Pero, la crisis es tan intensa que no podremos conjurarla sino por un plan de reformas verdaderamente radicales.
Concordar en sus verdaderos términos la propiedad colectiva o nacional con la propiedad individual, es la clave de la solución justa. El Programa debe ser, púes:
1- Nacionalización de los ferrocarriles, tranvías y otros medios monopolistas del transporte.
2- Nacionalización de los teléfonos, compañías de gas y electricidad.
3- Monopolio de seguro del Estado y obligatoriedad del seguro general.
4- Nacionalización de los yacimientos petrolíferos y monopolio de su explotación por el Estado.
5- Expropiación de latifundios, sin indemnización y dominio nacional de los mismos para entregarlos en usufructo a los que quieran trabajar.
Todo ESTO será propiedad de TODOS, y lo que este fuera de los limites de la propiedad monopolista, será propiedad individual de cada uno.
Con el producido fiscal de la propiedad TODOS será factible sustituir ---aboliendolos--- todos los impuestos, patentes y gabelas que traban al libre desarrollo del comercio, el trabajo y de la industria.
¡Sobre los escombros de la democracia política viciada por la esclavitud económica hay que edificar la democracia integral!
¡O libres o esclavos, es el dilema!
LA VOZ DE LA HORA: RADICALISMO ECONÓMICO
Fuente: Transcripción del Folleto Plan Económico del Radicalismo.
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