Viene el Movimiento de Afirmación Yrigoyenista (MAY) a
recordar hoy su cuarto aniversario.
Lo pusimos en marcha para custodiar el Radicalismo y servir
la Nación y aquí estamos con esa lealtad humildemente abrazados a nuestra
causa.
Hace cuatro años había dictadura y guerra. Morían nuestros
muchachos en Malvinas. Hoy tenemos Democracia y Paz, pero subsisten nuestros
tiempos de lucha porque melancólicos de la violencia siguen despiertos y
algunos gestos dentro del Partido parecen confundir nuestros compromisos con el
pueblo. El que nos voto y el que no nos vota.
Buscamos incorporar voluntad revolucionaria a la UCR. Actualizar
estrategias de transformación. Intentar dar más inteligencia al análisis de le
sociedad argentina. Pretendemos rescatar a la Nación del predominio autocrático
y del colonialismo intelectual.
Hemos perdido con la deformación cultural identidad
nacional, quedan muestras de nuestra atomización, y es motivo de honda preocupación
para el MAY la reaparición de confrontaciones estériles. Esta deshabituación al
disenso inteligente nos conduce con facilidad a la intolerancia, al sectarismo,
a los gritos soberbios. Tanto nos inmolamos a la irracionalidad que algunos
creen todavía en el derecho al crimen y otros en el derecho a victorias sin
honor. El peligro de esta patología es que podemos producir un vacío ético en
los jóvenes que pretendan llenar los utópicos activos que conducen a la marginación,
la droga o el absolutismo.
Debemos poner enfasis en la formación y preservación de
dirigentes que aseguren la continuidad doctrinaria y principista de la UCR. Los
que hablan del Tercer Movimiento que se vayan ya. No dejaremos que nadie use al
Radicalismo para experimentaciones anti- históricas. La UCR no es una
circunstancia, es una permanencia por eso no se es radical por estar afiliado.
No hay radicalismo si no hay conducta radical. Tampoco podrá ser nunca el
radicalismo un mostrador de pagos. La democracia es demasiado importante como
para confundir sus objetivos y sus opciones. Algunos hombres y algunos vicios
del pasado que intentan reaparecer no deberán pasar. Pienso con Yrigoyen que a
la Patria no la pueden salvar los mismos que la corrompieron. La política es
ciencia de comportamiento humano. Debemos trazar la ética de la Republica para
que no avance la ética de la mafia.
Vamos y andamos en busca de una nueva Nación que debe
incluir la macrovariables de la organización gubernamental para nuestro
crecimiento. Nuestra política militar debe optimizar la relación
costo-eficiencia e incorporar el orden institucional militar a la sociedad
civil.
En el campo social debemos gestar alianzas genuinas con los
trabajadores y empresarios con especial atención a los nacionales y reconocer
al aporte a la inversión extranjera en marcos dignos. No podemos fundir a
criollos pobres con el desagio y después ser tolerantes con algunos petroleros
ricos.
La democracia debe eliminar los residuos feudales y
corporativos, modificar estructuras tributarias y de comercialización,
argentinizando el manejo de nuestra moneda, crédito y banca.
El MAY tiene confianza en el Presidente y ayudara en todo al
Gobierno pero se reserva democráticamente sus interrogantes frente a palabras y
hechos de funcionarios improvisados. No negamos y conocemos todas las dificultades
para gobernar pero algunos hacen mis difíciles esas dificultades atendiendo a
las minorías antes que a las mayorías. Atendiendo a algunos ricos antes que a
muchos pobres. Atendiendo a los que especulan antes que a los que trabajan. El
federalismo es Viedma pero es también solidaridad con las regiones.
Solicito que algunos funcionarios viajen menos a Washington
y más al interior, allí verán cómo se necesitan créditos, precios, viviendas,
rutas y hospitales. Van a observar cómo algunas escuelas se caen, mientras el
Banco Central compra un edificio en 15 millones.
Si no elaboramos políticas para rescatar la producción y la
industria y al hombre común. ¿Por que correr al salvataje de bancos...? La
operación donde el Banco Financiero absorbe al Banco de Crédito Argentino viola
el estilo histórico del Radicalismo.
Pese al esfuerzo presidencial algunos caen en la tentación
de usar y abusar del poder para servir aspiraciones propias o buscar ganar las
internas partidarias.
La soberanía como esencia de lo político no puede ser
reemplazada por el mercantilismo. Comerciar con Gran Bretaña es violar la tumba
heroica de nuestros héroes de Malvinas.
Debemos evitar el distanciamiento entre el universo científico
y tecnológico del mundo humano. El hombre domino la naturaleza pero no domino
sus instintos. También el Estado debe dominar su neurosis y su burocratización.
Hay que golpear duro a la burocracia.
Un sentido moral y emancipador debe presidir el uso del
Poder con los de adentro y con los de afuera.
Un campo internacional saturado de cinismo preside nuestro
tiempo y condiciona nuestra independencia. La respuesta es la unidad ha crecido
sobre los fundamentos del poder nuclear. Argentina debe pesar a la ofensiva con
pacifica y serena energía. La integración latinoamericana debe ser urgente
resultante de nuestra tendencia democrática y de una estrategia propia global.
Necesitamos comunidad económica, banco con moneda latinoamericana y respuestas
integradas para afirmar una presencia planetaria sin satelismos.
Hay que salir del campo de las civilizaciones sin cultura.
Advertimos que en el siglo pasado el equilibrio de fuerzas
constituyó el argumento de la paz. En nuestro siglo la seguridad mundial parece
surgir de un equilibrio de miedos, por el poder disuasivo. El siglo XXI que
llega debe dejar paso a aquel equilibrio de fuerzas y al equilibrio de miedos
por el equilibrio de esperanzas basado en la opinión de pueblos deliberantes
que no admiten ya que la paz mundial sea exclusivo compromiso de las potencias.
Hay que computar a todas las naciones.
En lo interno es igual. Nadie es tan poderoso que puede
absorber el destino de todos. Un autentico patriotismo debe presidir nuestra
estabilidad y nuestra recuperación. El MAY con su joven historia la que algunos
tratan de esconder, muestra hoy su presencia mayor o menor en todas las
provincias, tiene importantes delegados al Comité Nacional. La representan legisladores
nacionales y provinciales y de nivel municipal.
Vivimos preocupados por la Patria, por el pueblo y por el
Radicalismo. El MAY no claudicara y con especial entusiasmo seguirá su lucha.
Para este combate Dr. Alfonsín Ud. sigue siendo nuestro
abanderado, pero por favor Sr. Presidente... ¡saque el látigo porque hay fariseos
en el templo!
Saludamos a todos los argentinos y a los radicales y los
convocamos a DEFENDER LA NACIÓN
PRESTIGIAR AL GOBIERNO Y CUSTODIAR AL PARTIDO"
Fuente: Luis Agustin León y el Movimiento de Afirmación Yrigoyenista en la Unión Cívica Radical de Eduardo Giorlandini.
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