DESDE MARTÍN GARCIA
A NUESTROS CORRELIGIONARIOS Y AL PUEBLO DE LA REPÚBLICA
El Jefe del Poder Ejecutivo Nacional ha lanzado al pueblo de la Republica un manifiesto que imputa responsabilidad a las autoridades en otros lugares del país. No conforme con haber establecido el estado de sitio para reducirnos a prisión, el gobierno recurre a la opinion publica para justificarse, en esperanza de no ser rectificado. Lo ha hecho sin embargo, en un documento contradictorio y tan deleznable en sus fundamentos, que necesitamos explicar a nuestros correligionarios y al pueblo argentino, toda la verdad.
Durante los tres últimos años hemos estado empeñados en la empresa de disciplinar la UCR, dentro de normas superiores, con el propósito de ofrecer a la República un gran partido orgánico, necesario para su restauracion institucional. El mayor obstáculo en esa labor generosa lo hemos encontrado en la hostilidad del gobierno que, sabiendose privado de la mayoría popular, buscó en la fuerza su perduracion. El estado de sitio de hace un año sirviole para frustrar la instalación del Comité Nacional, ya convocado entonces, y el nuevo estado de sitio que acaba de decretarse le sirve, en visperas de las elecciones, para confinar o deportar a las autoridades del partido.
EL PARTIDO Y EL GOBIERNO DE SANTA FE
Pretende el manifiesto oficial, que se ha reunido la Convención en Santa Fe por ser esta provincia l más adecuada para nuestros planes subversivos contra un sistema del que no forma parte el gobierno de Santa Fe, y al propio tiempo nos presenta como autoridades de un movimiento subversivo contra aquel gobierno local. Tal es una de las contradicciones ilógicas de dicho documento y nada pone en mayor evidencia lo absurdo de esa imputacion, como las manifestaciones que las autoridades de la UCR hicieron al gobernador Sr. Molinas en el momento de los sucesos y la que hizo aquel mismo gobernador a las autoridades nacionales, declarando lealmente que nada tenian que ver con ese movimiento las autoridades del radicalismo. En el propio teatro de los sucesos, es de publica notoriedad cual fue nuestra conducta, pues concluida la Convención, nos dirigimos a nuestros alojamientos del hotel o del vapor “Artigas”, a fin de preparar el regreso a Buenos Aires o a las provincias de que los convencionales procedían.
Tratase en efecto, de un movimiento ajeno a las autoridades partidarias y ejecutado sin su orden ni su consentimiento. Ni siquiera estamos seguros de que no hayan intervenido en él ciudadanos no afiliados al radicalismo y personas enemigas, que puedan haber actuado como agentes provocadores para desprestigiar a la Convención en el momento de terminar su cometido con pronunciamientos que iban a conmover la conciencia nacional, según el plan de predicacion que nos proponiamos. Aseguramos bajo la fe de nuestro honor que si esa revolucion hubiera triunfado, nosotros no habriamos participado en el gobiero revolucionario; pero despues de su fracaso, no podemos silenciar que aquella es el producto de un estado de rebelión latente en el pueblo, desde que la reaccion septembrina lo sumió en la miseria y lo despojó de su derecho.
LOS RESPONSABLES
Unicos responsables de la sangre que se ha derramado entre hermanos, son los que hace tres años quebrantaron el principio de autoridad, los que fundaron en la violencia un gobierno de oligarquia, los que anularon escrutinios, los que vetaron candidaturas, los que falsifican registros electorales, los que se apartan de la Ley, los que suprimen, en fin, las normas del régimen representativo. El manifiesto oficial afirma que las libertades politicas están aseguradas por él para todos los ciudadanos, al propio tiempo, que, en acuerdo de ministros ordena poner bajo su puño a la Convencion Nacional, y soldados del ejército se presentan a prendernos en nuestro alojamiento pacífico de Santa Fe, sin orden judicial ni presidencial, trasladándonos a nuestros actual presidio bajo custodias armadas. Pero la más evidente contradicción del manifiesto oficial se advierte cuando que la Nación, (es decir el gobierno) “no tolerará el retorno del régimen caído definitivamente el 6 de septiembre”, o sea que este gobierno de pregonada libertad se erige en tutor del pueblo y adopta los métodos de la anterior dictadura.
Afirma tambien el manifiesto que rehuímos el comicio porque no estamos seguros del triunfo y que buscamos por la revolución la posesión del poder. Todo el pueblo argentino sabe que esto no es verdad.
Si los dirigentes del radicalismo buscáramos la posesión del poder, estamos seguros de que nos dara en comicios la mayoria popular que nos acompaña. Nuestra abstencion traduce nuestro desinterés, planteando una lucha entre las fuerzas morales de nuestro ideal y la fuerza fisica del poder que nos oprime y que no nació de comicios libres
Si en esta lucha la UCR tuviera que ir un dia a la acción armada, afrontariamos ante el pais y ante la historia la responsabilidd del alzamiento, seguros de nuestra justicia y sabemos que ese alzamiento seria una formidable conmocion nacional que, aun derrotada, en la accion honraría a sus autores y lograría sus resultados en el orden moral.
Hace nada más que seis meses un manifiesto del Comité Nacional sobre los proyectos de contra-reforma electoral presentados por el gobierno, le advirtió que subversiones esporádicas y espontaneas habrian de realizarse fuera de nuestro contralor y esos presagios se están cumpliendo.
SITUACION DE ANGUSTIA
Hoy podemos repetirle lo mismo, porque el estado de angustia, de miseria y de protesta reinante en el corazón del pueblo, va siendo cada día mas extenso y peligroso. Las autoridades de la UCR han querido disciplinar y conducir esos anhelos populares, mediante su reorganizacion y su predica, para bien de la Republica, y es el gobierno quien se obstina en quebrantar nuestra accion constructiva.
El regimen imperante teme nuestra accion organizada y jerarquica, porque sabe que si el radicalismo fuera a los comicios arrollariamos en los escrutinios y que seria igualmente invencible en otros terrenos.
El manifiesto oficial pretende, finalmente, relacionar los sucesos revolucionarios del 29 de diciembre y el voto de la Convención, como partes integrantes de un mismo plan; y este es otro de sus absurdos.
Demostrada ya la naturaleza de dichos sucesos, ajenos a nosotros, tampoco hay relacion logica posible entre ellos y el voto de la Convención, puesto que lo resuelto se reduce a tres articulos: primero, el mantenimiento de la abstencion electoral que estaba en vigencia desde hace dos años, despues que el partido fue a comicios y vio anulados sus escrutinios y vetados sus candidatos; segundo, el carácter “activo” de dicha abstencion que por si se aclara cuando dice: “para explicar al pueblo los motivos de nuestra actitud, fundada en el anhelo de restituir a la Republica la normalidad constitucional”; y tercero, la autorizacion a la Mesa Directiva para convocar urgentemente a la Convención Nacional si se modificaran las circunstancias que activan la abstención. A este elevado pronunciamiento de una asamble de patriotas, el gobierno ha respondido con nuevos actos de fuerza y palabras de difamación, en una actitud irritada, que, desde la cárcel, entregamos al juicio de la opinión pública.
EL PORVENIR
Cualesquiera que sean las pausas y dilaciones que la fuerza imponga a nuestra empresa, nuestra empresa ha de reanudarse para llegar al éxito, porque nos inspira un ideal inmarcesible que viene del fondo de nuestra historia, y sabemos que no estamos empeñados en una simple lucha politica sinó en una labor de trascendencia para el porvenir del pueblo argentino. La crisis moral y economica que hoy aflige a las naciones civilizadas del mundo, pudo ser menos grave en nuestro pais si al frente DE MI GOBIERNO hubieran estado, no el odio sectario ni el engreimiento egoista, sino la amplia vision de solidaridad argentina, que permitió a los grandes estadistas de nuestro pasado sortear las más arduas crisis mediante los aciertos de la inteligencia previsora y del patriotismo abnegado. Crea la Nacion que si alguien trabaja hoy por conservar el acervo de sus mejores tradiciones para apaciguar al pueblo dándole lo que legitimamente le corresponde, por superar la crisis nacional mediante soluciones de justicia, es esta enorme fuerza popular congregada en la UCR que nada ni nadie podrá destruir, porque respode a una necesidad del pueblo argentino, para su propio equilibrio politico y su pacifico desenvolvimiento social.
FE EN LA ACCIÓN
Las cárceles, confinamientos y vejámenes que hoy se nos imponen con una prolijidad privada de todo grandeza, no nos afligen personalmente; pero sí nos aflige la paulatina caída de nuestra patria en un régimen de violencia que va tornándose crónico, y cuyas consecuencias no tardará en sufrir toda la sociedad argentina. La persecucion sistematica al gran partido que interpreta, organiza y conduce la conciencia popular, puede llegar a la extincion del espiritú cívico o a una catastrofe social de la que los perseguidores del radicalismo serán los únicos responsables. La UCR alienta en la tradicion argentina y busca el bienestar de todos en la justicia y en la paz. Arrojando nuestro partido, las masas desorganizads y heterogeneas quedarían en sus desesperacion frente a la represión tiránica. La tragedia nacional puede así facilmente preverse y tal habrá sido la obra de nuestros perseguidores.
Los radicales que suscriben esta declaración son las autoridades de la UCR, miembros de su Mesa Directiva, de su Convencion Nacional de sus comités de varias provincias; representan la voluntad de 500 mil afiliados y son los únicos que tienen el derecho y el deber de hablar en estos aciagos momentos del partido ante la patria. Nos habiamos reunido en Santa Fe para una Convención memorable cuyas actas y resoluciones serán oportunamente publicadas, para que la Nación conozca cuál fue el espiritú que allí nos inspiró. Al concluir, esa obra civica hemos sido presos y, desde la cárcel, con la conciencia serena y libre, nos dirigimos a nuestros correligionarios y a todos los habitantes del país, para enviarlers, una vez más, el mensaje de la verdad y de la esperanza.
ISLA MARTÍN GARCIA, ENERO 6 DE 1934.
(Fdo.): MARCELO T. DE ALVEAR – ADOLFO GUEMES – JUAN C. BOATTI – ENRIQUE M. MOSCA – HONORIO PUEYRREDÓN – RICARDO ROJAS – JUAN O'FARREL – MARIO GUIDO – ANDRES FERREIRA – JOSÉ LUIS CANTILO – CALIXTO RODRIGUEZ – ANTONIO HIRIART – DELFOR DEL VALLE (hijo) – JOSÉ M. MARTINEZ – JOSÉ VICTOR GUILLOT – FEDERICO LEZICA ALVEAR – OBDULIO SIRI – JOSÉ A. PECO – MARTIN IRIGOYEN – ANTONIO HABICHAIN – N. ALSINA – ROQUE L. SUAREZ – JOSÉ V. NORIEGA – MARIO LARRAYA – E. BAVIO – ERNESTO ALSINA – S. BALCARCE – ANTONIO CISNEROS – ALFREDO BOUQUET – MANUEL BRUNO – A. DE LOS HEROS – J. ONZARI – E. BUSANICHE – M. SALLARES – Fed. CASANOVA – E. TORMEY – ALFREDO RAMOS – A. GUERRERO – Etc., etc.
Fuente: “Desde Martín García, a nuestros correligionarios y al pueblo de la República” manifiesto de los detenidos en la Isla Martín García luego de los sucesos de la revolución radical en Pasos de los Libres, Corrientes el 29 de diciembre de 1933, 6 de enero de 1934.
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