Montevideo, noviembre 1 de 1931.
Sr. Dr. Don Ricardo Rojas. — Buenos Aires.
Estimado compatriota y correligionario:
La primera revolución de la U. C. R. contra la Dictadura
esta triunfante y Vd. ha sido el jefe: la revolución literaria.
El radicalismo vive una nueva etapa de su vida cívica. Tiene
analogías con el comienzo, porque debe luchar hoy, como entonces, contra
factores de regresión; pero ofrece contornos nuevos, que lo presentan mas
vigoroso y respetable, ya que empieza a destacarse su contenido ideológico que,
poco a poco, la alivianara del lastre de sentimentalismo que detenía su
progreso.
Hombres de talento como Vd., de fuerte amor por la democracia
y de sana probidad moral, completaran la robusta contextura de esa gran fuerza
popular, orientándola definitivamente por el camino que conduce a la eficiencia
de su misión. Esta no puede ser otra que el perfeccionamiento inteligente de
las instituciones del Estado, para un más positivo engrandecimiento de la
Patria.
Malogrado el momento de regresión a que asistimos, es indudable
la evolución que se perfila en nuestro Partido. Me quiero referir, solamente,
al lenguaje, instrumento vital de la democracia. Renovamos, mejorándola, la vieja
literatura radical. Ya hacemos versos nuevos sobre el modelo antiguo...
El último documento, en cuya factura se descubre su presencia,
es una página de oro que abre el ciclo renovador a que me refiero.
Los que hemos vibrado la vida entera alineados sin reserva
en la gran columna, secundamos, saboreándolo, este nuevo espíritu, y permítame
que yo, uno de ellos, con entusiasmo de soldado y mas que todo con fervor de
argentino le felicite muy de veras, enviándole desde el destierro, un abrazo
cordial y mis votos por el éxito de toda su brillante actuación.
Soy su affmo. Compatriota
Mario Guido
Fuente: El Radicalismo de Mañana de Ricardo Rojas, 1932.
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