Esta publicación fue demorada atendiendo a quienes, sin
convencerme, entendían que redundaría en
el resultado de las elecciones. Con posterioridad porque los hechos iban
confirmando los previstos en las páginas, que evidencian, cuan fácil resulta
engañar al partido y al pueblo. Entre otras formas: colocando en paridad a las
FF. AA. Con la guerrilla, mudándose del “movimiento” fracasado a la “concertación”
que fracasó.
Pasando de la afinidad con Bernstein y la Socialdemocracia a
la Democracia Social.
Elogiando al máximo a Illia y a Balbín y el culparlos de
haber expuesto la estabilidad institucional y a la UCR en inferioridad. Demostrar
desde el gobierno y la militancia la vacuidad doctrinaria y carencia de vigor
del partido, para llenarlo con ideas foráneas.
Probar que hasta 1987, no supo, no pudo o no quiso siquiera “un
mensaje” que contrarrestara las reprobaciones, provocando la derrota de 1987
que por no haberlas subsanado era previsible la derrota en 1989.
Recientemente: incorpora en masa al Partido Federal,
convocar al “pensamiento” socialista, demócrata cristiano y demócrata
progresista. A los “peronistas” que disientan con el gobierno de Menem, todo lo
cual posibilita a estos ganar las elecciones internas y adueñarse de la sigla
UCR o adulterar su esencialidad.
Fuente: Armando Balbín: Argentinos: "A Precaverse contra los Que Engañan a su Partido y al Pueblo", 1992.
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