Valía la pena haber luchado tanto, valía la pena haber
esperado tanto tiempo. Este aplauso de ustedes para mí, yo lo quiero transferir
a todos los hombres y mujeres del país que ha sabido esperar.
Esta es la noche trascendente en que los radicales hablaremos
para los porvenires del país. Vamos a fijar hoy un norte y un futuro. Es un
momento trascendente para la vida de la República, y por ello yo quisiera que
en silencio se sopesaran estas palabras, porque estamos hablando para el país.
Deseo que se haga un silencio emocionado, para que todos los hombres alcancen a comprender el porqué de esta batalla que da el radicalismo, y por qué tiene que ganarla.
Nuestro partido anduvo años cargando sacrificios, pero
sembró a lo largo del país su palabra de paz y de coincidencia nacional, y lo
ha hecho porque es un partido que arrastra historia y que va a escribir
historia en los nuevos momentos que aguardan al país.
La Unión Cívica Radical del Pueblo quiere más al país que a
su propia divisa. Es indispensable llevar paz al alma de los hombres y las
mujeres de la Argentina; al joven amigo que recorre caminos a distancia,
buscando un porvenir cierto.
Hemos querido dar al país bases de coincidencias. Por ello
yo firmé el acta de la Asamblea de la Civilidad y allí dejé a salvo la
individualidad de cada partido, asegurando que la Unión Cívica Radical del
Pueblo estaría dispuesta a servir a quien llegara al gobierno, en pos de la
coincidencia de principios.
Nosotros hemos marchado con nuestra divisa, con ánimo de
servir al conjunto. Hechos nuevos se han producido en el país, ¡yo no tengo la
culpa! Yo firmé para el que llegara y vamos a cumplir, porque lo que importa no
es quién lleve el asta, sino que se mantenga en alto la bandera de la libertad
nacional.
Tenemos derecho a reclamar solidaridad, porque exhibimos un
ejemplo y una conducta, no fuimos nunca los demagogos de un minuto, fuimos
siempre los constructores de un tiempo futuro.
Llamaremos a todos a colaborar, no es verdad que la Unión Cívica Radical del Pueblo cierre el acceso al extranjero.
Llamaremos a todos a colaborar, no es verdad que la Unión Cívica Radical del Pueblo cierre el acceso al extranjero.
¡Eso sí, los que llegaron disfrazados en un momento de
debilidad de los gobernantes, los que pensaron que la patria estaba en venta,
ésos, se tendrán que ir!
La Unión Cívica Radical del Pueblo no tiene pactos con nadie
y liberará al país de una forastería absurda con la fórmula Illia-Perette.
Iremos a las urnas con nuestra divisa, la sacaremos
triunfante y la donaremos a la República.
Saludemos a estos dos hombres que en nombre de la Unión Cívica
Radical del Pueblo ejercerán el gobierno del país.
Saludémoslos porque ellos son el triunfo de la democracia.
Fuente: Discurso de Ricardo Balbin en el acto público de cierre de
la campaña electoral presidencial en el estadio Luna Park, 5 de julio de 1963.
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