El partido debe adoptar este sistema de lucha, de verdaderos
espíritu democrático y va a las propias fuentes, aquí se reúnen los auténticos
hombres del campo que han discutido mano a mano con los doctores de este
congreso, verdadera expresión del espíritu progresista que anima ahora a todos
los radicales. La Unión Cívica Radical, es la oposición y ustedes demostraron
en el campo que la Unión Cívica Radical es gobierno.
Hay que considerar la importancia del radicalismo en la vida
argentina para comprender los procesos nacionales que se realizan en torno a la
Unión Cívica Radical.
¿Cuál es el arma que le queda? El ataque frontal a la Unión
Cívica Radical es la respuesta, acusándola de traición y antipatria. Es una
nueva modalidad, la más atrevida de todas. En el Congreso tiene principio de
ejecución este intento. Pero nosotros decimos que al país se lo traiciona de
dos maneras, una es el seudo argentino que se complica con el extranjero y otra
es el argentino que roba a su país; el argentino que gobierna para usufructo de
unos cuantos, se le traiciona al país cuando al chacareros se le dice: “la
tierra es suya”, y después se le roba la cosecha.
Quisimos investigar todo y se comprobaran las traiciones
porque no somos cómplices de nadie. Hay que estar preparados entonces para un
nuevo panorama.
La pelea será difícil y terrible.
Todos los días van a oír ustedes acusaciones contra hombres
y partidos. No podemos caer en la complicidad de creerlas. Solo el tiempo dará
su fallo. Tenemos que prepararnos a no tener comandos ni partidos, pero saber,
suceda lo que suceda que siempre habrá un comando y un partido en algún lugar
de la Republica: Somos la austeridad democrática del país.
Fuimos leales con nuestra herencia, somos leales con el país
y el país está retribuyendo al radicalismo.
Nosotros frente al calificativo de antipatria vamos a
ejercitar todos los medios de defensa, porque cuando se desate la persecución estarán
desatados todos los resortes y recobraremos entonces los medios de defensa. Tengan
la seguridad de que los ejercitaremos. En 1946 el radicalismo levanto en la Cámara
la bandera de la derogación de la ley de residencia. Pero este gobierno llamado
de obreros no lo consintió.
Mas tarde la organización del ejército establecía el pre y proscripción
militar de todos los argentinos desde los 12 a los 50 años, luego vino la organización civil
en tiempo de paz que el país ignora, porque las radios oficiales están más
dedicadas a agraviar e insultar a la ciudadanía que a informar verazmente. Esta
ley faculta al jefe del Poder Ejecutivo para que ponga por la sola decisión y
en cualquier momento al país en estado de alarma. A todo esto se agrega la centralización
económica que son facultades extraordinarias. En 1946 el país no creyó, ahora sí.
El radicalismo todavía
no ha hecho su revolución y estuvo detenido en el tiempo. Nuestra no es la culpa.
No es la revolución de sus armas, sino de sus ideas. Estuvo
y esta detenido en el tiempo por quienes temieron esa revolución, que era
propiamente social, austeramente humana. Estamos en mora, nuestra no es la
culpa, sino el circunstancial desconocimiento por el pueblo de las normas
éticas, de los propósitos de la coalición de las fuerzas reaccionarias del
país. Pero llegaremos a tiempo para hacer una revolución social dentro del
país. No podemos nosotros poner límite a las ilustradas generaciones que
esperan. No podemos poner limite a las realizaciones de una generación radical,
que viene poderosa, magnifica, que tiene todos los méritos y posibilidades y
cuyos primeros adalides están aquí, estudiando con nosotros. Hombres del campo
en el trabajo rudo y en el rudo aprender de todas las cosas, debéis saber que
empieza la revolución social del radicalismo.
Tal vez ninguno pensó esto.
Y ahora sin saberlo, se han notificado a toda la República.
De hoy en mas termino hemos de resuelto luchar tesoneramente y decirle a la
juventud argentina que se prepare para hacer la revolución que no pudimos hacer
nosotros. Lo que no pudo hacer integralmente el radicalismo en la hora de
nuestros padres o en la de nosotros, tiene que contar con nuestro apoyo para
que pueda realizarse por nosotros o por nuestros hijos esa gran revolución.
Dicho discurso le vale que el juez federal santafesino, Alejandro Ferraronz, reclamase el desafuero parlamentario ante una demanda presentada por el diputado peronista Luis Roche, asesorado por el abogado Carlos García Montaño que terminaría con el desafuero del Diputado Ricardo Balbín el 29 de septiembre de 1949. |
Fuente: Discurso del señor Diputado Nacional Dr. Ricardo
Balbín en el Congreso Agrario de la Unión Cívica Radical desarrollado en el Teatro Moderno de Rosario, 31 de agosto de 1949.
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