifestaciones de gran cantidad de
automovilistas que hablan seguido la disertación desde sus vehículos
estacionados en Ayacucho y Posadas, y exteriorizaban su entusiasta adhesión con
vítores y aplausos.
La expectativa creada por las definiciones del radicalismo
se tradujo en la premura de la gente por regresar a sus hogares y en las calles
desiertas a la hora de la transmisión, en la Capital y en el resto del país.
El mensaje adquirió especial significación; marco entonces
un record absoluto de audiencia en la radiotelefonía argentina, a la vez que
abrió una gran esperanza para el anhelado reencuentro de todos los habitantes
de este suelo, como lo señalaron las publicaciones de la época
.
Fuente: De una entrevista realizada al doctor Arturo Frondizi
el 13 de agosto de 1984. Dirigente de la UCR y fundador del desarrollismo.
Ex-diputado nacional. Ex- presidente de la Nacion (1958-1962).
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