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sábado, 17 de noviembre de 2012

Arturo Frondizi: "El Petróleo, tema Nacional" (1954)


Desde el descubrimiento del petróleo en 1907, el problema fue objeto de constante preocupación publica, en el año 1927, acontecimientos mundiales vinculados a este combustible y los estudios hechos por la Comisión especializada de la Cámara de Diputados, habían despertado un interés creciente. La histórica decisión del radicalismo de sostener la nacionalización de las fuentes y el monopolio estatal del petróleo  y la extensión y profundidad del debate desarrollado en la Cámara de Diputados dieron al problema jerarquía definitiva de tema nacional y popular. Fue así como en torno al asunto tomaron posición todos los sectores del país de acuerdo con su orientación ideológica y con los intereses nacionales e internacionales a los cuales estaban ligados.
Mientras los partidos políticos decían su palabra en la Cámara, la polémica se mantenía a través de los periódicos partidarios, de las tribunas, de la cátedra y de los grandes diarios. Los defensores de la nacionalización y monopolio pronto transformaron la idea en un sentimiento, y la defendieron con pasión y ardor.
Yrigoyen, que había unificado el pensamiento del bloque parlamentario y señalado la conveniencia de un debate amplio en que hablaron el mayor número de diputados, además de mantenerse en contacto con los legisladores, inspiraba la acción callejera y la campaña periodística a través del diario radical "La Época". Este periódico desempeño un papel de primer orden en el esclarecimiento del problema, tanto durante el debate como en el periodo preelectoral, y, posteriormente, hasta el 6 de Setiembre, debido a la negativa del Senado a tratar las leyes de petróleo. Sus comentarios alcanzaron tal resonancia que ese cuerpo legislativo dispuso investigar las denuncias del diario respecto a relaciones de senadores con empresas petroleras. La campaña callejera fue desarrollada por el partido y por la Junta Nacional Pro Defensa del petróleo que inicio su acción a comienzos de agosto de 1927, es decir en el periodo más agudo del debate, mediante conferencias, notas y otros medios de publicidad, con la decidida colaboración de Oscar López Serrot, Francisco Monteagudo, Oscar Gil Navarro, Carlos A. Robiani y otros radicales.
Los obreros y los estudiantes no fueron ajenos a la pasión despertada por el problema. Los universitarios reformistas tenían posición definida frente al imperialismo y, recién iniciado el periodo parlamentario de 1927, la Federación Universitaria de Buenos Aires en una nota a la Cámara de Diputados de la Nación en que pide la sanción de leyes protectoras del petróleo, deja constancia de que procura crear un movimiento de opinión, para lo cual realizo un acto publico, pues no puede quedar en silencio frente a problemas de los que depende la soberana económica y política de la Nación. Añade que la sanción de la ley del petróleo es una necesidad nacional identificada con la conciencia publica, por lo cual la Federación, que se ha hecho un honor en repudiar los movimientos imperialistas que minan la integridad de la comunidad latinoamericana, recuerda lo ocurrido en Méjico, y confía en la conciencia vigilante del pueblo para alcanzar una solución adecuada (Dip. 1927,1, 709). Muchos otros actos posteriores ratifican la limpia conducta nacionalista de los estudiantes universitarios en defensa del petró1eo argentino.
Deben ser recordadas dos instituciones que definieron con claridad su idéntica posición. La Unión Latinoamericana envía una nota a la Cámara de Diputados, con la firma de Alfredo L. Palacios (presidente); C. Sanchez Viamonte (vicepresidente); y F. Marquez (secretario general), para que, "interpretando fielmente el sentir popular, sancione la nacionalización del petró1eo y su explotación por el Estado", puesto que "Estados Unidos e Inglaterra extienden por todos los continentes su acción imperialista procurando la captación de riquezas petroliferas..." La Alianza Continental, fundada en mayo de 1927 por iniciativa de Arturo Orzabal Quintana, realizo hasta 1930 una intensa campaña oral y escrita en favor de la nacionalización del petróleo, con el decidido apoyo del general Enrique Mosconi, del general Alonso Baldrich, que era su presidente honorario, y de un grupo decidido de ciudadanos, que recorrieron el país, entre los cuales debemos mencionar a Julio Aguirre Celiz, Moisés Lebensohn, Federico Monjardín, Felipe Fliess, Carlos Sánchez Viamonte, Carlos María Brian, Arturo Orgaz, Homero Guglielmini y muchos otros. El propio Mosconi participó en la preparación de planes de propaganda "que realizaba la institución nombrada en favor de la nacionalización y monopolio del petró1eo, con miras a crear una gran fuerza de opinión que obrara permanentemente en defensa de la soberanía argentina, de mas en mas amenazada por la penetración del capitalismo norteamericano" (Mosconi, El petróleo, pág. 236) La campana realizada por la Alianza Continental era tenaz y grande su repercusión popular lo que determino a los sectores afectados a pretender quitar eficacia a su acción. El Ministro de Guerra, General Agustín P. Justo, que mas tarde gobernaría el país (1932-1938) mediante el fraude y la violencia, sostuvo que la Alianza se dedicaba a una propaganda subversiva, alentada por el dinero ruso ("La Prensa", 19-IX-1927). El General Baldrich y demás personas, que actuaban en la dirección de la campaña, formularon una categórica declaración probando que no eran elementos comunistas sino que estaban al servicio del país.
Ya se conoce la definición contraria a la nacionalización y sobre todo al monopolio estatal del petróleo, de los distintos grupos políticos en la Cámara de Diputados. Estuvieron también contra el mismo principio gran parte de los juristas argentinos, y desde luego los profesores de la materia en la Facultad de Derecho de Buenos Aires que juzgaron duramente los proyectos de ley sancionados y el contenido del debate.

































Fuente: Arturo Frondizi "Petróleo y Politica" Contribución al Estudio de la Historia Economica Argentina y de las Relaciones entre el Imperialismo y la vida Politica Nacional.; Editorial Raigal 1956. 


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