Páginas


Image and video hosting by TinyPic

domingo, 3 de septiembre de 2017

Alvaro Lafuente: "Un capítulo de la tortura en Misiones” (28 de agosto de 2015)

En los principios de la década de los cincuenta del siglo pasado, tuvimos los misioneros la ingrata visita de los Hermanos Cardozo, temibles sujetos por ser conocidos torturadores, el mayor era Comisario de la Policía Federal, el menor no era nada, pero andaba en las andanzas del hermano “porque le gustaba”.

Gobernaba en Misiones el Coronel Reguero, un obsecuente del peronismo, que paso por aquí con más pena y sin ninguna gloria. Tiene la triste “gestión” de haber dado la misma Casa de Gobierno para las torturas de los Hermanos Cardozo.

En ese año se vivía tiempos de agitación y violencia política, con una profunda crisis económica inflacionaria y “agio y especulación” que motivó la clausura de mucho pequeños negocios (almacenes) y detención por supuesta violación de precios de muchos almaceneros.

El escenario tenía muchos presos políticos, entre otros Alfredo Palacios, Ernesto Repetto, líder socialista con 80 años cumplidos, el constitucionalista Carlos Sánchez Viamonte, el conservador Federico Pinedo, de la cultura como Lucas Demare, Osvaldo Fresedo, director del Tango y Atahualpa Yupanqui, el radical Ricardo Balbín, Arturo Mathov y el economista Félix Elizalde (luego Presidente del Banco Central en la Presidencia Illia 1963-1966), el dirigente laboralista Cipriano Reyes, los militares Coronel Carlos Federico Toranzo Montero, General Benjamín Menendez, Capitán Alejandro A. Lanusse, y general Lonardi, por una supuesta conspiración, pero liberado se puso a conspirar.

Estos temibles sujetos, los Cardozo, al frente de una Brigada policial, llegaron con varias “misiones de detención”, al primero en detener en Posadas, fue a Aldo Lombardero, pero buscaban a sus hermanos Miguel y Horacio y les dijo que estaban en Encarnación, Paraguay. Lo llevaron la Casa de Gobierno donde lo picanearon “para ablandarlo para que no hiciera líos en Encarnación cuando fueran”.

Fueron a Encarnación pero no encontraron a los que buscaban, y continua su relato Lombardero, que lo llevaron a la Comisaria 1º donde lo volvieron a torturar en busca de “armas” y les dijo que la única arma que tenía era una escopeta que le prestó su socio el Ingeniero Malvicino. Y tuvo miedo que torturaran a otros. En la Comisaría 1º identificó al Oficial Lazo,(con el tiempo sería Jefe de Policia, gestión que terminaría con varias causas judiciales en su contra). Este era el ambiente de enfrentamiento en los primeros años de la década del Cincuenta, que los argentinos no queremos se vuelva a vivir, una sociedad enfrentada. Lós líderes políticos se esforzaron por la pacificación nacional, Perón tuvo un pacto para darle los votos a Frondizi y que el país se desarrolle, cuando volvió en 1972 lo hizo como “Prenda de Paz” y Balbín en su sepelio expreso “éste viejo adversario viene a despedir a un amigo” cerrando el enfrentamiento que dividió al país. Pero los Hermanos Cardozo no descansaban, tenían varias “misiones encomendadas” que luego se justificaría el Oficial Cardozo “eran órdenes y tenía obediencia debida”.

Una de ellas, la “Comisión Visca” por el Diputado Nacional que la presidía y tenía la finalidad de acallar la prensa opositora, en especial los diarios, (hoy esto no ocurre) el primer “objetivo” era el Diario “El Día” de propiedad de mi Padre, el Dr. Ambrosio César Lafuente, había que cerrarlo y lo cerraron, no se le entregó más papel que monopolizaba el estado y el diarios no pudo salir más, no pudo hacer frente a sus obligaciones salariales y de costos, mi padre estaba acompañado por sus colaboradores Rolando Olmedo, Mariano Diaz, entre otros, y los trabajadores prestaban todo su apoyo, igualmente se remataron las máquinas impresoras del Diario para pagar las deudas y además, sospechamos legítimamente un “encargo” del Gobernador Reguero, una de las “razones” de sus inquinas contra nuestro padre, era que los Hermanos Cardozo debían detener y llevar a Bs.As. (con inconfesables propósitos, ya habían provocado la muerte a causa de torturas del dirigente Ingeniero Pablo Dellepiane) al dirigente radical Líder Robaldo, que estaba procesado por desacato al Presidente Perón, y mi padre, que era su defensor le consiguió un apresurado sobreseimiento judicial y les arruino la detención.

Otras de las inquinas de Reguero, es que a raíz de la muerte de Eva Perón, este le pidió un Club deportivo que mi padre presidía, siendo de su propiedad privada, para poner un cajón fúnebre vacío y llevar a la gente allí a llorar como si estuviera el cuerpo de Evita.

Producto de una mente de obsecuencia fúnebre. Mi padre le dijo que no prestaba el club, porque consideraba que no era una honra fúnebre a la Primera Dama. Esa fue la única razón de la negativa, no porque era en ese momento Presidente de la Unión Cívica Radical, Comité Capital. Allí Reguero le hizo tres admoniciones, que le iba a expropiar el Club, que el “funeral” se iba a realizar y que lo iba a meter preso por “desacato” por ésta situación.

Cumplió las tres, realizó el “funeral con el cajón vacio”, le hizo expropiar su propiedad privada, y lo denunció por desacato que le costaría la detención, pero el Juez advertido de la presencia de los Hermanos Cardozo y en convivencia con el Comisario de la Comisaria 1º podían maltratarlo, lo hizo detener en la Comisaria 3º y le dicto un rápido sobreseimiento.

Fue en la época de Reguero cuando los Hermanos Cardozo agredieron físicamente con golpes en el rostro a mi padre al salir del Diario, y al defenderse y ayudado por sus colaboradores los atacantes se retiraron, mensaje de Reguero. Hoy también hay mentes en tinieblas obstruyendo nuestros derechos, haciendo que el Tribunal vaya contra actos propios, absurdo jurídico y un verdadero escándalo judicial, pero esto lo solucionaremos en Tribunales. Quisimos evocar estos hechos, que afectaron la libertad de expresión de ideas, a trabajadores y fundamentalmente a nuestra familia. Y decir NUNCA MÁS.










Fuente: “Un capítulo de la tortura en Misiones” por Álvaro Lafuente en Misiones Opina, 28 de agosto de 2015.


No hay comentarios:

Publicar un comentario