Es antigua la tradición radical de la defensa del petróleo
nacional. Ya en 1893, en el diario radical "El Argentino", puede
leerse, en el numero del 13 de diciembre, un articulo referido a la importancia
de los yacimientos de Cacheuta, en Mendoza, y de la laguna La Brea, en Jujuy,
cuyo excelente petróleo hacia tres años se utilizaba; articulo que censuraba la
decisión del Senado nacional, defendida por un diario grande de la mañana, por
la que se declaro libre de derechos de aduana la nafta y el petróleo impuros
que se introdujeran al país, en detrimento de la industria petrolera naciente y
sin ningún miramiento para ella. Agregaba el articulo que todo proteccionismo
aduanero debía referirse al interés nacional y no a los intereses particulares,
y que el interés de la colectividad argentina consistía en favorecer aquellas
explotaciones a cargo de argentinos, con pequeños capitales suscriptos por
argentinos, que habían luchado en medio de las dificultades de la crisis económico-financiera
de 1890, hasta conseguir una importante producción inicial, ese ano de 500 metros cúbicos .
Este volumen fue vendido a las empresas de gas de Mendoza y Río Cuarto y al
Ferrocarril Gran Oeste Argentino, con el que la explotación firmó de inmediato
un contrato por 10.000 metros cúbicos ,
así como decidió la instalación de una refinería y construyó la cañería
Cacheuta-Mendoza.
Las decisiones oficiales, una tras otra, hundieron la
industria nacional del petróleo en esos sus lejanos comienzos, pero desde
entonces no falto la voz radical de protesta.
Fuente: El Radicalismo "Ensayo sobre su Historia y Doctrina" de Gabriel del Mazo, Editorial Suquía 1984.
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