El Movimiento de Intransigencia y Renovación afirma su posición consustancial con el sentido histórico del Radicalismo. Las siguientes bases señalan, en el momento actual, las
grandes direcciones que postula para la acción política de la Unión Cívica
Radical:
I
Reivindicación de las bases federalistas y comunales de la
organización constitucional argentina en todos los aspectos institucionales,
educativos, culturales, económicos, rentísticos.
II
Reforma política. Normas de organización de partidos que
garanticen la intervención directa de los ciudadanos en las deliberaciones y
decisiones y su contralor de la vida interna. Régimen de elecciones primarias.
Neutralidad política de la administración y de los entes autárquicos.
Designaciones por concurso: escalafón y estabilidad que afirmen la libertad
política de los empleados y obreros. Eliminación de gravitaciones ajenas al
interés colectivo en la formación de la conciencia pública y en los pronunciamientos
de la ciudadanía.
III
Democratización de la cultura. Reforma educacional que
establezca la obligatoriedad de la enseñanza media, técnica o agraria e integre
un sistema que garantice a las nuevas generaciones, en igualdad de condiciones
y de oportunidades, idénticas posibilidades de pleno y libre desarrollo de la
personalidad física, moral y cultural para el cumplimiento de su
responsabilidad nacional y humana. El Radicalismo repondrá la Reforma
Universitaria. Restitución de la ley 1.420.
IV
Organización de una democracia económica. Control de la
economía en base a un planteamiento fijado por los órganos representativos de
la voluntad popular, que coloque a la riqueza natural, la producción, el
crédito, las industrias, el consumo y el intercambio internacional al servicio
del pueblo y no de grupos o minorías, para construir un régimen que subordine
la economía a los fines y derechos del hombre y movilice sus recursos, no en el
limitado beneficio de los poseedores, sino del desarrollo nacional y el
bienestar social.
V
Nacionalización de servicios públicos, energía, transporte,
combustible y de aquellas concentraciones capitalistas que constituyen
“carteles” o monopolios, resguardando en tal forma al ámbito de la iniciativa
privada en su realidad creadora. Administración de los sectores nacionalizados
por entes autárquicos nacionales, provinciales, comunales o cooperativos, con
participación de usuarios, productores, técnicos y obreros.
VI
Democratización industrial. Participación de técnicos,
empleados y obreros en la dirección y utilidades. Libertad sindical y derecho
de huelga.
VII
Reforma agraria inmediata y profunda, que coloque a la
tierra, que no debe ser una mercancía, al servicio de la sociedad y del
trabajo. Organización de los agrarios para la utilización en común de las
grandes maquinarias y la ubicación de industrias de transformación de las materias
primas en los mismos centros de producción. Comercialización directa de los
productos agropecuarios con intervención de los productores y el Estado, para
asegurar el valor de la producción que debe pertenecer a sus creadores.
VIII
Reforma social que garantice a los habitantes: trabajo
regido y remunerado con dignidad, como deber esencial del Estado; nivel de vida
decoroso; vivienda higiénica, protección de la salud, como función social;
acceso a la cultura. Régimen de seguridad social que comprenda a toda la
población durante el transcurso de la existencia humana: subsidios para la
niñez, de educación, enfermedad, invalidez, desocupación y nupcialidad; seguro
social.
IX
Reforma financiera que haga incidir la carga impositiva
sobre las grandes rentas y sobre la valorización producida por el trabajo
colectivo. Restricción de gastos burocráticos. Defensa del valor adquisitivo de
la moneda, que asegure retribuciones y precios reales.
X
Política tendiente a la cooperación económica mundial, a la
unidad económica con los países vecinos y progresivamente con el resto de
América. Creación de organismos internacionales que armonicen los
planteamientos económicos nacionales.
XI
Sostenimiento de la política internacional de Yrigoyen.
Defensa de la soberanía política, económica y espiritual del país. Igualdad
jurídica de las naciones en la organización mundial. No participación en
bloques políticos, económicos y militares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario