Restalle en el diapasón
de todo criollo instrumento
el preludio que es lamento
y es blasfemia y es canción:
reviente del corazón
y un tiempo el odio y el bien
y en confundido vaivén
vibre en bélica elegía,
el verso de Echeverría
y el rayo de Leandro Alem.
Y hoy que en la patria se inicia
una cívica cruzada,
toca al pueblo la esforzada
salvación de la justicia;
el batir de la impudicia
en sus propias posiciones
y con las triples razones
de juez, de parte y verdugo,
quebrarle en la faz el yugo
á caciques y mandones.
Ya se oye el agudo vos
de la trompa del civismo;
que demanda el patriotismo
del hijo de esta nación,
corramos pues á la acción
para que al mundo conmueva
y a un grito el labio se mueva
con un viva colosal
al partido Radical
que á la victoria nos lleva.
Corra pues el pueblo entero
en la tribuna, en la acción
á la nueva evolución;
la urna y el entrevero;
al rico, el pobre, el obrero,
porque por cualquier camino
que iniciemos el destino
de nuestra hermosa nación,
es honrar la tradición
de un gran caudillo argentino
Vamos pues que cuando airada
la furia de un pueblo ruge
no se detiene en su empuje
ante nadie ni por nada,
caiga al fin la mascarada
que roe nuestro organismo
y ante el golpe del civismo
muera de una vez del todo
en el asqueroso lodo,
de su propio sensualismo.
de todo criollo instrumento
el preludio que es lamento
y es blasfemia y es canción:
reviente del corazón
y un tiempo el odio y el bien
y en confundido vaivén
vibre en bélica elegía,
el verso de Echeverría
y el rayo de Leandro Alem.
Y hoy que en la patria se inicia
una cívica cruzada,
toca al pueblo la esforzada
salvación de la justicia;
el batir de la impudicia
en sus propias posiciones
y con las triples razones
de juez, de parte y verdugo,
quebrarle en la faz el yugo
á caciques y mandones.
Ya se oye el agudo vos
de la trompa del civismo;
que demanda el patriotismo
del hijo de esta nación,
corramos pues á la acción
para que al mundo conmueva
y a un grito el labio se mueva
con un viva colosal
al partido Radical
que á la victoria nos lleva.
Corra pues el pueblo entero
en la tribuna, en la acción
á la nueva evolución;
la urna y el entrevero;
al rico, el pobre, el obrero,
porque por cualquier camino
que iniciemos el destino
de nuestra hermosa nación,
es honrar la tradición
de un gran caudillo argentino
Vamos pues que cuando airada
la furia de un pueblo ruge
no se detiene en su empuje
ante nadie ni por nada,
caiga al fin la mascarada
que roe nuestro organismo
y ante el golpe del civismo
muera de una vez del todo
en el asqueroso lodo,
de su propio sensualismo.
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