Buenos Aires, 5 de
junio de 1943
Al Dr. Gabriel Oddone
Presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical:
Por su intermedio elevo mi renuncia indeclinable en mi carácter
de secretario y miembro de la mesa directiva del Comité Nacional. Mi posición política,
en lo que atañe a los problemas fundamentales del partido, ha sido siempre
clara y categórica. Fui de los primeros que en el Comité nacional planteo la política
de la unión de los partidos democráticos con el objeto de luchar por la restauración
de la legalidad en nuestro país y dignificar la conciencia de nuestro pueblo
frente a la guerra mundial, colocándonos en forma decidida de parte de los
aliados, que defienden los principios básicos de nuestra nacionalidad. A través
de los últimos acontecimientos ocurridos en nuestro partido he podido apreciar
a este respecto, discrepancia de criterio con el señor presidente y algunos
miembros de la mesa directiva. En cuanto a las facultades de esta, sostengo que
debo limitarse a tomar las medidas de conservación de los intereses partidarios
o los que sean de imprescindible y urgente necesidad para la marcha del
radicalismo. Creo que también sobre este punto, para mí de importancia, no
existe uniformidad de criterio. La cuestión planteada en la convención
nacional, en referencia a la constitución de una junta de personas espectable
del partido, provocó también un rozamiento con la mesa directiva.
Puse todo mi empeño para solucionarlo sin menoscabo de la autoridad
de ninguno de los organismos. Este asunto quedó pendiente, pero agudizado.
Se presenta ahora, por ultimo, la cuestión de Tucumán, en
que ha sido necesario tomar una resolución conciliatoria frente a una anterior
en la cual no intervine.
En ambas se ha revelado esta divergencia de criterio a que
aludido anteriormente. En esta situación, mi permanencia en la mesa directiva
no la creo necesaria ni conveniente, pues daría lugar en cada cuestión que se
planteara a revelar la existencia de discrepancias que son fundamentales, lo
que tratándose de una dirección que se reduce solo a seis miembros actuantes,
importa una traba en su acción.
Cuando me ausenté del país para realizar el viaje por el
continente, envié mi renuncia. A mi regreso insistí en ella, pero las
situaciones que se presentaron me decidieron a dejar momentáneamente en
suspenso dicha decisión, para mí ya de carácter definitivo.
Ahora, resuelta la última dificultad importante, cumplo mis propósitos
dejando constancia de que respeto y apruebo las ideas y las convicciones que
sobre el momento actual tiene el señor presidente y otros distinguidos colegas
de la mesa directiva.
Al tomar esta actitud no intento rehuir responsabilidad
porque siempre las he afrontado en cada caso, expresando con meridiana claridad
mi opinión. Considero, en cambio que podrá continuar sus gestiones el señor
presidente con criterio uniforme porque ello facilitaría hallar una alta solución
partidaria. El partido esta pasando por un momento muy difícil, en el que no
creo sea el propicio para crear dificultades sino para allanarlas y unirnos en
nombre de nuestras tradiciones políticas alrededor de nuestras grandes figuras
representativas. Discutamos con altura nuestros principios y nuestros
procedimientos, pero salvemos conceptos morales y defendamos a lo que algo son
en la marcha sufrida del partido.
No es posible frente al espectáculo de fraude y corrupción que
dan al país quienes permanecen usufructuando las posiciones publicas, que en
nuestras propias filas se procure introducir perturbaciones o disminuir
valores. Hay que impedirlo. Entiendo que esa también la decisión del señor
presidente, pero es menester fortalecer la orientación partidaria con la
uniforme orientación de miras y en consonancia e interpretación permanente de
la opinión correligionaria. Solo me resta agradecer al señor presidente y
estimados colegas, las deferencias personales que han tenido para conmigo y
expresar la seguridad que tengo de que nada afecta a nuestra cordial amistad.
Carlos Cisneros.
Fuente: Carta de renuncia al cargo de secretario de la Mesa
Directiva del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical del ex Diputado
Nacional por Buenos Aires Dr. Carlos E. Cisneros, 5 de junio de 1943.
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