Sr. Presidente (Bravo). — Tiene la palabra el señor senador
por el Chaco.
Sr. León. — Señor presidente: tengo un debate íntimo en
cuanto a votar esta ley o no porque algunos de sus artículos tiran a favor para
que los apruebe y otros hacen que mi pensamiento se niegue a hacerlo, Este
proyecto es una buena selva; mas que de la inteligencia de los legisladores su éxito
va a depender de la moral de los gobernantes. Quiero tener el optimismo del señor
senador por Corrientes y espero que esta norma sea bien manejada.
De cualquier modo, vote en este Senado la ley de emergencia
económica; en esa ocasión, me dijeron que no se iba a privatizar YPF, pero después
un decreto del Ejecutivo aprobó su privatización. Con eso se tiro al voleo el
alma de la Republica.
Después se dictaron otros decretos para privatizaron
empresas que el entonces ministro Dromi nos dijo que no iban a quedar sujetas a
privatización.
Tenemos un país que esta conmovido por el exceso de
personalismo del Ejecutivo, que se maneja a través de decretos en contra de la legislación
histórica. Por decreto se han modificado organismos que iban a controlar
algunas de las actividades que hoy nosotros queremos perfeccionar.
Todo esto hace que tenga mis dudas y, por ello, he decidido
no votar afirmativamente este proyecto de ley. Respeto el informe que han dado
los señores senadores, pero si esta ley va a ser manejada por los que
corrompieron antes y después al Banco Central en su función de contralor, no va
a servir para nada. Si van a quedar en la estructura de funcionamiento de esta
ley los dos presidentes del Banco de la Nación que hoy disputan para saber
quien hizo mas torpezas con el asunto de los cheques, es evidente que esta
norma no tiene sentido. Se dice que esta ley va a servir para controlar el
funcionamiento ético del Estado, pero el Ejecutivo deberá convencernos de que
va a utilizar el concurso de hombres éticos.
Felicito a la mayoría que hace unos momentos permitió que
volviese a comisión el proyecto de ley relacionado con la pretendida privatización
de la Casa de Moneda. Alli han pasado algunas cosas que no justifican su
privatización. Tengo aquí "menemtruchos", una de las vergüenzas que
pasamos los argentinos por culpa del actual interventor de la Casa de Moneda.
Si esos son los funcionarios que van a seguir, no tiene sentido aprobar una ley
de estas dado que luego son burladas por los famosos decretos o por los propios
funcionarios.
Reitero que ya he decidido no votar afirmativamente este
proyecto, sin perjuicio de lo cual quiero hacer algunas aclaraciones. Uno de
sus artículos dice que el Poder Ejecutivo podrá modificar partidas y utilizar
el presupuesto con bastante libertad, dejando libre al Congreso para que maneje
solo algunas circunstancias.
Este proyecto deja prácticamente en libertad a las empresas
privadas que actúen como concesionarias de servicios públicos. En efecto, el
artículo 8° establece que las disposiciones de la ley serán de aplicación en
todo el sector publico nacional, que % tal efecto esta integrado por todos los
organismos y sociedades que se describen en sus incisos a) y b). En ninguno de
ellos se habla de las empresas concesionarias de servicios públicos. Es
evidente que el Estado no puede abandonar el control sobre estas actividades.
Por otra parte, en lo que atañe al ejercicio del poder de policía
por parte del Estado, debemos recordar que fue la Sindicatura General de Empresas
Publicas, organismo que por esta ley se esfuma, la que en su momento objeto las
tarifas de Telefónica de Argentina y de Telecom cuando estas empresas quisieron
violar el contenido de los pliegos.
Sr. Romero. — ¿Me permite una interrupción, señor senador,
con la anuencia de la Presidencia?
Sr. León. — Como no, señor senador.
Sr. Presidente (Bravo). — Tiene la palabra el señor senador
por Salta.
Sr. Romero. — Señor senador, quiero aclararle que en el caso
de los servicios públicos hay otro mecanismo de control para la concesión. Ya
no es parte del Estado. Si se trata de una empresa privada concesionaria, hay
un marco regulatorio para el caso de teléfonos, otro para el caso de la energía. ,
Hay organismos de control que nada tienen que ver con el
sistema presupuestario interno de cada una de las empresas.
En el artículo 8° no eludimos el control; por el contrario,
lo reafirmamos. Ello es así porque reafirmamos, cada vez más los marcos
regulatorios y las condiciones de las privatizaciones.
En cuanto a la SIGEP, no: desaparece; se transforma y queda
como órgano de control interno de la administración bajo la orbita del presidente
de la Nación. Rescatamos la Auditoria General de la Nación, que depende del Congreso
y al respecto debemos tener confianza en nosotros mismos. Hemos cambiado la condición
de que se tratara de un titular único porque ahora será una comisión de
auditores formada por siete miembros, en donde las minorías tendrán posibilidad
de participar,
Entonces, creemos que el control esta allí, en la capacidad
de expresarse, de contar con información y en que la oposición participe de ese
organismo técnico. Pero nosotros no podemos otorgar a dicho ente facultades más
allá de la inserción constitucional del Congreso con relación al Poder
Ejecutivo.
No se puede hacer un gobierno tecnocrático. Los técnicos tendrán
autonomía para opinar, pero siempre estarán bajo el control del Congreso que, a
su vez, representa a la dirigencia política nacional y a la realidad de los
partidos políticos. En eso tenemos confianza, porque confiamos en nosotros
mismos.
Sabremos controlar, contando con información veraz, tratando
de que los organismos presupuestarios sean de tal manera adecuados como para
realizar un control eficiente. Y le pido, señor senador, que tenga confianza,
ya que a través de los controles interno y externo que efectuaremos,
perfeccionaremos los mecanismos y evitaremos aquellos errores que se cometieron
en muchas épocas y no sólo en la actual gestión de gobierno.
Sr. Presidente (Bravo). — Continúa en el uso de la palabra
el señor senador por el Chaco.
Sr. Leon. — Agradezco al señor senador la información
brindada. Ocurre que yo tengo total confianza en los representantes del pueblo
aqui, en este Congreso. Pero se ha desconfiado de este Congreso por parte de
otros sectores. Porque este Parlamento voto un marco regulatorio para el gas y
un decreto del Poder Ejecutivo lo tiro al diablo.
Creo que esta iniciativa puede ser útil o mala, según como
sea aplicada. Tengo una anotación aquí, para decir que celebraba que hubiera un
organismo que perfeccionara el control.
Sr. Vaca. — ¿Me permite...?
Sr. León. — Pero hay mecanismos en este proyecto que traban
la libertad de aplicación de esta ley.
Sr. Vaca. -¿Me permite...?
Sr. León. — Dije que tenía el espíritu tironeado, y he
decidido no votar afirmativamente este proyecto. Respeto a los señores
senadores que votaran afirmativamente porque creo que si avanzamos en la ilusión
de que nuestro país vaya perfeccionando sus propios mecanismos, y que algunas
de las...
Sr. Presidente (Bravo). — ¿Le permite una interrupción al señor
senador por la capital?
Sr. León. —Con mucho gusto, señor presidente. De todas
maneras, ya termino.
Quería decir lo que deshilvanadamente expresé y es que no
voy a votar afirmativamente este proyecto.
Fuente: Honorable Cámara de Senadores de la República Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario