Delgado, movedizo, Leopoldo Moreau (foto; 25, estudiante de Abogacía,
milita en el radicalismo desde los 12 años) es posiblemente, la voz mas
representativa de la Juventud Radical. Para conocer la opinión de ese sector
—considerado el ala izquierda del alfonsinismo—, la semana pasada Siete Días
dialogó con Moreau.
¿Que hubiera ocurrido
si Alfonsín hubiese sido candidato?
La polarización de fuerzas en Argentina hubiese tenido otras
características. Si el radicalismo hubiera adoptado claramente un programa de liberación
nacional y hubiera vinculado su actividad a la denuncia de la dependencia en
Argentina, es evidente que muchas fuerzas progresistas se hubieran nucleado
alrededor de este partido tradicional
¿Cual es la
responsabilidad de Balbín en la derrota electoral?
Entendemos que el resultado obtenido por el radicalismo el
11 de marzo es la culminación de una serie de desaciertos de la conducción circunstancial
de la UCR que nosotros venimos señalando desde 1967, cuando constituimos la
Juventud Radical.
¿Cuales son esos
desaciertos?
—Entre otras cosas, la falta de capacidad de insertar orgánicamente
al radicalismo en las luchas populares. La conducción radical no vivenció el
cordobazo ni el rosariazo y, por ende, fue incapaz de comprender e interpretar
la realidad y forma de expresarse de las masas en Argentina desde 1966.
—Respecto de Mor Roig...
La inclusión de Mor Roig en el Ministerio de Interior forma
parte de una estrategia que, si bien no es declarada por la conducción
partidaria, constituye la columna vertebral de su política. Esa política de la dirección
radical se expreso en la campaña electoral con el slogan de la pacificación.
Porque es necesaria la pacificación con los sectores populares, pero es
inadmisible con la reacción ni con el régimen militar. El 11 de marzo demostró
que nuestro pueblo no quería paz con el gobierno. Por lo demás, el episodio Mor
Roig integra un proceso de crisis de autenticidad en el radicalismo; y eso porque
la dirección partidaria traslada como verdades absolutas determinadas
afirmaciones que son mentiras.
¿Por ejemplo?
Según ellos Balbín habría sido el artífice de la unidad
partidaria durante los últimos años. Para nosotros, la unidad no la mantuvo
Balbín, sino los grupos militantes del partido que lucharon junto al pueblo.
Otra "verdad absoluta" que deforma la realidad es la de considerar
que Balbín y Mor Roig son los artífices de la institucionalización. Nosotros
afirmamos que las elecciones las lograron las masas que en las calles quemaron
las distintas etapas de la Revolución Argentina. Estos dos ejemplos demuestran
que la conducción del radicalismo busca la conciliación con sectores cuyos
intereses están absolutamente contrapuestos a los intereses de los sectores
populares.
¿Postulan a Alfonsín para pilotear el Comité Nacional?
Desde 1967 bregamos por una reorganización que implica la
renuncia de las autoridades, desde el Comité Nacional hasta el último comité de
distrito. Lo fundamental no es cambiar un hombre por otro, sino una concepción política
por otra, que brote del debate de los afiliados. Postulamos en lo inmediato liberarnos
de la dependencia, para luego arribar al socialismo, eliminando la propiedad
privada de los medios de producción.
¿Que posición
adoptaran frente al peronismo?
Trabajemos juntos para la liberación nacional. Pero seguiremos
denunciando a los sectores que, enquistados en las mayorías populares que
pretenden desviarlas de su objetivo. Coincidimos con la Juventud Peronista en
caracterizar al frondo-frigerismo y a los grupos clericales como enemigos del
pueblo. Solo con las movilizaciones populares garantizaremos el cumplimiento
del progreso de liberación nacional.
Fuente: Leopoldo Moreau: "Las Protestas de la Juventud Radical" (9 de abril de 1973); Revista Siete Días Ilustrados. Aporte de Mágicas Ruinas.
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