He meditado mucho estos últimos días del doctor Balbín sobre
el papel que cumplió en la Argentina y quiero darle a estas líneas de
condolencia, que pido transmita a su partido y a los familiares del presidente
fallecido. Un carácter político y a la vez personal. Tanto usted, como el
doctor Balbín y yo durante muchos años hemos luchado juntos y durante muchos años
hemos estado separados y, mas aun, aislados.
La política nos hace transitar estos caminos dolorosos y es, pese a ello, una actividad que enaltece. Sin duda en los momentos en que combatimos con ardor a otros y en los momentos en que empleamos ese ardor entre nosotros estuvimos, no obstante identificados en algo; la pasión por el destino nacional.
Hoy, creo yo, nos encontramos en un momento de promisorio acercamiento en la tarea de buscar en común las soluciones para el país. Ese acercamiento entraña para mi la valoración de las perspectivas nacionales, pero también la perspectiva de un reencuentro personal con hombres con los cuales tengo lazos afectivos que se remontan a mi juventud.
Ello me obliga al mas calido reconocimiento y al mas sincero homenaje a Balbín, quien jugo un papel decisivo en ese gesto de reconciliación. En lo que a mi respecta quiero subrayarle el efecto de esa actitud en orden a disolver diferencias políticas y personales y en orden a crear un clima totalmente nuevo.
En virtud de ello, a mi dolor por la desaparición física de Balbín sumo el de no haber podido transitar por mas tiempo este nuevo camino junto a el. Rescato, en cambio lo que fue su legado histórico; la tarea en común a la que estamos obligados para encontrar una solución a la grave crisis nacional.
Lo que hagamos en esa dirección, estoy persuadido, será el mas efectivos de los homenajes que le brindemos.
La política nos hace transitar estos caminos dolorosos y es, pese a ello, una actividad que enaltece. Sin duda en los momentos en que combatimos con ardor a otros y en los momentos en que empleamos ese ardor entre nosotros estuvimos, no obstante identificados en algo; la pasión por el destino nacional.
Hoy, creo yo, nos encontramos en un momento de promisorio acercamiento en la tarea de buscar en común las soluciones para el país. Ese acercamiento entraña para mi la valoración de las perspectivas nacionales, pero también la perspectiva de un reencuentro personal con hombres con los cuales tengo lazos afectivos que se remontan a mi juventud.
Ello me obliga al mas calido reconocimiento y al mas sincero homenaje a Balbín, quien jugo un papel decisivo en ese gesto de reconciliación. En lo que a mi respecta quiero subrayarle el efecto de esa actitud en orden a disolver diferencias políticas y personales y en orden a crear un clima totalmente nuevo.
En virtud de ello, a mi dolor por la desaparición física de Balbín sumo el de no haber podido transitar por mas tiempo este nuevo camino junto a el. Rescato, en cambio lo que fue su legado histórico; la tarea en común a la que estamos obligados para encontrar una solución a la grave crisis nacional.
Lo que hagamos en esa dirección, estoy persuadido, será el mas efectivos de los homenajes que le brindemos.
Junto a mi pésame, reciba un cordial saludo
Fuente: Carta del Dr. Arturo Frondizi al Vicepresidente primero de la Unión Cívica Radical Dr. Carlos Contín con motivo del Fallecimiento del Dr. Ricardo Balbín, septiembre de 1981.
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