Afirmó que los hombres del nuevo organismo asumimos una gran
responsabilidad, pero estamos seguros de poder cumplir con la masa radical.
Nos asiste la convicción de no haber sido nosotros quienes
hemos traído por una contumaz rebeldía, al radicalismo en trance que esta noche
resolvemos. Una mentalidad no radical ha ido escalando posiciones, se encumbro
por la confianza y la generosidad de una mayoría que no había nacido para
calcular. Y así un día, nos encontramos que aquello que Yrigoyen definió como
un movimiento de opinión nacional, fue deformándose, para convertirse en un núcleo
cada vez mas sectorizado, deformado y distante del pensamiento natal del
radicalismo. Se dejó de lado algo que el radicalismo no puede abandonar nunca:
su sentimentalidad.
Veintisiete años llevamos batiéndonos en la intimidad
partidaria, pero actuando juntos y unidos frente al fraude primero, frente al
despotismo después. Podíamos seguir unidos otra vez 27 años más, peleando
dentro del partido, pero dándole a la patria la satisfacción de vernos juntos
en la creación del próximo gobierno constitucional. Como fruto del espíritu
sectario, la agrupación de la calle Río Bamba realiza ahora una acción de
deformación de la verdad. Se quiere mostrar que nosotros reproducimos en 1957,
la intención y la actitud de hombres que actuaron en 1924 o en 1928, la verdad
es que muchos de los “riobambinos” que hablan del 25 y del 28, el 24 y el 28
estaban afuera del radicalismo, en otros partidos, peleando contra nosotros. Hombres
que tienen nuestra misma edad, a veces unos pocos años más ingresaron después del
año 25, otros en los prolegómenos del 43 y muchos después. Están ahí en la
calle Río Bamba y no son los títulos de su fresca firma en la ficha de
afiliados, los que les habilitan para echar sombras sobre individuos que pueden
exhibirse ante la opinión publica como ciudadanos que han entregado su vida al
combate, sin pasarle jamás al partido ni al país, la factura de las
compensaciones.
Se tiene mucha buena memoria con mucha mala intención para
evocar episodios pretéritos y atribuirles a quienes pueden probar que las combatieron. Pero olvidan
documentos recientísimos como el que esta noche citó Sammartino. El peronismo lo
expulso de la Cámara de Diputados por haber afirmado que en cierto aspecto y
que en algún sector humano, representaba una fuerza aluvional por el desorden
de sus ideas y por la violencia en sus pronunciamientos. Y cuando el peronismo
se va del país, en su figura definitoria, son los de Río Bamba lo que toman el
argumento vacante del Dictador y lo emplean con su misma despreciable intención
electoral.
Hablan de programas y se colocan a si mismos en una altura olímpica
inalcanzable.
Ellos solos en el monopolio para la confección de un programa.
Ellos solos en el monopolio para la confección de un programa.
Fuente: Diario EL LITORAL, Martes 26 de Febrero de 1957
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