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miércoles, 3 de octubre de 2012

HCN: "La Abstención" (septiembre de 1931)

El país está viviendo uno de sus momentos más difíciles y reclama como nunca el integral patriotismo y sacrificio de todos los ciudadanos.

El concepto de patria no puede significar la defensa de intereses subalternos de egoísmos, de rencores, de ambiciones censurable. Patria para nosotros los radicales importa la evolución pacifica y fraterna de un pueblo orientado siempre hacia la igualdad sin odios, hacia el trabajo sin servidumbres ni humillaciones, hacia la aplicación ecuánime de la ley, hacia la respeto de la dignidad ciudadana, hacia una democracia sin excesos ni privilegios.

Inspirados en estos conceptos la convención nacional de la Unión Cívica Radical formula las siguientes declaraciones:

1. Resuelve la Unión Cívica Radical concurrir a las elecciones a que ha sido convocada la Republica, porque necesita responder a una situación de hecho que daña y traba el desenvolvimiento del país y cuya prolongación es inadmisible; lo resuelve a pesar de que las restricciones impuestas, además de no obedecer a causas justificadas, desde cualquier punto de vista que se las examine, sirven y valen para perseguir, encarcelar ciudadanos y expatriar a hombres que no tienen otras culpas que la de profesar ideas y sentimientos contrarios a los exteriorizados por los que ejercen el mando, y lo hacen aun en las condiciones de inferioridad en que ha querido colocárselas porque entiende que, como fuerza política que ha prodigado sus esfuerzos por la conquista de la efectividad del voto, su obligación imperiosa es la de ratificarse en ese anhelo fundamental, dispuesta una y otra vez a defender con todas sus energías los principios de la democracia.

2. La Unión Cívica Radical atribuye al decreto del gobierno de "facto" llamando a elecciones para el próximo domingo 8 de noviembre la significación de que termina con el estado actual de cosas porque la consulta al pueblo, de hecho significa encuadrarse dentro de la ley.

Induce por lo tanto que su consecuencia ha de ser la entrega inmediata de las funciones del gobierno a los que resulten con mayoría en las urnas y en el supuesto deseado de que el acto electoral se efectúe de acuerdo a las prescripciones de la ley Sáenz Peña, por ello determine que los legisladores nacionales del partido lleven el mandato imperativo de plantear en el seno del Congreso, apenas constituido, si el gobierno de "facto" no resignara de inmediato sus poderes en el gobierno de la ley, como una cuestión previa y esencial, la de que por el decreto de elecciones y conocidos los resultados el país se encuentra en condiciones de exigir el equilibrio constitucional y entregar y confiar su dirección y poderes en sus mandatarios legales.

3. La Unión Cívica Radical entiende que la instituciones armadas que han aceptado o a las que se atribuyen gran responsabilidad del actual estado de cosas han de mirar con una profunda atención el desarrollo de la acción pre y post electoral para quien la consulta al pueblo sea respetada y amparada antes y después de dar su respuesta: 1) en su libre derecho da elegir los hombres que crea dignos, y 2) en que una voz elegidos la decisión no sea alterada, postergada o lisa y llanamente desconocida. Y hace este llamamiento porque siempre ha respetado al ejercito y a la marina, sabiéndoles dispuestos  a, defender a la patria y a las instituciones, y por tanto tener, en que su honorable convención delibera, que el electorado de la provincia de Buenos Aires visto defraudadas sus decisiones soberanas y por ratificar la verdad primaria de que cuando los gobiernos consultan a los pueblos no es para que los pueblos sometan su voluntad a tutorías intolerables de terceros.

4. La Unión Cívica Radical reafirma ante el pueblo de la República su carácter de partido de orden. Su historia demuestra que ha luchado con tesón y heroísmo por la libertad efectiva del sufragio y que aspira a realizar una labor de reconstrucción que acompase el país el ritmo de los pueblos mas adelantados sobre la base del respeto mutuo, la jerarquización de los valores y la profunda solidaridad de todos los que constituyen la nacionalidad argentina. Pide a sus afiliados y simpatizantes no olviden nunca que son los legatarios de los que, con la sangre, el sacrificio, la intransigencia y los esfuerzos mas abnegados han abierto el camino de las urnas a los ciudadanos y les exigen que ejerzan permanentemente un altivo y cuidado contralor, a fin de que los representantes que surjan respondan a la expectativa y a las esperanzas que el partido les confía al proclamarlos candidatos para los puestos electivos.

5. Considera la Unión Cívica Radical que el estado de sitio, el de mayor durabilidad que recuerda nuestra historia, no responde ni ha respondido a motivos atendibles. Lo que pudo excusarse en los primeros momentos, como una consecuencia de los sucesos del 6 de septiembre, no se le encuentra luego razón que explique su mantenimiento por un gobierno que, con jactancia, ha reiterado en discursos, reportajes y proclamas, que la opinión y el ejercito lo acompaña, y menos para un pueblo que, como el nuestro, siempre ha demandado la paz en los espíritus para entregarse afanosamente al trabajo y acentuar los progresos de su marcha. Reclama su inmediato levantamiento, porque entiende que la voluntad del electorado solo ha de traducirse en los atrios en forma autentica e indubitable, siempre y cuando la libertad ampare su prensa, sus tribunas y sus asambleas.

6. La Unión Cívica Radical reconoce que la expresión de las ideas que no lesionan la reputación y el honor de los particulares esta asegurada por la Constitución Nacional y que no es admisible que por concebirlas y expresarlos so sufran persecuciones. Considera también que las ideas de renovación y transformación no pueden ser combatidas sino con otras ideas y que cuando están inspiradas en un anhelo poderoso de justicia social y ponen de relieve un estado de desequilibrio y de desigualdad reparables, obligación de los mandatarios  de escucharlas, atenderlas o tenerlas en vista sin que les asista, en manera alguna, el derecho de perseguir o reprimir a los que las enuncian, por cuanto de ser equivocadas, es la sensatez de los demás la sanción que ha de esperarse, y de ser justas, es la colectividad la que ha de incorporarlas para asegurar los progresos de su evolución incesante.

7. La Unión Cívica Radical no admite que los hombres puedan ser juzgados por otra autoridad que no sea la de los tribunales, con supeditación a las garantías procesales y entendimiento jurisprudencial de las leyes. Así lo determina la Constitución Nacional y lo enseña el derecho de gentes, en sus conquistas definitivas. Rechaza, enérgicamente, cualquier pronunciamiento o restricción que no dimane de los organismos legales, que tienen la misión especifica y la facultad exclusiva de dictarlos, y considera una facultad inalienable de los partidos el juzgar a sus componentes con las altas finalidades de selección que han, de inspirarlos al entregar sus programas, sus plataformas y sus candidatos a las decisiones de la opinión y a las resultancias del sufragio universal.

8. La Unión Cívica Radical censura, severa y públicamente, a los magistrados que con olvido de la independencia y la dignidad de sus cargos han eludido prestar el amparo que han peticionado los particulares invocando la aplicación leal de los principios de los textos legales; y han subalternado las funciones de la justicia aplicando reglas de excepción, enrolándose en propósitos obscuros y alternando el criterio recto de las normas. Entrega esa conducta a juicio de la opinión, por cuanto es la que afecta de un modo mas fundamental los altos y permanentes intereses de una sociedad civilizada y la encomienda a los representantes, que obtenga el radicalismo en los próximos comicios, a fin de que en el Congreso y en las legislaturas de las provincias sepan examinarla con reposada serenidad y recoger de los hechos la lección que se desprende imponiendo las sanciones que corresponda.

9. Afirma la Unión Cívica Radical en estos momentos en que el país reclama imperiosamente la vuelta al régimen armonioso de sus instituciones que los afiliados sabrán intervenir en el ejercicio pleno de sus derechos cívicos y el cumplimiento categórico de sus deberes, la altivez y decisión en las luchas comiciales y que no han de admitir, en manera alguna, que por cualquier circunstancia se pretenda aminorar la libertad que ha de amparar a los partidos en el logro legitimo de sus aspiraciones y a los votantes en el ejercicio del sufragio, porque considera que solo la voluntad de la mayoría es la que ha de decidir de los destinos colectivos y las autoridades surgidas de comicios regulares son las únicas encargadas de responder a los anhelos de todo orden que singularizan la hora que alcanzamos.

10. La Unión Cívica Radical hace llegar su mas franco reconocimiento a los, jóvenes universitarios que al sentir en peligro la democracia, por defenderla, han interrumpido sus estudios, sufriendo padecimientos físicos y morales en una actitud de nobleza y heroísmo que ha dejado de ser un episodio de la historia interna de la Universidad, para convertirse en una pagina de las mas brillantes de la historia argentina.










Fuente: "La Abstención" Declaración de la H. Convención Nacional  de la Unión Cívica Radical en El Radicalismo "Ensayo sobre su Historia y Doctrina" de Gabriel del Mazo, 1984.

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