Soldados:
Hace diez años que tomo parte en la vida política de nuestro
país y he combatido siempre en la Cámara y en la prensa por la libertad.
Vosotros, valerosos soldados que habéis tornado parte en
este movimiento revolucionario habéis peleado heroicamente, como combate el
soldado argentino.
La gratitud del pueblo, será eterna para vosotros.
Cada soldado que caía herido o muerto, era una herida en mi corazón,
porque estando a las ordenes del Gobierno os habéis unido voluntariamente al
pueblo, para defender sus derechos.
Nuestra victoria hace honor a los ciudadanos y soldados que
han tornado parte en la contienda.
La falta de municiones, nos obliga a dejar las armas, ya que
la dirección superior no podía permitir que vosotros y los voluntarios se
hicieran matar sin poderse defender.
Volved a vuestros cuarteles y recordad que lo primero que
debe reinar en todo soldado es el orden y la disciplina.
Os doy mi palabra de honor que a nadie se hará daño alguno y
en nombre del pueblo os doy gracias por la ayuda que le habéis prestado.
Fuente: Leandro Alem "Mensaje y Destino" Tomo VII, Editorial Raigal, 1955.
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