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viernes, 11 de marzo de 2022

Osvaldo Bayer: "Carta a un joven radical” (abril de 1988)

Señor Presidente de la Juventud Radical, Carlos Raimundi:

Hace poco, en un diario, usted escribió: “No compartí -y es público y notorio- la ambigüedad de las instrucciones a los fiscales, el punto final ni la demora en tratar el tema de los detenidos politicos heredados de la dictadura”

Eso lo hizo usted como critica al gobierno de su partido. Se olvida -tal vez se trata de una traicion del inconsciente- nada menos que la ley de Obediencia Debida, una de las grandes monstruosidades juridicas (y no exagero si digo la más grande en la historia de nuestro país) que dejó a alevosos asesinos, torturadores y ladrones de uniforme en libertad. Pero bien, de ello serán responsables ante sus hijos, nietos y las futuras generaciones los diputados y senadores que traicionaron a la Republica y a la democracia levantando la mano para aprobarla demostrando una cobardía moral y una falta de coraje civil que hacen temer tiempos muy tristes para la República. Pero no es precisamente a ese, su “olvido”, en el que queria hacer hincapié, sino en su frase (la repito) “no compartí la demora en tratar el tema de los detenidos politicos”.

Una de las cosas más tristes y desoladoras, señor Raimundi, es un joven demagogo u oportunista. Porque usted asoma como alguien que se queda satisfecho con una mera frase. Y aquí va la pregunta frente a a realidad de los hechos; ¿que hace usted en su partido -y su juventud- por los presos politicos de Alfonsín? (Usted habla de “detenidos” porque claro, la palara presos es menos elegante y recuerda la triste realidad que el gobierno de su partido, señor Raimundi, es el unico constitucional que ha retenido presos politicos de una dictadura en toda la historia argentina). Usted está en desacuerdo, muy bien. ¿Pero cuando se ha movilizado a su Juventud Radical para que llene la Plaza de los Dos Congresos a exigir a sus propios legisladores una ley de revisión de causa a los “detenidos politicos” o simplemente un computo triple que salgan en libertad ya mismo hastan tanto se inicie esa tal revisión de causa? ¿Cuando usted y su juventud radical marcharon a la Plaza de Mayo para exigir del señor Alfonsin -el cual usted nos muestra como un campeón de los derechos humanos- que dé solución ya mismo a la tremenda injusticia que representa retener en la cárcel a jóvenes torturados y humillados más allá de todo límite durante la dictadura de los generales? ¿Cuando usted y su juventud hicieron una sentada o una huelga de hambre ante el Ministerio de Justicia donde está el señor Jorge Sabato de ministro para exigirle que elabore un proyecto que reivindique los derechos humanos para esos muchachos a los que se deja pudrir en la cárcel?

Usted, en el mismo articulo, sostiene que durante el gobierno de su partido no ha habido “ni una sola denuncia por violacion a los derechos humanos”. Y aquí se contradice usted mismo. ¿Le parece que retener presos politicos de una dictadura, condenados por jueces de la dictadura sin pruebas y sólo en base a la “instrucción militar” efectuada en centros de torturas como “La Escuelita” o la cárcel de San Nicolás no es estar flagrante falta con los derechis humanos?

Admita, señor Raimundi, que usted y su Juventud Radical se mueven actualmente sólo por candidaturas presidenciales o de las otras. Eso es muy triste: juventud y radical (radical, esa bella palabra que significa en realidad “de raíz”; al parecer sólo les interesa quedarse en las ramas y comer los frutos) cuyo único tema que los convoca sea la lucha por ver quién se halla más cerca del “reparto” y la “manija”.

En el mismo articulo usted me aconseja “ser prudente”, en politica. El mundo patas arriba. El joven “radical” que aconseja a un abuelo ser “prudente”. Antes eran los viejos que señalaban prudencia a los jóvenes. En los derechos humanos no puede haber ni “real politik” ni esa “prudencia” que usted me aconseja. O se respetan o se transgreden. No puede haber terminos medios. En una republica que se precie de libre y democrática no puede haber inocentes presos y genocidas libres. Todo ese palabrerío oportunista de “el camino es sinuoso y los pasos deban ser prudentes” no llega a cubrir su desnudez ante la brutal realidad de la existencia de presos politicos. Ni palabras chorreantes de demagogia y retórica vacía cuando afirma “esa es la mejor ética que podemos exhibir (los radicales): haber asegurado con la estabilidad democrática el respeto por los derechos humanos de los argentinos por muchos decenios”.

Pero, olvidemos agravios: lo invito a luchar juntos por la libertad de los presos politicos. Limpie su mente de “internas” y de “manijas”, reuna a los jóvenes de buena voluntad y no nos demos tregua contra la burocracia y la corrupción moral. Luchemos por quienes sufren por el oportunismo de un gobierno que transa con los fuertes y olvida a los débiles.

Saque su juventud a la calle por los que sufren y la dignificará. Porque si no, para la historia, quedará como lema de ustedes aquello que sus correligionarios de Franja Morada cantaban en penosa autocritica: “No somos derecha, no somos de izquierda, somos una mierda”.








Fuente: “Carta a un joven radical” de Osvaldo Bayer, Carta abierta al Presidente de la Juventud Radical, Sr. Carlos Raimundi en Madres N° 40, abril de 1988.

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