Sr. Nudelman: Para el pundonoroso militar de carrera, edecán
de Hipólito Yrigoyen, que unió su destino al destino de la libertad de su
patria; para el político de las más puras inquietudes al servicio de la
democracia, para el eficaz legislador; para el patriota abnegado y consciente que
en su idealismo militante conoció la cárcel y destierro; para el camarada de
largas jornadas, generoso y bueno, que sobrellevo sin odios la implacable persecución
por su firme adhesión a un credo defensor de los principios permanentes de la
República: para el valiente que cumplió
con su deber con patriotismo, defendiendo las instituciones libres de su país,
y por eso vivió la libertad peligrosa antes que el someterse al dictado de una servidumbre
tranquila; para el que sirvió un camino lleno de zozobras por defender la verdad
y la justicia, tratando de asegurar las mejores glorias y esperanzas para el porvenir
de su patria; para Gregorio Pomar, que fue todo eso y mucho más solicito que la
Honorable Cámara se ponga de pie en su homenaje.
Santiago Nudelman - En Defensa de la Democracia y de la
Moral Administrativa, 1956.
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