Sabattini se alojaba en
la casa de Baron Biza, cerca de la Recoleta. Yo fui a verlo temprano. Lo encontré
inclinado mas bien a la idea de «el gobierno a la Corte».
Le hable con vehemencia:
Le hable con vehemencia:
—Avalos esta dispuesto
a entregarle el poder a usted —le dije—. ¿Por que no lo toma? Usted, doctor
Sabattini, tiene que tomar el poder. Poner los ministros y mandar adelante el
proceso. A Perón, la gente lo quiere, hay que convencerse. Pero si el propio ejército
lo ha defenestrado, hay que hacerle un funeral de primera... Mande que hable
por radio el hombre mas respetado del radicalismo por ejemplo don Elpidio. Que
diga que el ejército ha resuelto que ningún militar puede ser candidato.
Que se vaya con todos los honores porque si no la reacción popular puede ser muy peligrosa. Y en seguida, no desaprovechar la oportunidad. Hay que tomar la oportunidad por la trenza, porque es calva...
Que se vaya con todos los honores porque si no la reacción popular puede ser muy peligrosa. Y en seguida, no desaprovechar la oportunidad. Hay que tomar la oportunidad por la trenza, porque es calva...
Sabattini pareció
impresionado. Seguimos conversando y en un momento dado tuve la impresión de
que había logrado convencerlo. En eso entra una chinita y anuncia a los
doctores Jacinto Oddone y Henoch Aguiar. Ambos eran miembros de la Mesa
Directiva del Comité Nacional de la UCR y amigos, los dos, de Sabattini. El se
excuso y paso a una salita a atenderlos. Yo me quede, porque tuve el palpito de
que Oddone y Aguiar venían a traer un planteo exactamente contrario al mío.
Efectivamente, después
de un rato largo, tal vez una hora, salio Sabattini.
Había cambiado completamente:
—Los amigos del Comité Nacional creen que conviene insistir en el planteo de que el gobierno entregue el poder a la Corte... —me dijo.
Había cambiado completamente:
—Los amigos del Comité Nacional creen que conviene insistir en el planteo de que el gobierno entregue el poder a la Corte... —me dijo.
Fue la última vez en mi
vida que lo vi a Sabattini.
Me despedí así:
Me despedí así:
—Sepa, doctor, que la
historia ha pasado al lado suyo y usted la ha dejado escapar. Nunca más tendrá
esta oportunidad. Usted ha terminado políticamente. Adiós.
Fuente: El 45 Cronica de un año decisivo de Felix Luna, Editorial Sudamericana,1971.
Un gusto ver referencias a mi abuelo Henoch Aguiar, Con Sabatini, se reunían semanalmente en casa de mi abuelo, en la Av. Velez Sarfield...
ResponderEliminarRuth Aguiar