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miércoles, 2 de abril de 2014

Miguel Ángel Zavala Ortiz: "Soberanía en las Islas Malvinas" (20 de agosto de 1964)

"En cuestiones de derecho marítimo internacional: el código ciivl argentino en su redacción originaria (Ley 340) establecía la anchura de mar territorial, plenamente soberano, en 1 legua marina (3 millas náuticas) y la anchura de la zona contigua, donde se disponía de poder de policía en ciertas materias, en 4 leguas marinas (12 millas náuticas), conforme la costumbre internacional de vieja data de los estados que establecían esa distancia (3 millas) según la distancia máxima de disparo de cañón desde a línea más baja de la marea"


Lucas Tomás Dolan

La soberanía es el valor más esencial que tiene un ciudadano para su goce y su conservación. Comprende la voluntad de este y la voluntad de todos; viene del pasado y se prolonga al futuro porque tiene pretensiones de eternidad. Significa lo que el ciudadano puede hacer por si y lo que el país puede hacer por el ciudadano. Dentro de las condiciones del derecho y la moral internacionales, la soberanía tiene una posibilidad absoluta.

La revelación física de la soberanía es el territorio, o sea el ámbito geográfico de la jurisdicción del Estado. Para nosotros el territorio no solo comprende el espacio plano sino también el espacio volumen. Es decir, consideramos territorio argentino el suelo y el subsuelo; el espacio aéreo hasta el infinito y el espacio acuático en toda la amplitud de la plataforma continental y el mar epicontinental argentino situado en las adyacencias de las costas nacionales hasta las costas nacionales hasta la isobata de 200 metros de profundidad.

La decisión del Gobierno nacional en defender el territorio es el mas orgulloso de sus deberes y en el pondrá toda su energía, su ciencia y su paciencia. No hemos sido ni seremos un país de conquistadores pero tampoco aceptamos que se nos conquiste. Defenderemos nuestro territorio y pretendemos gobernar nuestro territorio.

El Presidente Illia en su Mensaje del 1 de Mayo al honorable Congreso de la Nación dijo: 

"Pusimos una celosa preocupación en la defensa de la soberanía territorial. No pretendemos nada que no sea nuestro, pero, tampoco, podemos ceder nada que sea propio. Actualizamos los reclamos sobre nuestras Malvinas. Estamos convencidos de la legitimidad de nuestros derechos. Mientras tanto se han tornado precauciones para que la recuperación de ese territorio argentino no se frustre mediante una forzada independencia que jamás reconoceremos. Hicimos categórica afirmación de soberanía antártica y destacado, a través de una conspicua delegación, la voluntad del Poder Ejecutivo de colaborar, auspiciar y recompensar el sacrificio que civiles y hombres de las tres armas, realizan con su permanencia física en aquel rincón patrio, sirviendo no solo al derecho de la soberanía nacional sino también a la ciencia universal aplicada. Estamos dispuestos a llevar nuestra jurisdicción marítima hasta el límite necesario para cubrir la seguridad del patrimonio nacional, considerando que mar epicontinental y el zócalo continental están mucho mas allá de las estrechas jurisdicciones ejercidas"

En cumplimiento de esa decisión el Poder Ejecutivo ha enviado al Congreso un proyecto de Ley que en su artículo 1° establece:

"La Nación Argentina ejerce su soberanía exclusiva sobre la plataforma continental y sobre el mar epicontinental correspondientes al territorio nacional". Es decir fijamos el límite acuático que el artículo 2340 del Código Civil nos podía hacer creer que solo llegaba a las 6 millas marinas" 

Aplicamos una teoría expuesta por el ilustre jurisconsulto argentino el doctor José León Suárez el 12 de setiembre de 1919 y que posteriormente un hombre de ciencia argentino Juan José Nagera habría de destacar. Incorporamos el principio admitido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de Ginebra de 1958, suscrito por 86 naciones aunque se limito su alcance a los efectos de su exploración y explotación de sus recursos naturales.

Ahora bien, la centenaria preocupación argentina por las Islas Malvinas entrara en los meses de setiembre y octubre a una consideración por el Comité Especial encargado de examinar la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, integrada por 24 países miembros de las Naciones Unidas. Nosotros hemos querido informar a nuestros compatriotas que estamos dispuestos a defender en las Naciones Unidas nuestros derechos malvinicos. Me alegra poder destacar que esa defensa no será la obra sola de la Cancillería sino que será el resultado de una voluntad argentina ininterrumpida.

Se hará con el mismo fervor con el pleno convencimiento de los derechos con que el Embajador especial Manuel Moreno los defendió el 17 de junio de 1833, lo haremos nosotros. Con la misma vocación por el territorio patrio con que hallaron entonces entre otros los gobernadores de Santa Fe, Estanislao López y de Corrientes, Pedro Ferre, lo haremos nosotros. Con la misma decisión con que hablo el entonces Ministro de Guerra, General Enrique Martínez, lo haremos nosotros. Con la misma convicción transmitida y manifestada continuamente, lo haremos nosotros.

Esta vez no podría decir el Reino Unido que su derecho puede fundarse en que no se contesto en 1829 la nota de Parrish, porque generaciones tras generaciones, gobiernos tras gobiernos, bajo todos los climas políticos, las calmas y tempestades nacionales han expresado su protesta por el despojo violento del territorio malvinico, llevado a cabo en enero de 1833 por la Nave Clío de la marina inglesa.

Centenares de argentinos han dado al país datos fundamentales que hacen a nuestros derechos sobre el archipiélago de Las Malvinas ubicado en plena plataforma continental. Por eso, la Cancillería no tuvo nada mas que convocar a esos ilustres compatriotas a fin de que aportasen el fruto de sus pacientes y sacrificada investigaciones, como así también de sus brillantes capacidades jurídicas para que la Cancillería pudiese contar como cuenta con la verdad histórica y con la verdad jurídica que agregada a la verdad moral hace que nuestra causa tenga todas las posibilidades de ser escuchada.

La Academia de la Historia ha hecho una síntesis magnifica de las investigaciones y ha aportado un alegato que servirá para el trabajo de la Cancillería.

Nosotros queremos advertir, sin embargo, que el Comité de los 24 países es un Comité para tratar especialmente la situación de los territorios no autóctonos o países coloniales. Las Malvinas no es una colonia sino que es un territorio arrebatado por la violencia al cuerpo territorial de la Republica 
Argentina: si fuese una colonia, siguiendo la tradición argentina, habríamos reclamado la independencia de la colonia como reclamamos contra todos los sometimientos coloniales y como contribuimos con nuestros votos a la formación de la Comisión especial para favorecer la independencia colonial. Por eso mismo, cuando el Reino Unido producía informes sobre Las Malvinas como si fuese una colonia, nosotros formulamos las protestas de las Naciones Unidas.

Pero queremos decir a nuestros conciudadanos que si la Cancilleria con el aporte de historiadores, legisladores o simplemente patriotas esta en condiciones de defender en el plano de la controversia internacional sus derechos sobre las Malvinas y de obtener el apoyo de países de todos los continentes, esto no puede ser solo el reflejo de un estudio o de una investigación de un empeño de grupos selectos. El argumento esencial de la soberanía del país esta no solo en su derecho a ella sino también en la vocación del pueblo por defenderlo. Eso es lo que desean el Gobierno nacional. Por eso convoco a los argentinos a sumar su vocación, su decisión argentinista para la recuperación pacifica de las Islas Malvinas.

Pensamos que en esas islas esta el orgullo nacional derrotado por la violencia. Que en esta isla esta un complemento de la bella geografía argentina.

Las Malvinas nos han servido para convencernos de que las generaciones mas remotas, los sectores sociales políticos mas distintos y encontrados se pueden juntar y se juntan ante las grandes causas nacionales. Las Malvinas han dado continuidad a la unidad argentina. Su recuperación significara el triunfo de esa unidad argentina.















Fuente: Discurso por Cadena Nacional del Canciller Miguel Ángel Zavala Ortiz sobre Soberanía en las Islas Malvinas en "El Gobierno Constitucional y la Unidad de América" de Miguel Ángel Zavala Ortiz, 1967.

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