Sres.
presidentes:
Permítanme expresarles mi satisfacción de verlos presidir esta histórica cumbre. Esta memorable sesión nos encuentra en un punto de inflexión en la evolución de la historia de la humanidad, con la consecuente aparición de nuevas realidades, donde el vinculo entre conflictos armados, globalización, violencia y pobreza obligan a la comunidad internacional a diseñar instrumentos lo suficientemente flexibles y efectivos como para que, a la vez, interpreten y resuelvan los nuevos desafíos aparecidos en el mundo actual.
El
mundo vive un proceso de cambio. No es la primera vez. El inicio del siglo
XX nos sorprendió también en un contexto
mundializado. Pero esta es la primera vez que el proceso se presenta acompañado
de una herramienta formidable: las tecnologías de la información y de la
comunicación.
También
los estados-nación, forma clásica de organización de los pueblos y núcleo de la
vida en comunidad, enfrentan exigencias que ponen en tela de juicio su
capacidad de responder adecuadamente a las sociedades que los formaron, las
cuales empiezan a manifestarse por medio de otras vias.
Los
gobiernos no constituyen la sola y exclusiva expresión de la sociedad. Los
nuevos actores sociales y las comunidades locales ingresan a la vida pública
con mayor energía, planteando demandas directas de los pueblos que deben ser
interpretadas a riesgo de perder el contacto con ellos. La adopción de
decisiones exige ahora que participen otros actores, se llamen sector privado,
organizaciones no gubernamentales 0 instituciones académicas.
Pero
por sobre todo, hay algo que observamos en el escenario mundial. Se trata de la
nueva percepción que los estados deben tener para solucionar los problemas que
la comunidad internacional debe enfrentar, es decir, los conflictos armados, la
violencia, la injusticia, la degradación ambiental y los desastres naturales,
por mencionar solo alguno de ellos.La
humanidad ha ido avanzando en la creación de una conciencia universal, que se
enriquece con la diversidad cultural. Hemos redactado la carta de las naciones
unidas y definidas los derechos humanos y libertades fundamentales,
estableciendo normas de convivencia más sólidas. Hemos reafirmado la vida en
democracia, establecido y afianzado el derecho internacional y creado cortes
internacionales para preservarlo.
También
es una realidad la subsistencia de controversias entre estados, así como la
existencia de nuevas disparidades, vulnerabilidades frente a los factores
externos y, entre otros fenómenos, subsidios que distorsionan el comercio y la
producción. Estos desequilibrios generan inequidad en la distribución de los
beneficios del desarrollo, tanto en el plano nacional como en el internacional,
Mi
intención, Sres. presidentes, es poner de relieve que la erradicación de la
pobreza es un factor esencial para la prevención de conflictos, convirtiéndose
en la vía que, en el actual contexto mundial, cobra la mayor vigencia y
dimensión para la comunidad internacional.
Es
necesario que nuestros países tomen conciencia acerca de la correlación
existente entre pobreza y conflicto e instrumenten medidas dirigidas a
perfeccionar un sistema de resolución de conflictos adaptado a este nuevo
escenario.
A
tal efecto, es imprescindible que los países menos adelantados y los demás
actores de la comunidad internacional actúen mancomunadamente. Solo en base a
una firme voluntad conjunta vamos a poder contribuir a la solución de los
conflictos y a la prevención de nuevos focos de tensión. La prioridad que se dé
al logro del desarrollo en los países menos avanzados, si bien no es un
presupuesto único de solución de estas disputas, representa un componente
primordial en el diseño de una acción efectiva para evitar la violencia y la
agresión.Este
análisis nos lleva a retomar el tema marco de esta cumbre, que es el rol de las
naciones unidas en el nuevo milenio. Creemos que las nuevas medidas preventivas
que apunten a erradicar la pobreza son, sin lugar a dudas, una responsabilidad
y un rol que nuestra organización deberá ejercer en este siglo, en concordancia
con el nuevo papel que la comunidad internacional le exige a las naciones
unidas,
Sres.
presidentes:
Indudablemente,
las naciones unidas desempeñan una función clave en la solución de los
problemas humanos, fundamentalmente en materia de paz, seguridad y desarrollo.
Estamos convencidos que seguirán desempeñando este rol bien avanzado el siglo
XXI.
Debido
a que fue concebida y diseñada para jugar un papel determinante en la
diplomacia preventiva, y pese a los grandes cambios que atravesamos, pensamos
que esta organización cuenta con las herramientas adecuadas para hallar los
espacios universales de coincidencia y para encarar en común las soluciones.
Las naciones unidas son y seguirán siendo el foro donde reflexionar y actuar
entre todos nosotros. No hay otro más legítimo.
No
es ésta la ocasión de exponer detalladamente los hechos que intentan probar la
cada vez más intensa relación entre paz y desarrollo, tema que presenté en la
sesión de la mesa redonda durante la mañana.
Querría
tan solo volver a señalar que debemos apuntar a las verdaderas causas de la
mayoría de los conflictos para saber prevenirlos. De este modo, los programas y
proyectos de cooperación contribuirán a generar la atmósfera de paz y
desarrollo para asegurar una cultura de prevención, de estabilidad y de
tolerancia.
No
debemos olvidar, Sres. presidentes, que en esta distribución de
responsabilidades para el logro del desarrollo, los países más avanzados tienen
un rol decisivo y una responsabilidad en materia de erradicación de la pobreza.
No hablamos solamente de monto de ayuda oficial para el desarrollo, sino de
las acciones que se puedan generar para integrar a los países menos
desarrollados en el comercio internacional; para eliminar la imposición de
cuotas; subsidios u otros mecanismos que desvían el comercio; reducir el peso
de la deuda externa y alentar las inversiones extranjeras.
Por
eso es necesario, reconociendo la existencia de un futuro compartido, asumir un
claro compromiso de responsabilidad común, fundado en los principios de equidad
y solidaridad.
Coincidimos
plenamente con la opinión del secretario, general, quien expreso que el alivio
para la emergencia; la desmovilización de combatientes; el desainado; la
organización de elecciones; la promoción de la reconciliación social y el
restablecimiento de los servicios sociales básicos de las comunidades afectadas
por la guerra no serán suficientes si al mismo tiempo no se implementan
programas de desarrollo en los que la provisión de educación básica, salud y
empleo sean de largo plazo.
Necesitamos entonces, elaborar
medidas preventivas para el logro de un crecimiento sostenido de las zonas más
postergadas del mundo, que no se agoten en la solución de corto plazo una vez
que los conflictos se han desatado.
En
este contexto, cabria reafirmar el deber de la comunidad internacional de
brindar asistencia humanitaria a los países que enfrentan situaciones de
emergencia humanitaria. En este contexto, la iniciativa argentina de los cascos
blancos", ha tenido un papel significativo a trabes de su participación en
la formación de cuerpos de voluntarios especializados, organizados por los
miembros de las naciones unidas, para prestar asistencia humanitaria a los
pueblos que sufren emergencias extremas y corregir situaciones que afectan a
poblaciones sin recursos, promoviendo la rehabilitación, la reconstrucción y el
desarrollo.
La república argentina, junto con Italia, está desarrollando un sistema satelital
de alerta temprana y gestión de emergencias y catástrofes naturales.
Instrumentado mediante el acuerdo para la constitución del "sistema italo
argentino de satélites para la gestión de emergencias (siasge)", el
sistema armoniza la constelación italiana de siete satélites cosmos-skymed y la
constelación argentina sea como de dos satélites. Se ha previsto que las
especificaciones de ambas constelaciones se complementen, con el fin de
fortalecer el primer sistema mundial operativo diseñado específicamente para la
gestión de emergencias.
Asimismo,
la república argentina desea expresar su satisfacción porque la comunidad
internacional ha logrado, antes de la conclusión del milenio, la creación de
una corte penal internacional, con carácter general y permanente para juzgar
gravísimos crímenes internacionales. Se trata de una institución que
fortalecerá el sistema internacional fundado en la ley y la vigencia plena de
los derechos humanos. La republica argentina se compromete a continuar apoyando
los esfuerzos internacionales para su rápido establecimiento e iniciación de
sus labores. A tales efectos, mi
gobierno ha recientemente enviado a la consideración del congreso el
estatuto de roma, que esperamos poder ratificar próximamente.
Sres.
presidentes:
No
quisiera concluir mis palabras sin señalar que, con relación a la disputa que
mi País mantiene con el reino unido sobre las islas Malvinas, Georgias del sur
y sándwich del sur y los espacios marítimos circundantes, esta cuestión se encuentra
en el programa de trabajo de esta organización, la que a través de reiteradas
resoluciones ha solicitado a los gobiernos de mi país y. del reino unido que
reanuden las negociaciones para encontrar una solución justa y definitiva a la
controversia de soberanía, poniendo fin de esa manera a una situación colonial
impuesta por la fuerza en 1833.
Hoy,
en concordancia con ese pedido, la argentina ratifica, una vez más, su plena
disposición para reanudar las negociaciones bilaterales con el reino unido, y
su apoyo a la misión de buenos oficios que la comunidad internacional le
encomendara al secretario general para resolver esta particular situación
colonial.
Gracias Sres. presidentes.
Fuente: Pagina Oficial de las Organización de las Naciones Unidas
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