Pesan demasiado sobre la responsabilidad de este pueblo sus
glorias pasadas. Y así me explico que me haya saludado desde los carteles con
esas expresiones reveladores del espíritu del pueblo santafesino:
“Defended la
Constitución, garantía de concordia”;
“Reverenciemos la ley”; “Aborrecemos la tiranía”.
Con mayor autoridad ningún pueblo podía repetir esas
consignas, Sola vosotros la cuna de nuestro federalismo. Desde nuestro pacto
federal señalasteis el camino del Acuerdo de San Nicolás hasta el día luminoso
de la Constituyente reunida en esta histórica ciudad de Santa Fe, que determinó
la organización nacional.
¡Constitución Nacional cancelada de hecho y que es, en
ultima síntesis, la razón de esta cruzada que realizamos por todo los caminos
de la República Porque advertidlo compatriotas, nuestra campaña no es de
proselitismo electoral ni en pos de una candidatura; es para reintegrar a la
Argentina al goce de sus instituciones republicanas. (Aplausos)
Hasta hoy había eludido las referencias personales, pero
estoy en Santa Fe y quiero en su ciudad natal, saludar a mi compañero de fórmula,
ejemplo de austeridad republicana, de coraje cívico y a quien el país debe en último
instancia, esta movilización de la opinión pública argentina (¡Muy Bien! Aplausos)
Yo lo saludo desde esta tribuna con la misma emoción
partidaria traducirlo, a veces elocuentísima palabra, como en el famoso
discurso desde esa alta cátedra del Dr. Josué Gollán, cuya palabra repercutió en
la conciencia civil argentina, constituyéndose en uno de los antecedentes mas luminosos de este
magnifico movimiento de emancipación nacional, que me ha sido dado presenciar
desde el limite geográfico de la República hasta mi propia Buenos Aires,
cartaginense a veces, pero que ha despertado al fin, respondiéndole también a
sus tradiciones gloriosas. (Aplausos)
De vuelta de mi gira anterior, algunas señoras del
Movimiento Democrático de Buenos Aires me dijeron:
Yo le dije que hubiera sido imposible tal olvido.
“Le estamos agradecidas
porque en ninguna tribuna olvidó mencionar el concurso de la mujer”.
Yo le dije que hubiera sido imposible tal olvido.
En las primeras filas, en todas las ciudades de provincia,
estaban la mujer poniendo todo su fervor su ardimiento cívico, dando ejemplo a
los hombres y, en alguna capital yo dije que eso me determinaba en el
convencimiento irrebatible de que estábamos triunfantes porque la mujer a mas
de instinto del amor y de la belleza tiene el de la verdad y la justicia. (¡Muy
Bien!)
Compatriotas:
Si las circunstancias del país no fueran tan excepcionales y la causa por la que estamos luchando no rebalsara los límites de la cuestión partidaria, acaso fuera mi deber detenerme a estudiar, así fuera someramente los problemas económicos y sociales de la provincia.
Si las circunstancias del país no fueran tan excepcionales y la causa por la que estamos luchando no rebalsara los límites de la cuestión partidaria, acaso fuera mi deber detenerme a estudiar, así fuera someramente los problemas económicos y sociales de la provincia.
Pero todo está reflejado en nuestra plataforma electoral y será
a su debido tiempo, expuesta con detención.
Sin embargo, en esta provincia cerealista, la segunda en
importancia del país, yo quiero deciros una sola cosa, que es hora de que
termine este intervencionismo estatal y este variar a cada rato de criterio y
que el trabajo del colono este a tiro de decretos – leyes especiales
discrecionales que como lo dije en Rosario, en ultima esencia se reducen a
esto; cuando la cosecha es buena, quitarle algo del sobreprecio, y cuando sea mala,
darle alguna cosa como la limosna. (Aplausos)
En materia de justicia social, a mí partido ni ninguno de
los que integran la Unión Democrática ha dejado de establecer su claro criterio
y quiero decirlo con claridad meridiana; en esta materia lo primero que
deseamos es respetar por la dignidad del trabajador que no se conviertan sus
sindicatos en rebaños electorales. (Aplausos)
Compatriotas:
Podéis afirmar que en todo el país la opinión publica esta de pie y que ha dicho por la vos multitudinaria de asambleas que nunca antes se reunieron con ningún otro motivo como la de hace días en la ciudad de Rosario, que quiere poner punto final a esta malhadado aventura que no ha llenado vergüenza a los argentinos.
Podéis afirmar que en todo el país la opinión publica esta de pie y que ha dicho por la vos multitudinaria de asambleas que nunca antes se reunieron con ningún otro motivo como la de hace días en la ciudad de Rosario, que quiere poner punto final a esta malhadado aventura que no ha llenado vergüenza a los argentinos.
No abrigamos rencores ni queremos para el país multitudes
resentidos sociales. Queremos una cosa sencilla y simple; queremos gobernarnos
nosotros mismos; queremos elegir nuestros gobiernos y no que este se sucedan
misteriosamente y en combinaciones palaciegas. (Aplausos)
Compatriotas: Es posible que vosotros seáis exigentes con
vuestro candidato a la presidencia de la República pero yo puedo asegurar que
nunca seréis mas exigentes que yo mismo en el cumplimiento del deber. Comprendo
que sobre las espaldas de ningún argentino se cargó una responsabilidad mayor, así
sea grandísimo el honor, y estoy dispuesto afrontarla con espíritu de
abnegación y de sacrificio mas allá de toda vanidad y de todo espíritu de
soberbia, puesto mi corazón y el deseo de servir honradamente a mi patria. (Aplausos
prolongados)
Fuente: Diario EL LITORAL, Domingo 3 de Febrero de 1946
No hay comentarios:
Publicar un comentario