El radicalismo creyeron destruirlo. Lo presintieron muerto.
Y no percibieron, ni se dieron cuenta, porque no tienen sensibilidad para ello,
que el arranca de las entrañas mismas de nuestra historia. Es la substancia vital
de la nacionalidad. Su aparición en el escenario político responde a factores
históricos. No es una creación artificial y caprichosa. Nosotros, no hemos
hecho otra cosa que concretar esa corriente. Le dimos forma y esta ahí, pujante
y vigorosa, en marcha ascensional.
¡Que había de morir! En lo físico, como en lo moral, muere lo que ya cumplió su misión, lo estático; vive lo dinámico, lo que se nutre en la evolución de la sociedad y de la especie. Por eso el radicalismo —continua— seguirá su ritmo, sin que lo abata ni la adversidad ni la persecución, ni el odio ni la maldad humana.
¡Que había de morir! En lo físico, como en lo moral, muere lo que ya cumplió su misión, lo estático; vive lo dinámico, lo que se nutre en la evolución de la sociedad y de la especie. Por eso el radicalismo —continua— seguirá su ritmo, sin que lo abata ni la adversidad ni la persecución, ni el odio ni la maldad humana.
Ustedes creerán que esto es algo nuevo, esto es siempre el
régimen. Ustedes no conocen bien al régimen porque son muchachos. El régimen es
insaciable; y están inepto, tan falaz y tan sensualista, que el pueblo se irá
dando cuenta de su incapacidad para cumplir nada de lo que prometió. Comete en
exceso todo los que nos atribuye.
Al final, después de que mucho sufra la República, vendrán a buscarnos para que los
salvemos. Ustedes lo verán, porque tienen años para verlo.
Fuente:
-Yrigoyen de Silvano Santander, con prólogo de Ricardo Balbin. 1965
-Vida de un Politico argentino "Convocatoria de Recuerdos" de Gabriel del Mazo,1976.
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