Estos escribidores de la hoja de Salaberry y Bercetche son
impagables.
Anuncian, como un hecho de gran trascendencia, el decreto
que crea la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
Y naturalmente, lo presentan como una estupenda concepción
del Peludo, que la tuvo al realizar su visita-relámpago a Comodoro Rivadavia. La
concepción del cacique consistía en una perogrullada de primer orden:
“El rendimiento posible de la riqueza petrolífera solo había de obtenerse mediante una experta dirección técnica y un estricto sistema administrativo”
“El rendimiento posible de la riqueza petrolífera solo había de obtenerse mediante una experta dirección técnica y un estricto sistema administrativo”
Y el problema del petróleo quedaba o ya estaba resuelto.
Bueno. La Dirección General de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales no es, precisamente lo que le interesa al país, aunque ella haya
preocupado últimamente, al señor Vargas Vila ministro de Agricultura, lo
obligara a lanzar su gritito de Ypiranga sin consecuencias.
Lo que al país le interesa es saber algo respecto de los escándalos
del petróleo, de ciertos tanques misteriosos, y, sobre todo, de las causas que
han impedido durante los seis años del apostolado, que los yacimientos de
Comodoro Rivadavia rindieran algún beneficio a la Nación.
Eso es lo que debiera decirnos el Peludo y esa debería ser
la “disparidad” del señor Vargas Vila, “disparidad” que por otra parte, redujo
a las mas graciosa genuflexión con una sola y enérgica mirada.
Córtese, pues, la melena, afable señor y siga navegando por
el apacible lago de kerosene de la reparación.
Fuente: Editorial del diario La Fronda por la creación por el presidente de la Nación Dr. Hipólito Yrigoyen de la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, junio de 1922.
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