Si esa idea predominara, estaría disuelto el partido y por manos de sus propios hijos al declarar en esta hora tan grave, que el radicalismo debe buscar en la conjunción con otros partidos dos hombres espectable libres de tacha. Es decir que después de cincuenta años de duras experiencias, durante las cuales esta fuerza cívica se caracterizo por su independencia habiendo nacido a la vida publica, precisamente por el repudio al acuerdo vendría hoy a hacer combinaciones que aunque son bien inspiradas en su autor; no tienen otro carácter que el meramente electoral.
Categórica descalificación. Es decir que en nuestras filas
no hay dos hombres de bien, capacitados y patriotas, dispuestos a levantarse
por encima de los intereses estrechos de círculos, incapaces de hacer un
gobierno para el país sino exclusivo para el partido.
Fuente:
"Historia de la Unión Cívica Radical de Córdoba, 1890-2000" de
Oscar E. Fravega
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