Rodolfo Pandolfi murió
poco después de esta entrevista, tras un infarto fulminante. Puedo decir que yo
era amigo suyo, a pesar de la diferencia de edad. Hablábamos todas las semanas,
comentando las novedades políticas. Sabía hablar y, raro, escuchar. De esas
charlas fue naciendo la idea de grabarlas y dejar un testimonio. Él alentó ese proyecto, pero desgraciadamente no
lo verá concluido.
Fue una gloria del periodismo argentino, desde
la Revista Contorno, en épocas de Perón, hasta su función como jefe de la
sección política de la mítica Primera Plana. Confirmado fue otra de sus
revistas. Escribió reportajes a presidentes, crónicas políticas, infinidad de libros, el último de los cuales-
escrito en colaboración con Emilio Gibaja- me obsequió: "La democracia
derrotada. Arturo Illia y su época". Era demócrata, con un padre italiano,
expulsado de Italia por Mussolini. Antiperonista, sí, antiperonista, como en
aquella época dura se decía. Antifascista, anticomunista y antiperonista. Todas
posturas muy desafiantes para esta época light donde todos son, extrañamente,
peronistas , socialistas y demócratas al
mismo tiempo. El sabía que esa era una unión contra natura.
Reproduzco ahora la
que ha sido su última entrevista:
EL: Rodolfo, hacenos una semblanza personal tuya.
RP: Yo ya si bien
era muy chico, tenia conciencia de lo que sucedía, porque en mi casa se hablaba
continuamente de política, era una casa muy politizada, de manera que yo ya a
los seis años sabía lo que era la guerra española. Por supuesto de una manera
muy confusa, como era lógico. Viví la caída de Madrid y en seguida la Guerra
Mundial, en que se vive en un doble sentido en una familia antifascista, en la
que mi padre había sido militar italiano y se tuvo que ir de Italia (aunque él
era argentino, fue a Italia en la Primera Guerra a pelear). Además vivíamos en
Barrio Once, donde nuestros amigos eran judíos de manera que todo esto hizo que
se viviera con mucha intensidad la política y en especial la Segunda Guerra
Mundial.
Yo tenía 10 u 11 años y escuchaba la BBC de Londres y
vivimos por ejemplo, la batalla de Stalingrado como si estuviéramos de algún
modo allí. Por supuesto, el desembarco en Normandía, etc.,
Esto, entonces, se refleja luego en como percibimos al
peronismo, en cuanto Perón era percibido como fascista…
EL: Volvamos a tu
carrera.
RP: Como
periodista empecé en publicaciones estudiantiles, en el Movimiento Reformista,
en la Revista Centro, del centro de estudiantes, en la revista Sagitario y en
Contorno, un grupo de los hermanos Viñas, de Rozitchner padre, de Sebrelli, de
Massotta,etc.
Luego pasé por diversos medios: Diario El Mundo, Clarín
hasta que nació Primera Plana, donde fui el encargado de Política y durante un
tiempo, mano derecha de Jacobo Timerman. Después fui a Confirmado, donde cubrí
todos el periodo 73/74. Yo tenía dos amigos muy cercanos a Perón, que
trabajaban para el en Puerta del Sol. Ahí tengo una anécdota muy interesante.
Un día recibo un llamado en Confirmado desde la residencia de Perón. Era
evidente que lo hacían bajo las órdenes de éste:
“llama a los
responsables de política de los diversos y medios y comunicale esto”.
Me dice; “ a ver, a
ver: cuando Perón vuelva a Argentina, como va a ser el discurso de Perón?”
Yo le respondo, en base a mi mentalidad “gorila”:
“Va a hacer lo de
siempre, que cada uno lo pueda interpretar como quiera: que los Montoneros lo
interpreten como apoyo a los Montoneros, la CGT como apoyo a la CGT, etc.….”.
Me dijo: “Cero. Perón
en el poder no es así.”
Perón ya había echado a Galimberti y advertido a los
Montoneros que no jodieran. Perón no es marxista, eso es una simple postura.
“Va a hacer un anuncio
muy terminante y muy claro: déjense de joder, el país está en guerra. Y
acordate de esta frase” Tiendo mi mano a los viejos adversarios pero frente a
los infiltrados haré tronar el escarmiento”
Llega un pibe cuyo padre trabajaba en Confirmado y le digo “Va a haber problemas en Ezeiza”. “ah, ya te
salió el gorila” me respondió. Perón había encargado a Osinde la seguridad
del acto y los Montoneros no querían pasar desapercibidos, querían copar el acto.
Y después pasó lo que pasó. Perón los echó de la Plaza el primero de mayo,
Perón les dice a los de la CGT:
“¿Que esperan para
tomar venganza?”
EL: Sigamos con la
época del primer peronismo.
RP: Durante la
época de Perón la revista Contorno se dedicó a publicar temas de letras y
filosofía y se politizó mucho al abrirse la libertad de prensa y poder hablar
contra el Gobierno…
Éramos “gorilas” pero las ideas eran ideas equivocadas,
íconos: no dejábamos de reconocerle cosas al peronismo, no éramos ajenos al
viento de la historia que había en esos momentos, por ej. en la Inglaterra de
los Laboristas, etc. Pero eso lo aplicábamos fundamentalmente al análisis del
peronismo. En una nota mía de Contorno llamada “17 de octubre: trampa y salida”
se notaba la idea de un doble juego, era una trampa, pero era una salida porque
abría el camino a los trabajadores, etc.
La lucha contra la Iglesia del peronismo era un punto de
unión: éramos anticlericales, laicistas lo cual no implicaba que aceptáramos la
quema de iglesias.
Había mucha esperanza en que se manejara bien la apertura a
los trabajadores. El país estaba dividido en dos mitades. En las elecciones del
46 el peronismo gano 52 a
48. Hubo errores de parte de Unión Democrática, un exceso de catalogar a Perón
como Nazi. Es cierto que lo identificábamos con el fascismo. Hubo en el
gobierno militar de 1943 un Ministerio de Educación manejado por Martínez
Zubiría ,un nazi confeso, la Alianza Nacionalista en la calle como grupo que
atacaba cafés donde se reunían judíos, en mi barrio, en pleno Once. Pero fue un
exceso decir “Peronazi”, como decían los comunistas. Era una acusación, a los
ojos de muchos, excesiva y por lo tanto, ineficaz.
Pero al mismo tiempo éramos muy severos con los
conservadores, los monopolios, etc. Esta cosa de “gorilas de izquierda” éramos,
con muchos matices. Y finalmente nos expresó mucho la candidatura de Frondizi.
EL: O sea tomar lo
bueno entre comillas de la política de Perón, pero darle un marco democrático.
RP: Exactamente
EL: Volvamos un poco
para atrás. El 17 de octubre, ¿como lo viviste, tenes experiencias directas de
esa jornada?
RP: Fue una gran
sorpresa. En mi familia nadie lo esperaba: ni mi familia directa ni mis tíos.
Después del 12 de octubre – fecha muy olvidada, con una manifestación
democrática en Plaza San Martín, - después del 23 de septiembre, que había sido
la Marcha por la Constitución y la Libertad, en la que los diarios daban dos
millones de personas manifestando. Yo había ido a la manifestación de festejo
por la liberación de París. En fin, todo estaba muy relacionado con el
desarrollo de la Guerra mundial. Cuado los aliados perdían, mi mamá lloraba.
Si vos lees el manifiesto del GOU, o analizas la Alianza
Libertadora Nacionalista, o si ves el clero fascista- que por cierto no era
todo, vos ves a Monseñor Dandrea, la revistas cristianas, eran antifascistas y
antiperonistas, no eran todos – tampoco en España fue todo el clero franquista.
Pero la conducción del clero – copelliana- sin duda era profascista. Obviamente
no apoyaban los campos de concentración, pero cuando nosotros le tirábamos lo
de los campos, ellos nos tiraban lo de Hiroshima.
EL: Era ver quien
tenía más muertos en su cuenta.
RP: Sí,
exactamente. Volviendo al 17 de octubre, fue una gran sorpresa. El 23 de septiembre
del 45 había habido una gran manifestación. La Unión Democrática no se creó en
esos días, se creó antes, contra Castillo, ahí la historia se salteó eso, al
igual que los periodistas nuevos que ignoran cosas básicas. Se crea en mayo del
42, en el contexto de la guerra y agrupa a conservadores, radicales,
comunistas, y la CGT, con la que inicialmente contábamos, porque la tradición
del movimiento obrero era socialdemócrata y anarquista. Contábamos también con
algunos militares y con algunos curas, muy minoritarios (Dandrea, etc.) y
curiosamente…. Muy antiperonista, estaba en un barrio obrero y Filipo
absolutamente nazi, justificaba el antisemitismo
EL: Sí tengo
testimonios de sus sermones en la Redonda de Belgrano, muy antisemitas.
RP: Esto hace que
la visión nuestra sobre Perón no fuera como la que tenían los demócratas
brasileros sobre Vargas, que había mandado tropas a Europa con los Aliados.
Había luchado en Montecassino, no tenían esa idea sobre Vargas. Si bien este
tenía algunas ideas similares, sobre la necesidad de las corporaciones, pero
respetaba los compromisos internacionales, según los cuales los que atacan a un
país americano atacan a todos los países americanos. Argentina tenía una
posición neutralista, por no decir profascista. Castillo era profascista, lo
mismo que Fresco. Por supuesto la represión era muy dura: los palos policiales,
los gases, los tiros, los muertos en actos de la Unión Democrática agredidos
por grupos policiales o parapoliciales, la policía montada por ejemplo,
recorriendo mi barrio (que cuando podíamos les tirabamos bolitas para que se
caigan los caballos). Perón no tenía la opinión pública a su favor. Pero que
pasa: la situación económica al terminar la Guerra es muy buena por las
exportaciones. Entonces ahí viene una serie de leyes sociales- algunas ya
estaban, se le atribuyen a Perón pero ya estaban, lo que pasa es que no se
aplicaban, se negociaban sectorialmente. La situación económica era favorable.
La mayoría de los diarios (La Prensa, La Nación, El Mundo, Clarín) estaban con
la Unión Democrática, y ellos tenían Democracia, El laborista, El Líder… pero
eran muy poco influyentes. Crítica estaba con la Unión Democrática y era muy
importante porque era popular y al mismo tiempo publicaba editoriales y tenía
gente como Borges, que escribía sobre temas culturales…era muy influyente.
Bueno, termino el secundario entro en la Facultad de
Filosofía a estudiar la carrera de Filosofía
EL: Entras a
Filosofía atraído por que cuestiones: la teoría, el pensamiento…
RP: No , no tenía
una línea, pero me interesaba Kant, la fenomenología de Husserl, Sartre que
estaba muy de moda, Camus. Nosotros recitábamos, emocionados, a Paul Elouard,
“la libertad”, pero ellos coqueteaban con los nazis. “Las Moscas” escrita en el
43, era de alguna manera Heidegger llevado al teatro…
La gente creo que tiene una visión distorsionada en la
Argentina de las grandes diferencias que había entre el fascismo y el nazismo.
El nazismo tenía elementos del paganismo y se embala muchísimo con el
Psicoanálisis, no Freud, porque era judío, pero sí Jung: no dice “raza”, pero
dice “inconciente colectivo”, el hermano de Goering era el presidente de la
Asociación Psicoanalítica Alemana Eso no
lo hacía el franquismo, por ejemplo. Heidegger llevaba una vida muy poco
eclesial, convivía con su mujer y su amante que era nada menos que Hanna
Arendt…
EL: A pesar de lo que
se dice, hubo serios enfrentamientos entre la Iglesia católica alemana y el
nazismo.
RP: Sí, yo tengo
escrito un libro sobre ese tema. Bueno volviendo al relato, entro a Filosofia y
Letras en el 51
EL: Los profesores, ¿que
tendencia tenían?
RP: Había
excepciones, como por ejemplo Astrada, pero lo que predominaba era una
tendencia peronista conservadora muy del peronismo tradicionalista, de sesgo
conservador popular con algunos claramente fascistas como Guemes, en Historia.
EL: ¿Y que clima
había en la Facultad?
RP: Éramos todos
antiperonistas. Todos. Había control: los “tiras”. Al final los policías te
terminaban contando que eran tiras. Vos tenías que saber que había tiras y si
querías hacer una denuncia tenías que saber a quien recurrir. Hubo un episodio
que nos sorprendió a todos. Hubo una reunión que se hizo en Bahía Blanca con
gente de la marina, una reunión “preconspirativa” como se llaman. A diferencia
de lo que pasa hoy en día, en esa época era “te mato o me matas”, había un
enorme grado de enfrentamiento. Y hubo una reunión y tipos de la Federación
Juvenil Comunista que habían entrado en un doble juego con Real, denunciaron esa
reunión, por lo cual se expulsó del centro de Estudiantes a los comunistas, no
obstante lo cual la policía seguía fichando como “comunistas” a todos los que
estaban en el Centro de Estudiantes.
Yo estuve preso. Había un fenómeno de delaciones, de teléfonos
pinchados. Yo tenía que organizar una volanteada, pero por razones prácticas
eso no se hizo…no obstante lo cual como se iba a hacer y hubo conversaciones
telefónicas bastante imprudentes, entonces me pusieron preso por una volanteada
que no se hizo. Yo tenía un portafolio donde debía haber llevado los volantes.
Bueno, el procedimiento policial fue correcto, te trataban de usted, de señor,
tenía 18 años, hoy en día te dicen “boludo, hacé esto”, pero no era el uso en
esos tiempos. Salvo cuando había incidentes. Me llevaron a la Comisaría
Primera, me tuvieron ahí pero me tuvieron un ratito en un calabozo y después me
llevaron a una sala grande y después vino de Juez de Faltas. La acusación que
me hacían era “agresión a la autoridad”. Algo disparatado porque yo no los
agredí a ellos ni ellos a mí. Fui a juicio al Tribunal de Faltas, el Juez me
dio un arresto de diez días en Devoto. Tuve una conversación privada con el
Juez, en un aparte, “yo ya se que todo esto es loco” me dijo. ”Usted se imagina
que yo, flaco y anteojudo pudiera agredir a la policía”, le digo. “Si usted lo
hubiera hecho la pena sería mucho mayor. Todo esto no tiene sentido. Pero sabe
que?- me dice- a usted le conviene que lo condene, le doy solo 10 días y nadie
lo va a molestar más. Si yo lo absuelvo lo van a poner a disposición del Poder
Ejecutivo. “Había incluso peronistas disidentes en esas condiciones, dos años
presos a disposición del PE.
Fui a Devoto. Había presos por hablar mal del Gobierno.
Porque existía una ley sobre “Difusión de rumores”. Alguien protestaba en el
almacén y había tiras que lo denunciaban. Había tiras en todos los lugares
públicos, bares, cines, restoranes…No era el fascismo pero nosotros lo vivíamos
así…
EL: O sea, si bien
era duro no era…un exceso de represión. Ustedes de algún modo se construían un
enemigo…
RP: Sí, nos
encanaban con facilidad, pero nos trataban bien, salvo cuando se mezclaran con
un grupo terrorista. A Milo Gibaja lo torturaron mucho bajo esa acusación. El
estuvo en la voladura de rieles. Aun así fijate que el policía que lo torturó
después le mandó una carta pidiéndole disculpas…
EL: Es decir, era un
fascismo “a la argentina”, no a la alemana o la italiana.
RP: Claro, Hubo
casos. Nosotros nos metíamos con el Gobierno, pero el Gobierno no se metía mucho
con nosotros, por que – y esto te lo contaba la policía- cuando te encanaban,
te decían “mira yo estoy acá ganando 180 pesos, y vos vas a ser un abogado
importante”
EL: A mi me dijeron
lo mismo en Devoto, en la época de Onganía: “Hoy ustedes están acá, y mañana
son diputados…”
RP: Exacto. Salvo
que estuvieras en acciones terroristas. Ahí si. Terrorismo hubo poco, pero
hubo. Lo más importante fue la bomba en Plaza de Mayo, no el bombardeo que fue
un acto, condenable o no, un acto militar, un acto de guerra sino el atentado
terrorista en una concentración peronista, que fue en el 53, donde hubo varios
muertos. Pero no eran “revolucionarios” de derecha, eran de izquierda, su
modelo era el Maquis. Medio fantasiosos no?, pero era el Maquis. Eran la
resistencia de izquierda a un gobierno dictatorial, fascista.
EL: Pero mataron
gente.
RP: Sí, si. Ellos
todavía no se llamaban “comandos civiles “ se llamaban resistentes, pero ahí
hubo cuatro muertos y heridos. Un acto de guerra es una cosa, poner una bomba
en una concentración pacífica es otra.
Por parte del peronismo, los más perseguidos son los
“cabecitas negras” por que son los que no tenían defensa. No tenían abogados.
EL: ¿Quienes eran
esos “cabecitas negras”?
RP: Indios. Hubo dos grandes represiones de indios. Una, de
coyas en el 46. Tengo un amigo que está trabajando en ese tema. Y la otra fue
la de los pilagaes. Y ahí hablan de más de mil muertos.
EL: Ese fue un
genocidio oculto. Con un componente racista- contra los “indios”- y que fue
cuidadosamente ocultado. Es un tema digno de ser investigado. Quien dio la
orden y quien dio la orden de ocultar la orden…
RP: No hay una
explicación clara. Siempre las zonas de frontera, en este caso con Paraguay son
muy sensibles. Había un cierto clima de guerra, en esos tiempos. La hipótesis
de guerra con Brasil, por ejemplo, que se mantuvo hasta hace muy poco. Estuvo
quizás ligado a un tema en relación al Paraguay, de una inmoralidad tremenda, a
gente que no había hecho nada, que sabía nada y menos de estrategia
EL: Sentías en la
vida cotidiana una represión, un control…
RP: Sí, en
especial la persecución económica. A mi padre le cerraron los negocios. Era un
opositor, era provocativamente opositor…Argumentando razones de espacio- que
nunca pudimos entender- Mi padre había llegado a tener seis negocios de
alimentos en estaciones ferroviarias. Eran concesiones. No se pagaba alquiler.
Mi padre era titular del fondo de comercio, y no podía vender ninguna
mercadería que no fuera de Swift. Los cerraron por “razones de espacio”,
obviamente falsas porque después se instalaron otros negocios. Lo más común era
persecución por “agio”, por “carestía de los productos”, las leyes contra la
especulación. Un caso muy conocido fue el de Mu Mu, que se negó a darle la
cuota a la Fundación Eva Perón. Ahí se tragaba como locos. Se hacían cosas pero
se tragaba… La Fundación tenía empresarios a los que habitualmente exigía la
entrega de dinero, y pocos se oponían a eso. Aparte de la propaganda había
tragadas sensacionales. Lo acordado era 50 y 50, que después fue muy común en
otros “impuestos revolucionarios”, por ejemplo los Tupamaros en los secuestros
extorsivos. Eran negocios. Dicen que los de Mu Mu eran del partido
comunista…Había todo un aparato empresario comunista.
EL: Los
intelectuales, casi todos eran antiperonistas, pero también había intelectuales
peronistas: Marechal, la gente de FORJA.
RP: Sí, pero
durante el peronismo no tuvieron ninguna influencia. En cambio, en épocas de
Frondizi aparecieron, como formas de peronismo no reconocidas del todo como
peronistas. Pero Jauretche…Discepolo, el famoso tango “cambalache” siempre se
interpretó como una crítica a los gobiernos conservadores, pero no es así: era
una critica al gobierno de Yrigoyen…
EL: Como viste la
etapa final del peronismo, la Revolución Libertadora…
RP: Yo era un
antiperonista estricto, sin dejar de reconocer aspectos positivos, que se
pueden leer en los artículos que yo escribía en Contorno. No era una postura
primitiva. Yo me acerque a una postura cristiana, lo que sería la democracia
cristiana, no obstante lo cual en la Facultad yo estaba en el Reformismo, no en
la Liga Humanista, Había mucha gente religiosa en esa época, cosa que ahora no
existe. La religión era aun importante para muchos jóvenes, en el intento de
dar respuesta a los grandes interrogantes: la vida, la muerte.
Tengo un breve paso por las juventudes socialistas y luego
entro en el radicalismo. Entro a través del frondicismo. Frondizi sí expresaba
bastante lo que yo pensaba. Era una idea del Desarrollo, una posición moderna,
con referencias a la Justicia Social. Todos éramos bastantes nacionalistas en
lo económico, todos éramos “víctimas del imperialismo”, cosa que ya hoy en día
cambió.
La libertadora como la vemos? Hay un momento de gran
entusiasmo, era como la liberación de París. Pero había una serie de figuras
que nos daban recelo. Un grupo de nacionalistas que no terminábamos de tragar.
Pero nada es simple de explicar. Ahora todo parece fácil, pero en aquel momento
había una gran mezcla de cosas, buenas y malas.
Fuente: Testigos del Peronismo Real (1943-1955): “Entrevista
a Rodolfo Pandolfi” por Estéban Lijalad, abril de 2011 publicado en el sitio
Con-Texto de Ernestina Gamas, abril de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario