Histórico. Radical por
70 años, fue rival de Alfonsín en la Provincia en el frondizismo. Pero resultó
vital en su gobierno: le presentó las dos leyes militares y también las dos
sindicales.
Las vueltas de la vida: este hombre corpulento y vital de 87
años le hizo un paro al Perón imparable de noviembre del 46 –presidía la
Federación Universitaria de La Plata y habían echado profesores– y Ubaldini y
sus muchachos peronistas le devolvieron gentilezas al topetearlo con cinco
paros generales entre 1987 y 1989. El fue el último ministro de Trabajo de
Alfonsín. No por nada fumaba 60 cigarrillos al día y Favaloro, a quien conocía
desde la universidad, le dijo poco después que ni le miraría la radiografía de
pulmón si no había abandonado el vicio. Ideler Tonelli, “El Gringo”, hijo de
capataz ferroviario en Bragado y hoy apasionado lector de Borges, había llegado
a la capital provincial para estudiar veterinaria “en busca del porvenir”. Ahí
se hizo de Gimnasia y plateísta de toda la vida. Ya era radical, afiliado al
cumplir 18. Y a los 20, como conscripto, estuvo acuartelado en Campo de Mayo el
17 de Octubre: “Asistí al nacimiento del peronismo”, presume, aunque aún hoy se
define “frondizista”. Cambió de carrera como un rayo cuando le tocó el primer
tacto rectal a una vaca: “¡Yo, ni loco! Y “por aquello de que ‘serás lo que
debas ser, y si no serás abogado’, pasé a abogacía” . Lo echaron al morir
Evita: se negaban a ir con luto al comedor estudiantil. Volvió y se recibió en
el 56, con la Libertadora. Ya estaba casado –en diciembre cumple las bodas de
diamante, ¡60 años de matrimonio!– y tenía dos hijos. En el medio,
administrativo de la Legislatura platense. En el 58 fue electo diputado
provincial por la UCRI y vicepresidente del bloque. Su contrapartida en la UCR
“del Pueblo” fue Raúl Alfonsín. “Y pese a debatir mucho, hicimos una gran
amistad. Con los años se acordó de mí y me convocó de secretario de Justicia”.
Había sido camarista
federal desde el 73. Y le presentó las leyes de Obediencia Debida y Punto
Final. ¿Es autocrítico o las reafirma?
Totalmente las reafirmo. Lo pensamos para un país que no
fue.
¿Cuál era ese país
idealizado?
El de mirar para adelante. Pensamos que podía ocurrir como
en España, que no se detuvo a juzgar a los franquistas. Dijeron: tenemos que
salir para adelante y reconstruir un país. Y lo pensamos así, sobre la base de
que los máximos responsables estaban todos enjuiciados y condenados. Porque no
es que perdonábamos a todos sino a los que recibían las órdenes. Alfonsín me
convocó para eso: para resolver el tema militar.
O sea para resolver
el perdón a...
...a los que no habían planeado la represión y a los que no
habían dado las órdenes. Es decir, los que habían cumplido. Porque hay una
ecuación: represor más ejecutante de la represión, igual coerción. Si en esta
ecuación saca al ejecutante, no resuelve el problema. Pero si saca al ideólogo
y al que da las órdenes, sí. Ya no va a haber peligro de que estos represores
vuelvan a hacer lo mismo. Creo que hubiera sido muy saludable que se hubiera
juzgado a los que planearon, a los que dieron las órdenes y a los que se
excedieron. Esta era la fórmula. Pero cuando se trató en el Senado, Sapag de
Neuquén agregó: y los que cometieron delitos atroces y aberrantes. ¡Y ahí al
diablo! porque todos eran delitos atroces y aberrantes. A veces en la Argentina
no tenemos medida.
¿Qué piensa de los
juicios actuales a aquellos militares?
Una hija de Moreau, el dirigente radical, dijo una cosa muy
ingeniosa: “Kirchner cazó leones en el zoológico”. Ya son todos unos viejos que
apenas pueden con su alma. Han hecho una explotación política para afirmarse,
para conquistar poder.
¿Cómo ve al
cristinismo?
Muy mal. Cristina es una polemista, y los polemistas no
sirven para gobernar. Porque prefieren ganar una discusión antes que ponerse a
examinar objetiva y serenamente los problemas para resolverlos. Además, tiene
fuertes prejuicios.
¿Qué significa el
diálogo y la negociación en la política y en la vida?
Fundamental. Es imposible convivir sin diálogo, sin
negociación. La negociación es la manifestación más inteligente del ser humano.
¿Quién fue el
sindicalista más complicado de su época?
Mire (suspira), el más complicado en la discusión previa fue
Lorenzo Miguel. Era muy duro para negociar. Pero una vez que se llegaba al
acuerdo, a dormir tranquilo. Cumplía.
¿Cómo ve la puja
entre la CGT de Moyano y la de Caló?
Muy mal. Esto me viene del frondizismo: Frondizi siempre
opinó sobre la conveniencia para el país de una sola central obrera. Eso
facilita las grandes negociaciones, que a veces son imprescindibles.
¿Cómo vivió el final
del Gobierno de Alfonsín?
Le hago una revelación: yo le escribí una carta manuscrita
para pedirle que acortara su mandato y renunciara. Porque tenía información de
los dirigentes sindicales de lo que se venía. Estaban dispuestos a todo. Y
Alfonsín me pidió que trabajara con Terragno y Eduardo Menem en la solución
jurídica del problema. Y lo hicimos en el Senado.
¿Tuvo sensación de
fracaso?
No, porque en las materias fundamentales, que son las
institucionales, habíamos andado muy bien. Alfonsín fue un gran presidente.
Lamentablemente tuvo ese déficit en materia económica...
¿Sigue muy informado?
Leo cuatro diarios: La Nación, Clarín, El Día de La Plata y
El País de España. Fundamentalmente política. Y después en televisión veo
algunos noticieros y las audiciones políticas.
¿Qué más ve en la
tele?
Veo al Barsa, para verlo a Messi y al equipo. Es el único
fútbol que veo.
¿Gimnasia vuelve a
Primera?
Gimnasia nos pone el corazón en riesgo todos los años,
porque pierde o porque gana. Porque realmente ¡no podemos creerlo! ¡invictos!
Entonces este año...
Parece que sí, parece que sí...
Cuando llegué
escuchaba música.
Sí, pero no soy un melómano. Para hacérselo rápido: escucho
todo lo que no tenga acompañamiento de guitarras eléctricas (se ríe). Las odio,
producen un ruido insoportable. Recién estaba escuchando a Lavié. Me gusta el
tango, me gustan las canciones románticas, me gusta Zitarrosa.
La casa está llena de
fotos. ¿Tiene alguna favorita?
La de mi casamiento, que está en el dormitorio. He tenido un
matrimonio muy feliz y estamos envejeciendo juntos. Disfruto de la vejez.
¿Y está contento con
el país que le ha tocado vivir?
Nooo, para nada (se emociona). Me queda la tristeza del país
que no ha sido. Los políticos hemos arruinado este país.
¿Se critica por eso?
No quiero exculparme. Es evidente, los resultados están a la
vista. Eramos más que España, más que Francia...
¿Se lleva bien con su
nombre?
Julio Galer, un ex director general de la OIT, encontró un
astrónomo alemán llamado Christian Ideler y me dijo que idler en inglés
significa vagabundo. Y en idish quiere decir niño. Nunca me había llevado bien,
pero a partir de entonces me halagó ser un “niño vagabundo”.
Fuente: SILUETAS / IDELER TONELLI, EX MINISTRO DE TRABAJO “Es
imposible convivir sin diálogo y sin negociación” por Luis Sartori en Diario Clarín
del 29 de octubre de 2012.
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