Muchos amigos me preguntan sorprendidos por qué recibo tantos ataques de los hombres que constituyen el entorno del Presidente Alfonsín.
En noviembre del año pasado el Vicepresidente Martinez me llamó “traidor a la Patria” porque, según él, incitaba a los gremialistas a plantear reclamos salariales para destruir al Plan Primavera.
Machinea me acusó por televisión de haber “presionado” a los acreedores extranjeros para que no dieran apoyo financiero al gobierno y calificó mi supuesta actitud de “canibalismo politico”.
Brodersohn utiliza toda oportunidad a su alcance para acusarme de ser el responsable de la estatizacion de la deuda externa privada, a tal punto de identificar lo que él denomina “el cavallazo” de 1982 con dicha estatización.
El diputado Jesus Rodriguez me llama “cipayo” cada vez que tiene un microfono o una cámara de televisión al frente.
Y en el acto del Radicalismo en Avellaneda, el diputado Leopoldo Moreau, además de usar el mismo epíteto, me acusó de estructurar una conspiracion internacional contra el radicalismo y su politica economica para que Angeloz pierda la elección, a punto tal de decir que así como en 1945 el dilema era “Braden o Perón” ahora la opción es entre “Cavallo o Angeloz”.
Me he preguntado sobre el origen de todos esto ataques furibundos. Debo decir que descarto posibles confusiones, porque por lo menos algunos de los que me atacan son suficientemente inteligentes como para estar tan equivocados.
No puede ser que crean que soy tan poderoso como para manejar, entre otros, a los sindicalistas argentinos y a los acreedores del exterior.
En reiteradas oportunidades expliqué en la Cámara de Diputados y en los medios de difusión que el Plan Primavera era un esquema economico electoralista, muy parecido a la “Tablita” de Martinez de Hoz.
Explique tambien que para llegar hasta el 14 de mayo, el Banco Central iba a necesitarr apoyo financieron internacional y externo por alrededor de 5.000 millones de dólares y que ese endeudamiento público adicional no serviría para financiar inversiones productivas sino para plantear un “verano de plata dulce” y un proceso de fuga de capitales al exterior, del mismo tipo del que se produjo durante la época de Martínez de Hoz.
Que ademas se incubarian atrasos cambiarios y tarifarios que luego darían lugar a fuertes devaluaciones y tarifazos, con la consiguiente aceleración inflacionaria.
Y que todo ello constituia una bomba de tiempo que, si explotaba entre mayo y diciembre, haria muy complicada la transicion de un gobierno a otro, pero que si llegaba a explotar al inicio de la gestión del nuevo Presidente, es decir, despues del 10 de diciembre de 1989, sería fatal para el prestigio y las probabiliades del éxito de la nueva gestión.
En otros términos, desde varios meses atrás, advertí que el Plan Primavera llegaba al 10 de diciembre de 1989, tal como hasta el 20 de enero lo anunciaba el Dr. Alfonsín, el próximo Presidente argentino podria enfrentar una situacion como la que vivió recientemente Carlos Ándres Pérez luego de asumir el gobierno de Venezuela.
DIFERENCIAS
No descarto que algunos gremialistas y algunos banqueros puedan haber leido mis escritos y concluido que no era prudente apoyar el Plan Primavera. ¿Pero es esto argumento para llamarme “traidor a la Patria” o “cipayo” ?
Si en 1979 o 1980 alguien hubiera explicado con tanta claridad las consecuencias del Plan Martinez de Hoz y en función de esas explicaciones los argentinos y los bancos acreedores hubieran quitado apoyo financiero a la “Tablita” cuando aún el Banco Central no habia perdido sus divisas, ¿hoy estariamos peor o mejor de lo que estamos?
No puedo creer que quienes me atacan estén sinceramente convencidos de que mis advertencias fueron contrarias al interés nacional. Pero entonces, ¿por qué actuan así?
LOS QUE SABEN
Queda la posibilidad de que me ataquen porque crean realmente que, desde el Banco Central y en sólo 53 días, fui el principal responsable de la pesada carga de endeudamiento público que herederó el gobierno del Dr. Alfonsín.
Por lo menos Brodersohn y Jesús Rodriguez saben que ello no es verdad. Saben que el endeudamiento externo se produjo antes de mi gestión y que la estatización de la deuda externa privada fue obra de González del Solar, el Presidente del Banco Central que me sucedió.
También saben que dicha estatización se hizo con el beneplácito de economistas radicales que incluso aportaron nombres al directorio de la autoridad monetaria de aquella época. Saben bien que los seguros de cambio que instituí en julio de 1982 no permitían la licuación de la deuda externa privada, porque eran ajustables por indices de precios y no por tasas de interes subsidiadas.
Tambien saben que la licuación de pasivos en presos, de la que siempre me hice responsable, era un fenomeno diferente, que no dejaba herencias para el futuro, sino que, por el contrario, sacaba al país de una crisis financiera púbñica y privada que si no se resolvía, hubiera terminado paralizando la economia nacional y llevandola a la hiperinflación.
Acepto que algunos personajes menos informados en temas economicos, como Victor Martinez o Leopoldo Moreau, puedan todavía creer que soy responsable de la estatizacion de la deuda externa privada, porque, a fines de 1984, cuando Brodersohn, Jesús Rodriguez, Mazzorín y otra gente de la Coordinadora se enteraron de que el Dr. Alfonsín me habia invitado a conversar sobre la situacion economica, decidieron montar una campaña de prensa a través de los medios de difusión oficiales, para hacerle creer al país, y al propio presidente, que “Domingo Cavallo era el responsable de la estatización de la deuda externa privada”.
Pero aun teniendo en cuenta que esta mentira pueda haber convencido a algunos dirigentes radicales y a mucha gente de buena fe, no puedo creer que la actual campaña de ataques se origine en esta confusión. Porque al menos Brodersohn y Jesús Rodriguez saben que es mentira lo que dicen, Pero entocnes, ¿por que me atacan?.
RACIONAL
Pues bien, me queda una sola explicación: me consideran peligroso para los intereses economicos y politicos que estos hombres de Alfonsín representan.
Se sienten responsables de haberle hecho perder al Presidente Alfonsín y al Pueblo Argentino la oportunidad de comenzar a resolver los problemas economicos y sociales que aquejan a nuestras familias.
Como sostuve en un articulo titulado “Por que me atacan Alsogaray y Juan Alemann”, publicado por Clarín el 14 de enero de 1983, sigo pensando que la clave para detener el estancamiento y la inflación en la Argentina es que un gobierno popular logre aplicar politicas racionales y sanas en materia economica.
El Dr. Raúl Alfonsín podria haberlo hecho, pero quienes ahora me atacan, algunos de los cuales tienen suficiente capacidad profesional como para brindar buen asesoramiento, pensaron que era mas importante dedicar sus conocimientos a la estructuración de un influyente grupo de poder económico y politico dentro del radicalismo que resolver los problemas del pais.
Para acumular ese poder promovieron, o al menos apañaron, decisiones aberrantes.
Me atacan porque tienen miedo de que un nuevo gobierno demuestre que algunos hombres de Alfonsín han desquiciado la ética republicana tan cara a la tradición radical. Tienen terror de que alguien bien informado tenga la valentía de hacer conocer toda la verdad no sólo a la opinión pública sino tambien a los jueces de la Constitución.
He dado pruebas de ser peligroso en ese terreno. Por eso me atacan. Estoy seguro de que no conseguirán impunidad para sus actos. Aun cuando destruyan mi imagen y logren sacarme del escenario politico, como lo hicieron en 1982, no lograran esconder sus responsabilidades.
Afortunadamente hay en nuestra patria mucha gente valiente que hoy por hoy está bien informada y, con o sin Cavallo, el justicialismo, el radicalismo que aún valora la ética republicana y otros partidos de la oposición, actuarán para resolver los problemas del país y castigar a los responsables de tantos desmanejos.
Fuente: “¿Por que me atacan Brodersohn y Jesús Rodriguez?” Articulo publicado por Domingo Felipe Cavallo en el diario Clarín el 21 de marzo de 1989.
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