El movimiento de reparación nacional al que ha consagrado
sus esfuerzos la Unión Cívica Radical, fue concebido para imponerlo y
realizarlo por una fuerza selecta y auténticamente argentina. Por eso, hemos
vivido hasta hoy predicando ese ideal entre grupos escogidos de
correligionarios, a los que podríamos haber denominado más bien amigos;
cualquier finalidad práctica, cualquier deseo de medro personal, no tenía hasta
ayer cabida entre nosotros.
Ahora que ustedes han obtenido autorización para concurrir a los comicios, transformando la abstención y la conspiración en militancia política, sepan que la manera de actuar es totalmente distinta.
La necesidad del triunfo requiere desde luego el número, y no podremos elegir los hombres como lo hemos hecho hasta aquí; ya no podremos reposar nuestro pensamiento en el regazo de comunes sueños, porque en las reuniones que van a realizarse en adelante, encontraremos hombres movidos por finalidades prácticas, por recónditas ambiciones personales y tendremos que marchar por las calles llevando de un lado al hombre de intención más pura y del otro tal vez a algún pillete simulador y despreciable.
Esto lo impone, lo exige, la lucha electoral en la que van a mezclarse. Pero no dejen que en las apasionadas luchas del interés, se consuma del todo la idealidad que nos ha mantenido unidos hasta hoy; trancen lo menos que puedan con la realidad!
Ahora que ustedes han obtenido autorización para concurrir a los comicios, transformando la abstención y la conspiración en militancia política, sepan que la manera de actuar es totalmente distinta.
La necesidad del triunfo requiere desde luego el número, y no podremos elegir los hombres como lo hemos hecho hasta aquí; ya no podremos reposar nuestro pensamiento en el regazo de comunes sueños, porque en las reuniones que van a realizarse en adelante, encontraremos hombres movidos por finalidades prácticas, por recónditas ambiciones personales y tendremos que marchar por las calles llevando de un lado al hombre de intención más pura y del otro tal vez a algún pillete simulador y despreciable.
Esto lo impone, lo exige, la lucha electoral en la que van a mezclarse. Pero no dejen que en las apasionadas luchas del interés, se consuma del todo la idealidad que nos ha mantenido unidos hasta hoy; trancen lo menos que puedan con la realidad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario