I) LOS PRINCIPIOS:
La política exterior del Gobierno del Presidente De la Rúa se basa en el mandato de nuestro pueblo para asegurar la continuidad e independencia de la Nación, organizada en democracia y bajo el imperio de la ley. Con raíces nacionales profundas e idóneamente ejecutada, la política exterior se orienta por los principios que históricamente han enaltecido a la Argentina:
- La autonomía de sus decisiones, porque nuestra Constitución determina el deber de participar soberanamente, como Estado y a través de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, en la formulación de las políticas y acuerdos internacionales que inciden sobre la vida de los argentinos.
- La amistad con todas las naciones, porque la paz y la justicia son nuestros principios rectores, tanto por su valor intrínseco como porque constituyen la condición determinante de la concordia internacional, indispensable para los intercambios culturales y económicos que facilitan el crecimiento integral del país.
- El especial aprecio y solidaridad para con los países latinoamericanos, porque sus pueblos son nuestra comunidad de origen y de destino, porque son nuestros vecinos en la geografía y nuestros socios en el desarrollo.
- La defensa de nuestra soberanía, porque el mantenimiento de nuestro patrimonio y de nuestra identidad requieren su protección con firmeza pero sin estridencias, con voluntad de paz pero con la dignidad que rehúsa las concesiones no correspondidas, la improvisación y las urgencias de la política menor.
- La abstención de intervenir en los asuntos internos de otros Estados, porque el respeto a las decisiones soberanas de otros pueblos es uno de los pilares de la paz.
- El apoyo a la democracia y la defensa de los derechos humanos, porque son condiciones necesarias para asegurar las libertades fundamentales, robustecer la paz y facilitar que la voz de los pueblos indique los caminos de la concordia y de la equidad.
- El acatamiento al derecho internacional, porque su aplicación y desarrollo es el camino eficaz para contribuir a la previsibilidad de las conductas de los Estados y para estructurar gradualmente un orden que incorpore los principios, valores e intereses que respondan a los objetivos de la Nación.
II) LOS OBJETIVOS:
Este objetivo general se estructura en un conjunto integrado de prioridades que le dan sustento.
Así:
La previsibilidad y la confiabilidad de la Nación son objetivos permanentes; nuestra voluntad de cumplir los compromisos asumidos, la renuencia a producir virajes súbitos, así como la coherencia de nuestras iniciativas y decisiones constituyen una práctica que ya caracteriza a la Argentina. La elaboración de Políticas de Estado sobre nuestros intereses primordiales, con la participación de las diversas expresiones democráticas representativas de la sociedad, genera credibilidad y agrega eficacia al accionar diplomático.
La integración política y económica sudamericana constituye un objetivo central. Es a través de esta integración que se encaminará la eventual conformación del Área de Libre Comercio de las Américas y nuestros vínculos con otros agrupamientos regionales, en especial con la Unión Europea y con los compuestos por países asiáticos.
El afianzamiento de la paz y la seguridad internacionales, incluyendo su dimensión económica, tiene en la Argentina un socio confiable y activo, particularmente en las Naciones Unidas; simultáneamente, priorizamos la cooperación internacional que posibilite la generación de conocimiento científico y técnico.
La democratización del sistema internacional es una meta de interés permanente; su gradual consecución contribuirá al desarrollo de una comunidad de naciones basada en una ética de la cooperación para fortalecer la justicia, estimular el desarrollo, disminuir la inequidad y proteger el medio ambiente, precondiciones de un mundo más estable y más seguro.
Por ser un objetivo de rango constitucional, el Gobierno Nacional encuadra su política respecto a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en un esfuerzo sostenido para recuperar el ejercicio de la soberanía sobre esos territorios, respetando el modo de vida de sus habitantes.
III) LAS POLÍTICAS:
A) LA ECONOMÍA INTERNACIONAL:
La comunicación instantánea, los intercambios culturales abiertos y la integración.
Fuente: Discurso del Sr. Canciller Adalberto Rodríguez Giavarini en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, 30 de mayo de 2000.
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