La característica más saliente de la política que predomina en la dirección del país desde hace años, es la permanente contradicción entre las palabras y los hechos,entre las ideas confesadas y las practicadas.
Fervorosos demócratas en las manifestaciones verbales escarnecen a la democracia en la práctica.
Cuando se promete con más vehemencia la pureza del sufragio, es porque ya se tiene preparada la trampa,el fraude y, si es necesario, la violencia.
Mientras se declama el respeto religioso a las leyes ya se está preparando la violación flagrante de las cláusulas más fundamentales de la constitución.
Fuente: Crónica de la Historia Argentina (1935-1943)
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